"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 5 de junio de 2020

“Kicillof presentó una cuarentena eterna al fijar un estándar inalcanzable”


En su editorial de Cada Mañana, Marcelo Longobardi analizó las implicancias de una nueva extensión de la cuarentena argentina.
Mucha gente me ha dicho “Longobardi que enojado que estás”.
Yo no estoy enojado, estoy muy preocupado por el destino de la Argentina y por el estado de cosas.

El dilema de las cuarentenas es un dilema que enfrenta el mundo desde hace unos cuantos meses.
El caso más elocuente de este dilema dramático de las cuarentenas lo han exhibido tanto Noruega como Suecia.
Los suecos se han arrepentido de no haberla aplicado y los noruegos de haberla aplicado.
Y aun considerando que Noruega aplicó una cuarentena bastante laxa.

Hay innumerable cantidad de ejemplos respecto de la situación de cuarentenas en distintos países.
Uruguay no la aplicó y tuvo un gran éxito.
Perú hizo una gran cuarentena y fue un desastre.
En Estados Unidos no hubo ni cuarentena ni no cuarentena, fue un desastre.
En el caso europeo la cuarentena llegó muy arriba de la pandemia.

En el caso argentino, para ser muy rigurosos, nosotros no sabemos si en el caso argentino la cuarentena funcionó mucho, poco o nada, porque estamos claros que los factores que intervienen en la expansión de la pandemia son múltiples.

Considerando la flojedad de los números que presentan los gobiernos de la Argentina en materia nacional y provincial es un tema que algún día discutiremos.
Si estamos tan bien como consecuencia de la cuarentena preventiva o por alguna combinación de elementos como ocurre en muchos países.
Fíjense el caso de Milán y de Nápoles, todos creían que Nápoles iba a caer derrumbada por el virus y tuvo menos casos que en Buenos Aires.

Ayer el Gobierno decía que “en el 85% del país hemos levantado la cuarentena”.
 No señor, el 85% desde el punto de vista geográfico.
Desde el punto de vista económico y demográfico es menos de 50%.

En materia científica hay un debate muy abierto respecto de la cuarentena.
Estamos hablando de la Universidad de Stanford o el Imperial College, no de cualquier idiota.
En materia de ciencia, la verdad no sé bien a qué estamos llamando ciencia en Argentina.
Se ha invertido la carga de la prueba, si extendemos ese razonamiento estaríamos en una situación muy complicada porque nada podría hacerse hasta que no se demuestre lo contrario.

En el caso del tenis habría que ponerle un barbijo a la pelotita, no sea cosa que el virus se traslade después de un smash.

El presidente Fernández ayer presentó un argumento que me llamó la atención.
Al argumentar la extensión de la cuarentena hasta el día 28, el Presidente dijo: “Los científicos me han recomendado que era mejor fijar una regla a largo plazo para terminar con la ansiedad que ocurre cada 15 días y que todos entandamos que ahora tenemos una lógica para asumir lo que se viene”.

Hay una pequeña equivocación en los científicos, la ansiedad no es cada quince días.
La ansiedad no ocurre cada quince días, ocurre todo el tiempo.
Se representa cada quince días como consecuencia de que el trío del presidente, el jefe del gobierno y el gobernador presentan eventualmente un anuncio, si es que lo de ayer se puede llamar anuncio.
Excepto que se hayan desconectado de la realidad y no adviertan lo que pasa en la calle.

No estoy planteando una apertura de la cuarentena irrestricta, ni de cerca, no soy tan binario, soy bastante centrado.
Pero hay aspectos que están divorciados del sentido común particularmente estos argumentos del estilo “los científicos me recomendaron que anuncien la cuarentena de un mes para bajar la ansiedad”.
El gobernador Kicillof inauguró una especie de estándar que no alcanzó ni siquiera China.
¿Qué es el estándar de los 21 días?

Acá está la clave de lo de ayer.
Entre la definición de los científicos respecto de bajar la ansiedad de la gente y prolongar la cuarentena por 30 días y este dato de que hacen falta 21 días sin ningún caso para dijo Kicillof “prácticamente volver”, es central.
Porque este objetivo es inalcanzable.
Los científicos, como si fueran una sola cosa, vienen planteando hace mucho tiempo que esto va a durar mucho tiempo.
Hay cientos de miles de virus.
Mirá si aplicamos este razonamiento a la neumonía y a la gripe, estaríamos en un refugio. 
Y eso que para la gripe y la neumonía hay vacunas.

Hay un poco de miedo, hay un poco de fundamentalismo y hay un poco de política.
Lo que Kicillof presentó es una cuarentena eterna, porque el estándar que él fijó es inalcanzable.
No hay ninguna forma que en ningún país del mundo que no tenga ningún caso durante 21 días de acá a dentro de dos años o un año.

Le decía esta mañana a un amigo en privado que “me parece que esta gente perdió el rumbo”.
Mi amigo me decía “no, a mí me parece que lo encontró

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