"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Anónimo... Envidia... Anonimato, por Corina Ríos




Anónimo…

Desde que comencé con la protesta literaria, que escribo y denuncio con nombre y apellido y Nº de documento.
Será, quizás que por ello se me encuentra en el Google.com.ar, con fotografías incluidas.
En este transitar por la Web desde comienzos del 2002, coseché amigos y algún enemigo envidiosa/o.

Envidia...

La envidia es un sentimiento experimentado por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. La base de la envidia es el afán de poseer y no el deseo de privar de algo al otro, aunque si el objeto en cuestión es el único disponible, la privación del otro es una consecuencia necesaria.
Se asocia la envidia al color verde o amarillo y existe incluso la frase hecha "verde de envidia" o "amarillo de envidia".
La envidia es una sensación desagradable que ocasiona conductas desagradables para los demás.
Tradicionalmente ha sido considerada uno de los siete pecados capitales, según la Iglesia Católica.
La envidia ha sido frecuentemente tema literario y ha inspirado relatos literarios como el de Caín y Abel que aparece en el Génesis de la Biblia. Este relato, en realidad, ejemplifica la rivalidad y conflictos históricos entre los sistemas de vida nómadas y sedentarios de pastores y agricultores que se han desarrollado siempre a lo largo de la historia, también entre los pueblos semíticos.
El escritor de la generación del 98, Miguel de Unamuno afirmaba que era el rasgo de carácter más propio de los españoles y escribió para ejemplificarlo su novela Abel Sánchez, en que el verdadero protagonista, que significativamente no da título a la obra, ansioso de hacer el bien por la humanidad, sólo recibe desprecio y falta de afecto por ello, mientras que el falso protagonista, que sí da título a la obra, recibe todo tipo de recompensas y afecto por lo que no ha hecho.

Anonimato...

El anonimato es el estado de una persona siendo anónima, es decir, que la identidad de dicha persona es desconocida. Esto puede ser simplemente porque no se le haya pedido su identidad, como en un encuentro ocasional entre extraños, o porque la persona no puede o no quiere revelar su identidad. Disfrazar la identidad de uno puede también ser por elección, por razones legítimas como la privacidad y, en algunos casos, seguridad personal.
Los criminales a menudo prefieren mantener su anonimato, como en el caso de escribir una carta con una amenaza o demanda.

PD: Agradeceré que quien desee publicar algún comentario en el blog (que muy gentilmente creara Juan Contreras Bustos, chileno él) http://corinariosargentina.blogspot.com, deje sus datos personales.

Anónimo es muy julero y puede ser un asesino “en potencia”

Corina Ríos DNI 4482250
Martes 16 de Septiembre/2008

No hay comentarios: