Autoría de Enviado Especial
07 de julio de 2008
Los presidentes de México, Felipe Calderón, y Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, asisten a la reunión que los lideres de países ricos del G8 celebran en la industrializada Japón, en medio del estancamiento que registra la economía mundial. El panorama económico mundial ha empeorado rápidamente desde que el año pasado, Calderón y Lula da Silva, se reunieron en la ciudad alemana de Heillingen con los líderes del G8, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, y Rusia.
Por entonces, aún no había surgido la crisis hipotecaria en Estados Unidos, y con el precio del barril de petróleo a 70 dólares, casi la mitad de lo que ahora cuesta, tampoco se atisbaba en el horizonte la crisis alimentaria que plantea una amenaza para la estabilidad política de los países más pobres.
Ante la actual situación, es improbable que tras sus reuniones en la estación invernal japonesa de Hokkaido, los mandatarios del G8, declaren como en la cumbre anterior, que la economía mundial está sana, y en cambio si se espera que den una señal de como abordarán la crisis alimentaria y la estelar subida del precio del petróleo.
México, Brasil, China, India y Sudáfrica, que forman el llamado G5 y que son las mayores economías después de las del G8, notan el impacto del alza del petróleo, y también como el resto de los países en desarrollo, el de la veloz subida que registran los alimentos básicos, con la consiguiente aceleración de la inflación.
Calderón, que llegará a Hokkaido la tarde de mañana lunes para participar en la reunión que al día siguiente mantendrán los líderes del G5 para adoptar una postura común de cara al encuentro que celebrarán con su homólogos del G8, está previsto que exponga la preocupación de México por la subida de coste de los alimentos.
Además, Calderón mantendrá reuniones bilaterales con Lula da Silva, y Yasuo Fukuda, primer ministro nipón y anfitrión de ésta Cumbre a la que Japón lleva como asunto principal el cambio climático, un problema para el habrá una propuesta de México.
El presidente Calderón propondrá la creación de un Fondo Verde de carácter multilateral contra el cambio climático con la finalidad de facilitar el acceso a los recursos financieros y tecnológicos que unos países precisan para llevar a cabo esfuerzos destinados a mitigar y adaptar sus economías.
Según la propuesta mexicana, las aportaciones al Fondo Verde se determinarían según el porcentaje global de las emisiones de cada país, las tasas de las emisiones por cápita de sus habitantes y su Producto Interior Bruto (PIB), y serían utilizadas para ayudar a las naciones más amenazadas.
Los países del G5 proponen que el G8 y otros países desarrollados transfieran a los menos avanzados la tecnología que se precisa para combatir el calentamiento global.
Por su parte, el presidente Lula da Silva, está previsto refuercen una respuesta a la crisis alimentaria causada por el cambio de dietas, la mayor demanda, el cambio climático, la especulación y la transformación del área rural en urbana.
Mientras que los líderes del G8 se reunirán en un lujoso hotel situado a orillas del lago Toya, los del G5 mantendrán su encuentro en la localidad olímpica de Saporo, a unos cien kilómetros al norte
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Y, la Argentina NO está incluída en el G5 porque 129 diputados Nacionales, aKatan las decisiones de "esquilmar" a los campesinos y mantener paralizado al país durante 120 días...
07 de julio de 2008
Los presidentes de México, Felipe Calderón, y Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, asisten a la reunión que los lideres de países ricos del G8 celebran en la industrializada Japón, en medio del estancamiento que registra la economía mundial. El panorama económico mundial ha empeorado rápidamente desde que el año pasado, Calderón y Lula da Silva, se reunieron en la ciudad alemana de Heillingen con los líderes del G8, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, y Rusia.
Por entonces, aún no había surgido la crisis hipotecaria en Estados Unidos, y con el precio del barril de petróleo a 70 dólares, casi la mitad de lo que ahora cuesta, tampoco se atisbaba en el horizonte la crisis alimentaria que plantea una amenaza para la estabilidad política de los países más pobres.
Ante la actual situación, es improbable que tras sus reuniones en la estación invernal japonesa de Hokkaido, los mandatarios del G8, declaren como en la cumbre anterior, que la economía mundial está sana, y en cambio si se espera que den una señal de como abordarán la crisis alimentaria y la estelar subida del precio del petróleo.
México, Brasil, China, India y Sudáfrica, que forman el llamado G5 y que son las mayores economías después de las del G8, notan el impacto del alza del petróleo, y también como el resto de los países en desarrollo, el de la veloz subida que registran los alimentos básicos, con la consiguiente aceleración de la inflación.
Calderón, que llegará a Hokkaido la tarde de mañana lunes para participar en la reunión que al día siguiente mantendrán los líderes del G5 para adoptar una postura común de cara al encuentro que celebrarán con su homólogos del G8, está previsto que exponga la preocupación de México por la subida de coste de los alimentos.
Además, Calderón mantendrá reuniones bilaterales con Lula da Silva, y Yasuo Fukuda, primer ministro nipón y anfitrión de ésta Cumbre a la que Japón lleva como asunto principal el cambio climático, un problema para el habrá una propuesta de México.
El presidente Calderón propondrá la creación de un Fondo Verde de carácter multilateral contra el cambio climático con la finalidad de facilitar el acceso a los recursos financieros y tecnológicos que unos países precisan para llevar a cabo esfuerzos destinados a mitigar y adaptar sus economías.
Según la propuesta mexicana, las aportaciones al Fondo Verde se determinarían según el porcentaje global de las emisiones de cada país, las tasas de las emisiones por cápita de sus habitantes y su Producto Interior Bruto (PIB), y serían utilizadas para ayudar a las naciones más amenazadas.
Los países del G5 proponen que el G8 y otros países desarrollados transfieran a los menos avanzados la tecnología que se precisa para combatir el calentamiento global.
Por su parte, el presidente Lula da Silva, está previsto refuercen una respuesta a la crisis alimentaria causada por el cambio de dietas, la mayor demanda, el cambio climático, la especulación y la transformación del área rural en urbana.
Mientras que los líderes del G8 se reunirán en un lujoso hotel situado a orillas del lago Toya, los del G5 mantendrán su encuentro en la localidad olímpica de Saporo, a unos cien kilómetros al norte
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Y, la Argentina NO está incluída en el G5 porque 129 diputados Nacionales, aKatan las decisiones de "esquilmar" a los campesinos y mantener paralizado al país durante 120 días...
Argentina... un país NO serio
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