"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 4 de mayo de 2010

Consenso – Kirchner al frente de la UNASUR



Por Corina Ríos

Se denomina consenso a un acuerdo entre dos o más personas en torno a un tema.

Una decisión por consenso, no obstante, no implica un consentimiento activo de cada uno, sino más bien una aceptación en el sentido de no-negación... por cuánto más que lamentable ha sido la decisión del presidente José “Pepe” Mujica referente a la designación de Néstor Kirchner al frente de la UNASUR.

La nota de Dalmacio Negro: La tiranía del consenso, (referida a España) rige sin duda alguna para todas las naciones.
Menciona que Montesquieu confundió el despotismo con la tiranía y la identificación entre ambas formas de gobierno, ha lastrado el pensamiento político y jurídico.

En esa "lastrada" del pensamiento político y jurídico, en la Cumbre del UNASUR el ministro de Ecuador salió a informar que Kirchner había sido elegido “en forma unánime”... lo que llevó al canciller del Uruguay, Luís Almagro a aclarar: “Uruguay no votó ni vetó”

Cómo el mejor de los Pilatos, el flamante presidente uruguayo ha decepcionado a la opinión pública de su país, a la oposición, anqué al ex presidente Tabaré Vázquez quien en el 2008 no se abstuvo, sino que lo castigó a Kirchner con un veto por escrito (para que no cupieran dudas ni manejos)

El consenso no pertenece, pues, al orden político.

El orden político depende de la opinión sobre el bien común

La Cumbre que se está desarrollando en Buenos Aires, fue urdida por nuestra Excma. Señora Presidente de la Nación Argentina en Diciembre pasado junto con sus aliados:
Chávez (Venezuela "negociados mediante"), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Fernando Lugo (Paraguay)... los mismos que participaron del apoyo irrestricto a Manuel Zelaya

¿Me parece o en ninguno de los países mencionados sus presidentes trabajan para el bien común de sus administrados?

Mantener la unidad es el objeto principal de lo Político, pero mediante la convicción, que suscita el sentimiento de la obligación política.

Mandar, decía Ortega, no es simplemente convencer ni simplemente obligar, sino una exquisita mixtura de ambas cosas.


Desde La Matanza, Corina Ríos Mayo 4 del 2010

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