"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 28 de febrero de 2008

El extravío y el compromiso

Por Corina Ríos

El extravío, muchas veces, es una tentación del compromiso.

Por lo general todo aquél que se “compromete” públicamente… muchas veces se queda solo… y comienza a sentirse “extraviado”

Lo rodeará gente de buena voluntad (pero que no se compromete) o que no entiende lo que es el compromiso.

Compromiso: Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.

Todos tenemos compromisos de diversa índole y según el estado de la persona:

Como padres de familia, como esposos, como hijos, como trabajadores, como estudiantes, como amigos, como ciudadanos.[1]

La persona comprometida es generosa: Va más allá de lo que supone en principio el deber contraído.

Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.

Los que no comprenden, los que no se comprometen, no tienen dudas, no se sienten extraviados, y no necesitan siquiera la guía del Señor.

“No puedes culpar al águila por volar alto”
Así como tampoco a la lechuza por ver demasiado.
Mucho menos al lince, por no tener su salto ni del pavo real, su desenfado.
Sí te sientes capaz… demuéstralo… hazlo.
Todos los talentos que te han dado:
¡¡¡Úsalos para bien de tus hermanos!!!
Que tu obrar, quede reflejado…
Soberbio, altanero, excesivo, “con hostil desprecio, serás mirado… “
Toda vez que persistas en tu compromiso.
No tengas dudas que los NO comprometidos, habrán de abandonarte
Suponiendo que haz enloquecido.
En ese preciso momento, es cuando más sereno y reflexivo, deberás mantenerte…
Sí agudizas el oído… escucharás a Dios:

- “Continúa, hijo mío… NO te extravíes: YO te guío”

[1] Los ciudadanos y los súbditos del mundo, son quienes llevan adelante a sus familias, su trabajo, su estudio.

Nosotros somos quienes al pagar los impuestos establecidos por el Estado democrático o la monarquía, mantenemos al Estado, al monarca y a los ministros de la Patria, en la que nacimos, crecimos, nos educamos y permanecimos.

Desde La Matanza, Corina Ríos - Febrero 28, en el año del Señor, 2008

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