De la "villa" a Londres...

Juan Ramón Núñez, ex cartonero de 35 años y padre de siete hijos, viajará a Londres a competir por el premio al emprendedor del año que otorga una entidad benéfica patrocinada por el Príncipe Carlos.

Armó una empresa de iluminación y sonido para solventar un proyecto radial en Ciudad Oculta donde participan 50 personas.
Por los pasillos de Ciudad Oculta un vecino decide buscar refugio de la tarde calurosa bajo la sombra de un paredón.
Su espalda se apoya sobre el dibujo de una virgen y una pintada que dice FM 100.9 "La Milagrosa".

Frente a él, Juan pasa y lo saluda como a un amigo, abre una puerta pintada de celeste y blanco, camina por el pasillo.

Bajo el calor recalcitrante del techo de chapa otra puerta se abre.

Imágenes del Che, Evita y la Virgen decoran el aún precario estudio de radio:
- "Acá tratamos de que perseveren los políticos que son símbolos de lucha, el caso del Che, de Evita, de Rodolfo Walsh", comenta Juan mientras señala los afiches.

Juan Ramón Nuñez, correntino, de 35 años, papá de siete niños y abuelo de un bebé, fue elegido "Emprendedor del Año" en la Argentina por la Youth Business International, una entidad que reconoce a jóvenes que superan diversas dificultades para concretar un objetivo social.

El mérito de Juan Ramón fue construir a pulmón una radio para uno de los barrios más marginales de Buenos Aires y crear una empresa de iluminación y sonido, "The Light of Sound" ("La Luz del Sonido"), para solventarla.

En noviembre viajará a Londres para competir por el premio mayor frente a una joven de Arabia Saudita que logró abrir un centro para niños autistas, un arquitecto mexicano que lleva adelante sus obras a base de materiales ecológicos y un grupo de escoceses que diseñaron una puerta que no lastima los dedos.

La Fundación Impulsar, orientada a dar apoyo económico a jóvenes sin recursos y con escasa experiencia, fue quien propuso a Juan como candidato ante la entidad británica, además de darle un préstamo y capacitación para crear el servicio de iluminación y sonido con el cual puede sustentar a su familia y seguir con la radio.

El que se encuentra sobre la mesa del estudio no es el primer micrófono al que Juan le habló: - "Habré trabajado en diez radios como mínimo".
Cuando yo vivía en Misiones, fui postulado para director de Radio Nacional Iguazú, estaba muy cerca de serlo, pero me dieron dos preinfartos, así que era imposible seguir allá.
Ya había laburado en radios importantes, la mayoría multimedios.

Juan trabajó de cartonero durante dos años para comprar el terreno donde hoy vive con su familia y emite su programa.
Hoy señala el antiguo carro que duerme junto a su puerta y recuerda:
- "Yo salía a juntar, pero mi señora y mis hijos eran los que separaban el cartón. Si no, en dos años no podría haber hecho nada".

Pero esta no fue su única lucha a la hora de darle vida a su sueño:
- "Hablo de esto que construimos entre todos y veo que es un milagro.
Recuerdo lo que pasamos para lograr lo que hoy tenemos.
La primera vez que me puse a juntar plata para la radio llegué juntar 15 mil pesos, pero me los robaron".

Luego de su segundo preinfarto, hace casi diez años, Juan casi muere:
- "Me internaron. Cuando salí, pesaba 32 kilos y no tenía plata, trabajo, ni músculos".

A la hora de seleccionar contenidos o escuchar ideas, Juan aclara que cualquiera con ganas de hacer algo tiene su espacio.
"El rango de edad de la gente que trabaja acá es muy amplio, desde chicos ('Infancia Oculta') y adolescentes ('100% Reggaeton') hasta programas de folklore paraguayo que hace gente más grande".

Uno de sus hijos, junto a seis amigos, tiene su espacio por las noches.
- "Me sorprendí, un programa de reggaeton, lleno de adolescentes en este dos por dos.
La primera emisión no la escuché, la segunda sí y me sorprendió que los chicos, además de pasar música, tocaran temas sociales como la violencia familiar o la droga en el barrio. Al tercer programa los felicité".

Cualquiera podría pensar que Juan no cierra los ojos por las noches pensando en su viaje a Europa el 12 de noviembre, pero él opta por otra concepción.

A pocas horas de abordar el avión afirma que ese viaje lo tiene sin cuidado:
- Los vecinos vienen a decirme que me prestan valijas o que va a hacer frío y me traen alguna campera, pero la verdad es que tratamos de vivir el día a día".

Si Juan se consagra ganador obtendrá un premio, pero no en efectivo, lo que no lo ayudaría a que FM La Milagrosa siga creciendo.
Este galardón solo es un reconocimiento de la fundación.

- "Todo bien, voy a Londres pero no hay un premio en efectivo. El año pasado ganamos uno que nos permitió comprar un transmisor más grande, pero este año es un viaje, estar en las casas de los príncipes y reyes pero volver acá y encontrarnos con la misma realidad.
Viajo yo pero se quedan cincuenta compañeros a esperar que yo vuelva con un diploma.
Hay cosas que para nosotros son mas importantes que los viajes".

Para nadie sería lo mismo trabajar en una gran radio que en la de Ciudad Oculta.
Mucho menos para Juan, que vivió ese contraste en carne propia:
- "Los multimedios siempre te condicionan, aunque compres el espacio por 400 o 500 pesos lo primero que te dicen es 'acá no podés hablar de tal político', siempre pasa y en casi todos los medios".

Pero las diferencias no son solo ideológicas: los vecinos golpean la puerta de la radio como si se tratara de la casa de su mejor amigo.

- "Es diferente laburar en este barrio pero en positivo. Podés tener un contacto muy directo con la gente que te pregunta qué pasa con la radio ante cualquier problema. Siempre sabe cuáles son las actividades de la radio, todos pasan por acá, es un lugar obligatorio pero por voluntad propia, hay un ida y vuelta muy importante".

Sus expectativas no son pocas. A pesar de que Juan recalca la importancia de que los jóvenes que tienen algún programa en la radio crezcan en experiencia, plantea un futuro mucho más ambicioso: "Hay por lo menos cincuenta personas trabajando directamente en este proyecto; la idea es que en algún momento vivamos todos de la radio"

Julián Balma - Tomás Durrieu
Estudiantes de tercer año de la carrera de Periodismo en ETER.

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