"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 25 de julio de 2014

Deuda pública y el "discurso" CFK (3/03/2014)

Pese a la nueva Crisis de  Deuda de la Argentina desatada este verano de 2014 por su problema estructural  de iliquidez e insolvencia fiscal para poder responder a los servicios de una  deuda impagable, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) no hizo  referencia alguna a esta cuestión de fondo en su discurso de apertura de  sesiones del Congreso y hasta planteó un panorama inverso a la  realidad.
Tampoco se refirió a los  principales problemas derivados de la Deuda: Inflación-Devaluación, Déficit  Fiscal y desequilibrio de la Balanza de Pagos.
El objeto de esta breve  nota es identificar las inexactitudes, las referencias engañosas y las omisiones  graves del discurso presidencial del 1.3 en materia de endeudamiento  público.

FALSÍAS DEL  DISCURSO.


La presidenta volvió a  repetir que la Argentina se está des-endeudando cuando ello no es cierto: la  deuda no baja sino que sube continuamente y, además, está previsto que se  incremente próximamente en una escala superior todavía.

Según las propias cifras  oficiales del Ministerio de Economía (MECON) – últimos datos disponibles al  30.6.2013 – el stock de la Deuda Pública en cabeza del Estado Central era de  207.600 MD (Millones de Dólares): 196.100 MD de deuda performing o con pago de  intereses y 11.500 MD de deuda con tenedores que no entraron en las  reestructuraciones del 2005 y 2010.

Después del Megacanje  Kirchner-Lavagna de 2005 las autoridades se jactaban de haber hecho descender el  saldo de deuda a 126.600 MD (en realidad, 146.000 MD, la misma cifra que al  momento del default de Diciembre 2001). Pero esta deuda es ahora mucho mayor –  como dijimos – de unos 208.000 MD.

Según los propios números  del MECON la Deuda aumentó 14.600 MD en 2011 y 18.800 MD en 2012; estaba  previsto que aumentase otros 12.000 MD en 2013 (de lo que todavía no se tienen  datos finales) y está presupuestado que aumente otros 12.700 MD este  año.

Por ende, es mentira que  la Argentina se esté des-endeudando y el gobierno Kirchner engaña abiertamente a  la opinión pública sobre este punto.
Y estos datos oficiales  son tan falsos en valores absolutos como en valores relativos.

La presidenta dijo  textualmente que hoy la deuda pública es de un 10 % del PBI; y enfatizó este  dato diciendo que era de un 8 % pero que ahora, por efecto de la devaluación, se  estimaba habría subido en unos dos puntos.
 
Esta información es  igualmente engañosa porque no se refiere a la deuda total.

La última información  oficial del MECON dice que la relación Deuda/PBI (un indicador – por otra parte  – muy discutible desde el punto de vista técnico financiero) al 30.6.2013 era  del 43.6 %.

Como agravante de estas  dos tergiversaciones gubernamentales, la presidenta agregó una tercera y  “novedosa” comparación entre “deuda pública neta per cápita” y “cantidad de  salarios mínimos, vitales y móviles” (SMVM) (!): una “explicación” perfectamente  inentendible para el argentino medio e incluso para cualquier estudioso que  quiera interpretar su verdadero sentido.

Le hubiera sido mucho más  simple, gráfico y directo decir que ahora – después de la gestión Kirchner  durante la “década ganada” – cada argentino debe en promedio unos 5.200 US$  (cinco mil doscientos dólares per cápita o su equivalente de 42-62.000 pesos  cada uno):
Simple producto de dividir el stock de deuda oficial de 207.600 MD  (incluyendo los 11.500 MD de holdouts) por los 40.1 millones de habitantes del  país.

La presidenta, en cambio,  dijo que “su Deuda” – a valores de Junio 2013 – equivale a 1.9 SMVM.
Como a esa  fecha el valor del mismo era de 2.875 $, ello significa que se está refiriendo a  un importe de unos 5.500 $ (pesos, no dólares, resultado de 2.875 x 1.9 = 5.463  $).

Se da así la casualidad  que el coeficiente “sui generis” de comparación con SMVM elegido por la  presidenta viene a representar un valor 10 veces menor al promedio de la  verdadera deuda pública per cápita.

LAS OMISIONES DE  DEUDA.

Estos montos impagables  de deuda oficial por capital a los que hacemos referencia – básicamente, el  total de 208.000 MD – no incluyen los intereses de este año (12.200 MD),
no  tienen en cuenta los intereses a pagar en el futuro (unos 72.000 MD),
la  capitalización de intereses (que venía declinando durante el decenio 2005-2014  pero que ahora se reactiva parcialmente con 500 MD más dentro del acuerdo con  Repsol),
las indexaciones por inflación creciente de la deuda en pesos ajustada  por CER y los cupones ligados al PBI (de los que todavía faltarían pagar unos  15.000 MD).

Siendo además que esta  deuda corresponde sólo a la que se encuentra en cabeza del Estado Central,  faltando considerar aquí la deuda consolidada de Provincias (más de 30.000 MD) y  de Municipios (sin datos), la Deuda Pública Indirecta de Empresas del Estado  (con YPF a la cabeza), Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios (todos sin  datos), la deuda cuasi-fiscal del Banco Central (BCRA) por Lebac/Nobac (más de  21.000 MD) y por otros pasivos (2.000 MD), y la deuda por juicios contra el  Estado con sentencia en firme (también sin datos).

Todo este  macro-endeudamiento K – deliberadamente ocultado a la opinión pública por  complicidad entre el oficialismo, la oposición política y los medios de  comunicación - está hoy en vísperas de sufrir un salto adicional en los pasivos  públicos:
Por la nueva   deuda que se está negociando para pagar los juicios de los holdouts en Nueva   York y las demandas contra la Argentina ante el CIADI con títulos públicos,   más sus gastos y honorarios.

Por la nueva   deuda producto del arreglo con los países del Club de París (que le reclaman   al país más de 9.500 MD).

Por la nueva   deuda para pagar el acuerdo con Repsol por las acciones de YPF: 6.000 MD de   capital – 5.000 MD en firme y 1.000 MD por garantías de cotización – más otros   5.000 MD por concepto de intereses a pagar; en total, unos 11.000   MD.

Por la   renovación de los programas de Asistencia al País del Banco Mundial y del BID    – por unos 3.000 MD cada uno – así como por los préstamos adicionales de la   Corporación Andina de Fomento (CAF).

Por los   nuevos préstamos bilaterales para financiamiento de Obras Públicas e   Infra-estructura (principalmente con China).

Por último,   por el nuevo endeudamiento externo para cubrir el Déficit Fiscal y la   recomposición de Reservas Internacionales del  BCRA.

Este último punto –  después de agotadas las reservas para pagar deuda externa y después de haber  permitido el vaciamiento de divisas más grande de la historia argentina (90.000  MD en el período 2003-2012) – está dado en función de la Hoja de Ruta Boudou,  que prevé la terminación de los pleitos con los holdouts y el arreglo con el  Club de parís como requisito para el retorno de la Argentina al mercado  internacional de capitales, esto es, para volver a  endeudarse.

EN CONCLUSIÓN:

Conforme lo hemos  desarrollado ya en diversos trabajos anteriores, la actual Crisis de Deuda viene  como arrastre del fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005, que la  presidenta – repitiendo el falso eslogan de la administración K – sigue  queriéndolo presentar como “la reestructuración de deuda externa más exitosa de  la historia”.

El gobierno fue tratando  de contener o enmascarar parcialmente algunos de los efectos de este fracaso a  costa del vaciamiento sistemático de los fondos públicos, en dólares y en pesos,  merced a la variante de la Deuda intra-Estado.

La administración  Kirchner, después de haber batido récords de pago de deuda externa a costa de  vaciar las reservas del BCRA y destinar la mayor cantidad de fondos y títulos de  renovación en moneda extranjera, ha llegado hoy a un tope o límite de tal  maniobra y se encuentra ahora embarcado en un camino más fuerte de  re-endeudamiento y toma de nuevas deudas.

La nueva directiva es que  el país deje de financiarse con emisión monetaria y Deuda intra-Estado para  volver a tomar Deuda Externa, en forma directa – colocación de bonos – y/o en  forma indirecta (deuda dolarizada de tipo dollar-linked).
Estas obligaciones – como  las actuales - no tienen capacidad demostrada de repago y sus servicios de  amortizaciones parciales mínimas e intereses se están programando para aguantar  las erogaciones indispensables hasta el año 2015, de modo que puedan ser  traspasadas básicamente a las administraciones futuras.

Después de haber usado  masivamente la Deuda intra-Estado para pagar deuda con terceros – organismos  financieros internacionales y acreedores privados – hasta el punto de haber  empapelado al Sector Público con títulos inservibles;
después de haber  desfinanciado así a la ANSES (que administra la plata de los jubilados);
después  de haber descapitalizado al BCRA (bajando el stock de las reservas, encajándole  Letras impagables a 10 años de plazo en el Activo para poder pagar deuda externa  y emitiendo deuda creciente por Lebac/Nobac por las que ahora abona un 30 %  anual de intereses); después de haber comprometido por la misma vía la mitad del  Activo del BNA;
después de haber manejado discrecionalmente las disponibilidades  circunstanciales de los Entes Oficiales en general; y después de haber utilizado  de esta manera los fondos administrados por el gobierno como “préstamo-puente” -  sin capacidad de devolución - para atender la deuda pública con terceros,
ahora  el gobierno Kirchner espera volver “exitosamente” al Mercado Internacional de  Capitales para tomar nueva Deuda.

Llegó el momento en que  la realidad desnuda al relato:
Es la hora de la verdad en que ya no se puede  seguir vendiendo la mentira del Desendeudamiento.

Es el resultado  inexorable de haber sostenido el mito del Modelo aguantándolo con Deuda Pública  hasta haber agotado los recursos fiscales con el vaciamiento de los fondos  básicos del Estado.


Lic. Héctor L.  GIULIANO

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