Orlando Zapata: Asesinato premeditado, lamentos hipócritas y negación de torturas.

Orlando Zapata Tamayo
El mayor de mis respetos...


El Comité de Ayuda a los Activistas de Derechos Humanos (CAHRA por sus siglas en ingles), con sede en New Jersey, condena energicamente el crimen cometido con el preso politico cubano Orlando Zapata Tamayo, quien murio durante una huelga de hambre de 85 dias exigiendo respeto para sus derechos humanos.
A la vez exhorta a todos los gobiernos democráticos y a todos los organismos de derechos humanos que exijan al dictador cubano la libertad inmediata del resto de los 250 presos políticos que hay en Cuba antes que estos puedan morir tambien.

Tamayo es uno mas en la larga lista de asesinatos disfrazados a que recurre la dictadura cubana para deshacerse de opositores pacificos, pero incomodos, que aun tras las rejas prefieren morir que soportar tanta tortura e ignominia.
Antes que él murieron en las mismas condiciones los presos políticos Roberto Lopez Chavez, Luis Alvarez, Carmelo Cuadra, Pedro Luis Boitel, Olegario Charlot, Enrique Garcia Cuevas, Reinaldo Cordero, Jose Barrios, Santiago de Jesus Roche, y Nicolas Gonzalez.
Once en total.

El primer asesinato de este tipo ocurrio en 1966 y el ultimo, el de Zapata, en el 2010. Esto sin contar las decenas de miles de cubanos asesinados en diferentes formas, incluyendo los temibles paredones de fusilamiento.
Es decir, llevamos 51 años ininterrumpidos de crimenes y atropellos en Cuba sin que el mundo exija que los criminales sean sancionados.

En cuanto a las hipócritas palabras del dictador cubano de que “lamenta la muerte de Orlando Zapata y que donde único se tortura en Cuba es en la base de Guantanamo” es una gran falsedad.
En primer lugar él no lamenta nada que Zapata hubiera muerto ya que estaba en su poder ordenar que lo dejaran morir o no.
Con haber dejado de torturarlo en sus calabozos el disidente cubano hubiera abandonado la huelga.
En segundo lugar, sí es cierto que en Cuba torturan a los presos politicos.
Yo soy un caso viviente de tales torturas. Y como el mío hay miles de testimonios.

En 1964, estando yo preso en Isla de Pinos fui obligado a trabajar cojuntamente con miles de presos politicos mas.
Pero eran tantas las golpizas que nos daban, sin apenas darnos alimentos ni medicamentos, que un dia decidi no seguir trabajando.
Me vino encima el Teniente Alcibiades Martin bayoneta en mano y me dio mas de 80 bayonetazos y piquetes en los muslos y piernas.
Asi y todo quisieron obligarme a trabajar y me declare en huelga de hambre conjuntamente con otro preso politico, Ricardo Vazquez.

Despues de 50 dias en huelga de hambre fui llevado por la fuerza al campo de trabajo y, como que yo no me ponia de pie, principalmente por mi falta de energia, el segundo al mando me puso boca abajo, me bajo los pantalones, me coloco la bayoneta en la nalga y comenzo a presionar lentamente hasta que la punta de la misma choco con el hueso de mi cadera.
Al ver que no me levantaba, el sádico militar coloco nuevamente la punta de la bayoneta en la misma herida y la hundio nuevamente hasta el hueso y al ver que yo seguia inmovil, le dio una vuelta dentro de la propia herida hasta que me desmaye.
Y todo esto despues de 50 dias en huelga de hambre.
"Si esto no es tortura" que alguien me lo diga y el que no lo crea que se comunique conmigo por esta misma via, que venga a verme y yo con gusto le muestro las huellas de las mismas torturas que dice Castro que donde único suceden es en la Base Naval de Guantanamo.
Ah, y yo nunca he estado en esa base norteamericana.

Finalmente, lo censurable no es que Raul se lamente, lo censurable es que mientras que Raul Castro dejaba morir en huelga de hambre al disidente cubano él era recibido con bombos y platillos en la cumbre de Cancun por mandatarios democraticamente elegidos a los que al parecer les interesa mas la amistad con los tiranos que los principios democráticos que los llevaron al poder.
Y lo lamentable tambien es que mientras que los Estados Unidos y la Union Europea condenan el crimen cometido en Cuba, ni el Grupo de Rio, ni el anfitrion mexicano Felipe Calderon, ni inclusive el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, han tenido el coraje y la dignidad de condenar dicho crimen.

Muy por el contrario, Lula frente al cadaverico Fidel Castro no hacia más que mirarlo con respeto y devocion.


Luis Israel Abreu, Director Ejecutivo de CAHRA

Para más informacion sobre Cuba, visitar www.israelabreu.net