Por Corina Ríos
Concepto: Poder o capacidad del individuo para elegir una línea de acción o tomar una decisión, sin estar sujeto a limitaciones impuestas por causas antecedentes, por la necesidad, o por la predeterminación divina.
Un acto libre por entero es, en sí mismo, una causa y no un efecto; está fuera de la secuencia causal o de la ley de la causalidad
El libre albedrío designa la posibilidad de elegir entre el bien y el mal (San Agustín)
“El libre albedrío no significa otra cosa que la facultad de tomar una resolución con conocimiento de causa” (Lenin)
La escuela clásica del Derecho Penal, funda en el libre albedrío, la legitimidad y la eficacia de la punición de los delincuentes:
"Libremente han querido el mal, luego han querido también—por consecuencia conocida, legal y forzosa—la pena, o, cuando menos, han aceptado el riesgo de frustrarse la impunidad (Luís Alcalá-Zamora)
El individuo, sólo tiene derecho a utilizar el libre albedrío, en su vida privada.
En lo laboral está sujeto y limitado a las causas impuestas por las reglamentaciones de la institución para la que trabaja…
Ya sea en una empresa, colegio, universidad, club, etc.
Para los agnósticos haré hincapié en la definición de Lenin (Aunque es de suponer, que aunque no crean en Dios, habrán de saber diferenciar el bien del mal)
Vladimir Illich Ulianov, que recibió el apodo de Lenin, en su época clandestina, estudió abogacía y se adhirió muy pronto a las ideas marxistas. Exiliado en 1900, lideró en 1903 la tendencia bolchevique en la escisión del Partido socialdemócrata ruso.
Durante la primera guerra mundial participó en las conferencias de Zimmerwald (1915) y Kienthal (1916) donde se reunieron socialistas europeos opuestos a la guerra, pero no consiguió que se adoptara su posición de rechazo a la "guerra imperialista" y la lucha por su transformación en una guerra civil de clases.
Tras la revolución de febrero de 1917 en Rusia, retornó rápidamente con la ayuda del gobierno alemán que le permitió cruzar el país en un tren en plena guerra. Una vez en Rusia dirigió la insurrección de octubre de 1917, que llevó a la formación de un gobierno bolchevique (el Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin)
Para Lenin, la revolución en Rusia, era sólo la primera etapa de la revolución mundial para que todo el mundo fuese marxista/leninista
La República Argentina de 1917 (Presidente: Hipólito Yrigoyen)
La inserción de USA en la Iª Guerra Mundial y la revolución bolchevique en Rusia, fueron dos hechos que repercutieron “fuertemente” en la Argentina, permitiendo que se produjera la mayor afluencia de inmigrantes europeos a nuestro país.
Se sancionó la Ley del Hogar, para proveer tierras al costo a los trabajadores del agro y una ley de alquileres para poner fin al malestar de los inquilinos.
Hubo infinidad de huelgas ante el alza del costo de vida (otro de los efectos de la guerra)
Durante 1917 se producen los primeros signos de reactivación tras la crisis económica que se desató en 1913.
La mencionada crisis había traído aparejada un aumento de la desocupación, la baja de exportaciones y un aumento de la inflación.
El alivio se tradujo en el crecimiento de las exportaciones, en primer lugar por la producción de carne enlatada para alimentar a los soldados europeos.
Ocurrió lo mismo con los textiles para la confección de abrigos y frazadas.
Esto permitió subir la producción de lana y algodón.
La desocupación se retrae debido a la instalación de empresas extranjeras que crean fuentes de trabajo.
Entre ellas figuraron el International Bank of Boston, National Lead y FORD.
En Mayo, el gobierno radical se enfrenta a los poderosos intereses británicos decidiendo la caducidad de las concesiones vencidas, y a la vez, la potestad oficial de fijar las tarifas.
Y se sancionó la ley que estableció la creación del Concejo Deliberante de la Capital Federal, mediante el voto universal.
Por entonces (1917), la República Argentina figuraba en el 4º lugar de las naciones más poderosas del Mundo.
Veintidós después (1939) del libre albedrío de Lenin, Europa, la URSS y el Japón participaron de la II Guerra Mundial. Los Estados Unidos de Norteamérica ingresaron en la contienda después del ataque a Pearl Harbor (7/12/1941)
A poco de finalizar esa guerra, el 26 de Junio de 1945, fue firmada la “Carta de las Naciones Unidas, por 50 países y ratificada, el 24 de Octubre del mismo año.
La Asamblea General de la ONU, proclamó, desde un comienzo:
La presente Declaración Universal de los Derechos Humanos, como ideal común, por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a esos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Que quede constancia, que el libre albedrío queda sujeto a los deberes comunitarios, y a las limitaciones establecidas por la ley.
Art. 29: 1. Toda persona tiene “deberes” respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades [1] toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley, con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general, en una sociedad democrática.
[1] Desde hace unas cuantas décadas, la ciudadanía argentina, NO puede ejercitar sus derechos y mucho menos, disfrutar de sus libertades.
Las limitaciones impuestas por la ley son “dependientes” del administrador (presidente) de turno.
El respeto de los derechos de toda la ciudadanía, entre 1970 y HOY, se los llevó el viento, y desde entonces, las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general, quedaron en el olvido...
Y, a pesar de ello... los seguimos "manteniendo", pagando religiosamente los impuestos...
¿Qué sucedería si dejamos de mantenerlos?
Desde La Matanza, Corina Ríos DNI 4482250 Febrero 15, en el añod del Señor, 2008
Concepto: Poder o capacidad del individuo para elegir una línea de acción o tomar una decisión, sin estar sujeto a limitaciones impuestas por causas antecedentes, por la necesidad, o por la predeterminación divina.
Un acto libre por entero es, en sí mismo, una causa y no un efecto; está fuera de la secuencia causal o de la ley de la causalidad
El libre albedrío designa la posibilidad de elegir entre el bien y el mal (San Agustín)
“El libre albedrío no significa otra cosa que la facultad de tomar una resolución con conocimiento de causa” (Lenin)
La escuela clásica del Derecho Penal, funda en el libre albedrío, la legitimidad y la eficacia de la punición de los delincuentes:
"Libremente han querido el mal, luego han querido también—por consecuencia conocida, legal y forzosa—la pena, o, cuando menos, han aceptado el riesgo de frustrarse la impunidad (Luís Alcalá-Zamora)
El individuo, sólo tiene derecho a utilizar el libre albedrío, en su vida privada.
En lo laboral está sujeto y limitado a las causas impuestas por las reglamentaciones de la institución para la que trabaja…
Ya sea en una empresa, colegio, universidad, club, etc.
Para los agnósticos haré hincapié en la definición de Lenin (Aunque es de suponer, que aunque no crean en Dios, habrán de saber diferenciar el bien del mal)
Vladimir Illich Ulianov, que recibió el apodo de Lenin, en su época clandestina, estudió abogacía y se adhirió muy pronto a las ideas marxistas. Exiliado en 1900, lideró en 1903 la tendencia bolchevique en la escisión del Partido socialdemócrata ruso.
Durante la primera guerra mundial participó en las conferencias de Zimmerwald (1915) y Kienthal (1916) donde se reunieron socialistas europeos opuestos a la guerra, pero no consiguió que se adoptara su posición de rechazo a la "guerra imperialista" y la lucha por su transformación en una guerra civil de clases.
Tras la revolución de febrero de 1917 en Rusia, retornó rápidamente con la ayuda del gobierno alemán que le permitió cruzar el país en un tren en plena guerra. Una vez en Rusia dirigió la insurrección de octubre de 1917, que llevó a la formación de un gobierno bolchevique (el Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin)
Para Lenin, la revolución en Rusia, era sólo la primera etapa de la revolución mundial para que todo el mundo fuese marxista/leninista
La República Argentina de 1917 (Presidente: Hipólito Yrigoyen)
La inserción de USA en la Iª Guerra Mundial y la revolución bolchevique en Rusia, fueron dos hechos que repercutieron “fuertemente” en la Argentina, permitiendo que se produjera la mayor afluencia de inmigrantes europeos a nuestro país.
Se sancionó la Ley del Hogar, para proveer tierras al costo a los trabajadores del agro y una ley de alquileres para poner fin al malestar de los inquilinos.
Hubo infinidad de huelgas ante el alza del costo de vida (otro de los efectos de la guerra)
Durante 1917 se producen los primeros signos de reactivación tras la crisis económica que se desató en 1913.
La mencionada crisis había traído aparejada un aumento de la desocupación, la baja de exportaciones y un aumento de la inflación.
El alivio se tradujo en el crecimiento de las exportaciones, en primer lugar por la producción de carne enlatada para alimentar a los soldados europeos.
Ocurrió lo mismo con los textiles para la confección de abrigos y frazadas.
Esto permitió subir la producción de lana y algodón.
La desocupación se retrae debido a la instalación de empresas extranjeras que crean fuentes de trabajo.
Entre ellas figuraron el International Bank of Boston, National Lead y FORD.
En Mayo, el gobierno radical se enfrenta a los poderosos intereses británicos decidiendo la caducidad de las concesiones vencidas, y a la vez, la potestad oficial de fijar las tarifas.
Y se sancionó la ley que estableció la creación del Concejo Deliberante de la Capital Federal, mediante el voto universal.
Por entonces (1917), la República Argentina figuraba en el 4º lugar de las naciones más poderosas del Mundo.
Veintidós después (1939) del libre albedrío de Lenin, Europa, la URSS y el Japón participaron de la II Guerra Mundial. Los Estados Unidos de Norteamérica ingresaron en la contienda después del ataque a Pearl Harbor (7/12/1941)
A poco de finalizar esa guerra, el 26 de Junio de 1945, fue firmada la “Carta de las Naciones Unidas, por 50 países y ratificada, el 24 de Octubre del mismo año.
La Asamblea General de la ONU, proclamó, desde un comienzo:
La presente Declaración Universal de los Derechos Humanos, como ideal común, por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a esos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Que quede constancia, que el libre albedrío queda sujeto a los deberes comunitarios, y a las limitaciones establecidas por la ley.
Art. 29: 1. Toda persona tiene “deberes” respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades [1] toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley, con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general, en una sociedad democrática.
[1] Desde hace unas cuantas décadas, la ciudadanía argentina, NO puede ejercitar sus derechos y mucho menos, disfrutar de sus libertades.
Las limitaciones impuestas por la ley son “dependientes” del administrador (presidente) de turno.
El respeto de los derechos de toda la ciudadanía, entre 1970 y HOY, se los llevó el viento, y desde entonces, las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general, quedaron en el olvido...
Y, a pesar de ello... los seguimos "manteniendo", pagando religiosamente los impuestos...
¿Qué sucedería si dejamos de mantenerlos?
Desde La Matanza, Corina Ríos DNI 4482250 Febrero 15, en el añod del Señor, 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario