"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 18 de febrero de 2010

¿Donde duermen los proyectos?

Normalmente el hombre no quiere sentirse solo, pero tampoco forzosamente acompañado; la necesidad de unión, fuerza que suele ser inexplicable, se corresponde con valores que tienen sus raíces en un mundo cultural que lo haga sentir parte del modelo.

Cuando las fuertes vivencias de dependencia acaban, algunos necesitan de asociaciones que los represente y sean voz para evitar el sufrimiento de otros; asociaciones cuya finalidad trascienda las vivencias personales en el acompañamiento de otros sufrimientos, para recordar con su presencia la prevención necesaria mientras continúe la lucha contra la dependencia.

Este objetivo de orientación, prevención, información y contención no es exclusivamente asistencial, implica una proyección cultural, inclusive patriótica.

Cada asociación es facilitadora, ofrece un servicio que se ejerce en plena conciencia; es testimonio directo de la comunidad, experiencia viva en búsqueda de una interpretación mientras espera leyes y reglamentaciones, es decir, límites para el accionar sectario.

No es sencillo funcionar sin amparo económico, tampoco es fácil no caer en la tentación de propuestas de implicancia política que las convertiría en cajas vacías o lo que es aún peor, en cajas de Pandora. Conocemos la distorsión de gran parte de las asociaciones, sabemos de la infiltración de grupos sectarios en muchas de ellas; pero si permitimos que esto nos desanime, el asociacionismo solidario se debilitará y la voluntad no llegará allí donde la brecha separa.

Transitamos por comunidades con grandes dificultades culturales, jurídicas y sobre todo sentimentales, ahogadas por una grosera limitación: el desconocimiento de una realidad que por irreconocible, permanecerá en guardia pasiva, llorando en soledad mientras infinidad de actividades sociales superficiales confirmarán la impericia.

Busquemos una política que permita regular las acciones sectarias antes que el deterioro resulte irrecuperable, sin conformismos, evitando implementaciones similares a las conocidas para el abordaje de otras dependencias, donde se disimula con una sutil prevención la ausencia de una efectiva atención. Una mutua influencia en intercambio y comunicación para coparticipar de la reconstrucción del futuro que fuera convenientemente programado.

“Me preguntaron ¿por qué lloras?
como no habrían comprendido
mi llanto, respondí:
nadie llora…” (Lamennais)

¿Dónde duermen los proyectos de Ley para el área?
Esta respuesta, nos compete.
Si alguien conoce esta tarea, comprenderá que no bastamos, porque la demanda aumenta y la unión siempre hace la fuerza.

Mara Martinoli

El grito que debemos ensamblar: "Con la voz del silencio"


La línea que divide intereses contrapuestos, que separa entre quienes son incapaces de proyectar, embebidos y absortos dentro del poder, y quienes intentan armonizar la realidad, incorruptibles ante el bien común, generalmente es infranqueable. Los primeros, ciegos ante el mensaje que no resultase en favor económico, bloquearán y postergarán sutilmente las estrategias propuestas en una escucha aparente que se cree disimular; descifrarán el significado en diacronía porque ni si quiera imaginan la dimensión de esas otras capacidades.

La falta de claridad en el aparente intercambio coloquial diluirá aún más la intención de transmitir el esfuerzo depositado, porque se difiere diametralmente, porque no entienden que el bien común desconoce condiciones, límites o complacencias; las diferencias siempre favorecen el intercambio cuando pudiera desplazarse el “no” para instrumentar.

Fuera de condicionamientos ideológicos o mayorías, el bien común se construye con visión ética, y escala posiciones para llegar a ubicarse en primera fila, para lograr una “cultura de proyectos y estrategias” que abran la solución desde la confianza y la voluntad de cambiar, atenuando la crisis generalizada de esperanza, recuperando tiempos y salvaguardando integridades. ¿Quién pagará los daños o indemnizará las consecuencias? Si bien esta Justicia también parece lenta, los inocentes no debieran pagar las deudas.

Como una ”revolución de voces”, el mensaje coral habla haciendo, cosecha sembrando, reforma contribuyendo, aprende que en la escuela de la vida no hay monotonía, estabilidad ni pensamientos estereotipados sino ideas que se hacen actos interlocutores de soluciones para viejas propuestas, para educar y prevenir, para hacer frente a nuestros fenómenos sociales. Cada actor social es una posibilidad, una apertura de la realidad que necesita, que urge ser modificada ante la banalidad o el acostumbramiento.

Si no accionáramos pondríamos en riesgo la capacidad de elegir y elegirnos como almas gemelas que multipliquen la confianza mutua en la gratificación silenciosa, unidas en solidaridad de acción. Y como no arriesgamos un particular futuro político pequeñas grandes voluntades marcan en la acción la estrategia. Desde este lado estamos dispuestos a defender valores sociales no negociables. ¿Existe una propuesta más simple y sublime que dignifique al hombre?

La vida no nos pide que seamos ni mejores ni peores, nos exige que probemos, que intentemos con perseverancia, humildad y paciencia, porque si los problemas sociales de hoy no se piensan a futuro, bloquearán toda estrategia. La verdad nunca podrá ser disfrazada o borrada, como es realidad no se acomoda; si no gobernamos los problemas, ellos nos gobernarán.

Mara Martinoli - Diciembre 2009

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