"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 3 de mayo de 2010

Cómo quedará la economía de Argentina luego del canje

Argentina decidió el "canje de deuda" porque no tenía mayores alternativas si pretendía prepararse para volver a los mercados externos a buscar financiamiento.

Argentina acaba de lanzar oficialmente el último jueves, la reapertura del canje de la deuda, iniciada hoy, con la única intención de volver a los mercados internacionales de crédito a financiarse ya que la abundancia fiscal que ha disfrutado (y no aprovechado), durante varios años ya no es tal. ¿Logrará el nuevo canje los objetivos esperados? ¿Iniciará una nueva etapa en la política económica argentina, o será el comienzo de nuevos problemas para el país? Las motivaciones de la propuesta no son muy sanas para la economía argentina.

Si tuviera que elegir el peor momento para lanzar un canje de deuda, créanme que este período tan turbulento por los graves problemas que atraviesan los países europeos, sería el elegido. Pero Argentina no decidió hacerlo en este inoportuno momento, no tenía mayores alternativas si pretendía prepararse para volver a los mercados externos a buscar financiamiento.

Pero antes de pensar en el financiamiento externo que sería posible para Argentina, habría que plantearse las posibilidades de éxito de la reapertura del canje. En relación a este tema, el abogado del Movimiento Nacional de Defensa de Derechos Italianos en el Exterior, Tullio Zembo, anticipó que recomendará a los bonistas de su país sumarse al canje de deuda de la Argentina: “Este es el momento de entrar. La perspectiva para el canje es muy viable y muy interesante”.

Alberto Bernal, de la firma Bulltick Capital Markets, todavía muestra sus reparos sobre el posible éxito del canje teniendo en cuenta lo que está sucediendo en Grecia: “Si Grecia cae en default, las tasas de interés subirán y el valor de la oferta argentina bajaría, por lo tanto habrían muchos inversores que no ingresarían en el canje. Ese es el peor escenario pero no creo que suceda”. De hecho, se acaba de anunciar un nuevo paquete de rescate a Grecia.

Así, la mencionada aceptación del canje por parte de los bonistas italianos sería una muy buena noticia considerando que en su poder tienen deuda por US$ 4.500 millones, esto es, alrededor del 20% de la deuda en default. Argentina ya tiene asegurado un piso del 60% de aceptación en la nueva propuesta y no se descarta que pueda superar el 80% de adhesión, dando de este modo un gran paso para dejar atrás el default del 2002, aunque deberá aprender la lección para no volver a endeudarse de manera irracional.

En medio del canje, los fondos buitres revolotean buscando sacar tajada. Para ello, han presentado pedidos al juez estadounidense Thomas Griesa para suspender el canje, pero afortunadamente para Argentina, Griesa los desestimó. Todo hace pensar que el canje será exitoso y el país tendrá un mayor margen de maniobra que lo hará en principio menos vulnerable. Digo en principio, ya que las intenciones del gobierno de Cristina Kirchner de salir a los mercados pueden implicar riesgos por la falta de disciplina fiscal que muestra.

Sin perder ni un minuto, junto con el canje lanzado, el gobierno de Cristina Kirchner buscará colocar un bono a 7 años por unos US$ 1.000 millones. La expectativa del secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino es lograr una tasa inferior al 10%, expectativa que Edwin Gutierrez, de Aberdeen Asset Management no comparte: “No veo que el canje pueda ser afectado por la situación en Grecia, pero creo que lo que se verá afectado es la posibilidad de obtener dinero fresco a las tasas de interés que está buscando la Argentina”.

La proximidad del escenario electoral 2011 que se acerca en Argentina genera grandes temores por el posible desborde en el gasto al que ya nos tiene acostumbrados los gobiernos kirchneristas. La alternativa de recurrir al financiamiento externo para impulsar el gasto fiscal no es una posibilidad que Jorge Oviedo de La Nación considere viable en estos momentos turbulentos: “La Argentina está en el club de los países muy riesgosos y por ello fue arrastrada de inmediato por el efecto que unos llaman “contagio” y otros “manada”. De manera que si el Gobierno estuviera pensando en financiar cómodamente un gasto electoralista con deuda externa, debería ir olvidándose de ello”.

Si bien el gobierno argentino toma el canje como la puerta de regreso a los mercados financieros, sería más provechoso si lo considerara como la posibilidad de consolidar el crecimiento económico y fortalecer la economía para de este modo, alcanzar los objetivos de mejora de la situación socioeconómica que dice perseguir.

El canje es la posibilidad y excusa que tiene el gobierno de devolverle previsibilidad a la política económica y transparencia a la economía. Según planteaba en su informe de coyuntura el Banco Ciudad de Buenos Aires: “Con todo, el canje no es una llave mágica capaz de abrir la puerta a los mercados de crédito a bajo costo. Un dato ilustra el punto: a inicios de 2007 (con el problema de la deuda en mora irresuelto) el riesgo argentino se ubicaba en niveles similares a Brasil y otros países emergentes. Este escenario comenzó a cambiar con la intervención del INDEC, las tensiones políticas internas, y la erosión fiscal persistente”. Al menos por interés, como camino para lograr fondos frescos, el gobierno debería plantearse esta posibilidad de hacer un cambio brusco en su política económica.

Fuente: Valor Diario

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