"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 29 de diciembre de 2008

POIESIS

Meditación de fin de año 2008


La poesía, poiesis, para los griegos significaba bondad-bella-de-ver, y era en general sinónimo de todas las artes.

La consideraban un artificio, para diferenciarla de los seres naturales, que tienen un principio en sí mismo de movimiento, y las cuatro causas: material, formal, eficiente y formal.

El poeta era artífice y la obra poética algo artificial.

Consistía en un trabajo que se realizaba con un plan asentado sobre elementos ratifícales, no naturales, objeto de la técnica.

Por eso la poesía era toda producción artística, y el placer artístico era la tendencia a imitar y la complacencia en la contemplación de lo imitado, el placer de aprender desde otro punto de vista que el natural.

Imitar no era copiar el original.

Era darle un nuevo ser que no tenga que ser el real y obrar según su tipo de ser real, sino desde su tipo de ser poético.

Era un ser tal, que no sería real pero obraría realmente, como una sinfonía o sonata, tan original y nunca visto hasta ahora, o nunca oído.

Arte y belleza van fundidos, en esta situación, como va fundida la belleza y la bondad, la estética y la ética.

Lo bello y lo bueno.

Esta reproducción imitativa versa sobre acciones, según Aristóteles, y fundada en la catarsis o purificación de los afectos, se produce este clima artificial para las acciones separándolas de los sujetos históricos

La re-creación o representación consistirá en separar una acción o una gesta de sus contingencias y ofrecerla pura, en su esencia simple y desnuda.

La poesía era concebida como un término medio entre la Filosofía y la Historia.

La realidad puede ser de hecho (fáctica, contingente) o por necesidad (universal)

No hay términos medios... la única forma de evadirse es por lo optativo, el ojalá, la fantasía.

La realidad poética va sorteando lo tremebundo ( la realidad necesaria) y lo miserable ( la realidad fáctica) y desea cambiar la cualidad de lo real, se evade a un término medio cuyos afectos adquieren estado de pureza, es la interpretación y vivencia optativa del Universo.

La realidad se convierte en verosímil, término medio entre verdad y falsedad, porque de lo inexplicable suele aparece lo admirable, y ese inexplicable se convierte en maravilloso.

El ser va hacia lo Absoluto.

Por eso el poeta crea nuevos deleites.

Y construye una nueva realidad, no la realidad real, sino la idealizada por el poeta, la realidad que el poeta desearía fuera la realidad.

Ese termino medio estético, maravilloso e inexplicable, obra artificial creada por el poeta, artífice que brinda su realidad proyectada.

Esa realidad proyectada que permite liberarse de la tiranía de la naturaleza y vencerla, y constituye al hombre en sobrenatural, y al poeta como actor de esa magia que convierte al hombre.

¡Que maravilloso e inexplicable sería en nosotros, vivir este tiempo festivo construyendo la realidad, distinta de la miserable y tremebunda que vivimos, sino la realidad poética, desde la que deseamos sea nuestra realidad!

¡¡¡Así sea!!!


Elías D. Galati

Wolfie@speddy.com.ar

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