Autor anónimo
El
príncipe consorte maneja nuestra vida
Con
un poder omnímodo sin culpa y sin medida.
La
reina, entre las sombras, todos los hilos mueve
Con
astucia y maldad, de nada se conmueve.
No
hay forma de frenarla, todo lo hace a su modo,
Con
apoyo de muchos, sigue yendo por todo.
Nos mantiene
encerrados, privados del derecho,
Quiere la
impunidad, sólo sacar provecho.
Odia
a los empresarios y odia a los peronistas,
Sólo
quiere a la izquierda con sus planes marxistas.
Maquiavelo
lo dijo: no importa que asesines
Y
afirmó que en la vida sólo importan los fines.
Lo
malo en este caso es que fieles fanáticos
Se
lo festejen todo, como tristes lunáticos.
El
virus no es gran cosa comparado con ella,
No
sólo nos tortura, también nos atropella.
Atropella
derechos, principios atropella,
Nos
lleva por delante, sólo le importa ella.
Comprando
voluntades que les quieren creer,
Tan
sólo le preocupa mantener el poder.
Dinamarca
prohíbe a los beneficiarios
De
subsidios y planes que voten funcionarios.
Medida
inteligente que previene un desastre
Si
rigiera en mi patria, les iría como el traste.
Dádivas
y prebendas regadas al azar
De
dignidad y trabajo nunca nos van a hablar.
Pues
nunca trabajaron para hacer su fortuna,
Sólo
usaron patrañas, dignidad no hay ninguna.
Llora
por mí Argentina, ya nada nos consuela,
Nos
arrastran, infames, camino a Venezuela
Es
el voto cautivo el que marca la historia
El
defecto argentino es no tener memoria…
No hay comentarios:
Publicar un comentario