El gobierno intenta hacer las paces con los mercados internacionales de capital.

Comiendose sus propias palabras

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Cuando allà por el 2005 se le pasò por alto negociar la restructuraciòn de aproximadamente 82 billones de dòlares en bonos que el paìs habìa defaulteado cuatro años antes, el entonces presidente, Nèstor Kirchner, se mantuvo firme.
El gobierno ofreciò nuevos bonos por el 35% del valor de los viejos.

Esta oferta llevò a los acreedores que tenian en su poder una cuarta parte de la deuda defaulteada, a abstenerse y esperar hasta que se presentasen mejores tèrminos, a pesar de que el Sr. Kirchner le ordenò al Congreso que apruebe una ley prohibiendo todo pago extra.
Los acreedores lograron obtener ordenes judiciales que le impedìan a la Argentina conseguir deuda fresca en los mercados internacionales.

Pero la economía se venìa recuperando con fuerzas, y en todo el mundo habìa exceso de liquidez: fuè asì que el gobierno logro vender bonos por valor de 8.5 billones de dòlares en el mercado local y 7,6 billones a Venezuela, siendo el interès a pagar en muchos casos muy altos. Hasta decidiò pagarle al FMI todo lo adeudado, en parte porque de ese modo no podrìan forzarlos a negociar con los bonistas acreedores que se rebelaron anteriormente.

Es asì que ahora, la esposa de Kirchner, Cristina Fernandez, que lo sucediò en el 2007, està en dificultades. La receciòn, de la cual Argentina està recièn ahora recuperàndose, ha empujado las finanzas pùblicas al rojo.

Las esperanzas que tienen los Kirchner de mantenerse en el poder hasta las pròximas elecciones que tienen que celebrarse el año pròximo, se ven amenazadas por su alto grado de impopularidad. Por otra parte, Hugo Chavez de Venezuela tambien enfrenta sus propios problemas financieros. Y Argentina està ahora pagando el precio de haberse excluido del sistema financiero mundial.

La Sra. Fernandez ha expresado su interès en llegar a un acuerdo con los tenedores de esos bonos cuando recièn habìan transcurrido diez meses de haberse hecho cargo de la presidencia. Pero con los inversores a nivel mundial que ya estaban entrando en pànico, los bonos de Argentina se cotizaban a niveles verdaderamente prohibitivos.

De modo que el gobierno comenzò a hacerse de fondos de manera muy poco ortodoxa. Primero, se nacionalizaron los fondos de jubilaciones privadas, e inmediatamente dispuso hacer uso de unos 30 billones de dòlares. Posteriormente, intentò manotear los fondos de reserva del Banco Central para contar con efectivo suficiente para hacer frente a los vencimientos que se produciràn este año, movida que fuè resistida por Martín Redrado,

que fuè despedido de su cargo como presidente del banco, medida que luego fuè apoyada por una comisiòn del Congreso, donde la oposición ahora es mayorìa.

Cuando se calmaron los mercados, la Sra.Fernandez quiere ahora hacer las paces con los bonistas. A solicitud de ella, el Congreso levantò la prohibición que existìa y se reabriò la restructuraciòn de la deuda.

Durante este mes de Marzo, su equipo econòmico presentaron una nueva oferta a los encargados que negocian en los Estados Unidos, Italia y Japòn. Aun cuando no se han publicado los detalles, es muy posible que los tèrminos en que se harà la oferta sean similares a los que se hicieron en 2005, que tambièn incluirà un bono extra para cubrir los intereses que se hayan devengado en los `ùltimos cinco años, conforme a lo expresado por Alberto Bernal, representante de Bulltick Capital Markets, banco inversor. Al igual que en el acuerdo de hace cinco años, estos bonos posiblemente se ofrezcan con una garantìa de que se pagarà extra si la economía crece màs rapidamente que lo pronosticado.

Los inversores se han alegrado con esta noticia. El riesgo de los bonos Argentinos ha bajado. Los analistas preven que aproximadamente las tres cuartas partes de los tenedores de bonos aceptaràn esta oferta, lo que significarìa que el 94% de la deuda defaulteada en 2001 se habrà renegociado. Se calcula que los miembros del gobierno al obtener estos resultados, les abrirà las puertas para que los jueces Americanos no aprueben las apelaciones que siguen haciendo los “fondos buitres” que buscan obtener que se les reconozca el valor total de los bonos que ellos compraron después del default. Y de este modo Argentina quedarìa en libertad para volver a pedir crèditos.

Que el gobierno y las empresas Argentina vayan a conseguir esto de forma tan barata, como lo han logrado Brasil y Chile, dependerà en todo caso de que la Sra. Fernandez modifique sus polìticas. Indudablemente que ella tendrà que limpiar las mentirosas cifras de las estadìsticas econòmicas, y tambien deberà dejar de perseguir al comercio privado. Y se debe decir que, hasta ahora, no hay señal alguna de que esto estè sucediendo o pueda suceder.

De modo tal que la deuda Argentina seguramente continuarà siendo calificada igual que se hace con la deuda de Ecuador y Venezuela, siendo los tres paises de America Latena de mayor riesgo, y seguramente seguirà siendo asì en tanto y en cuanto la Sra. Fernandez finalece su perìodo presidencial a fines de 2011.

Traducción: Irene Stancanelli Fuente: The Economist