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Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 5 de mayo de 2010

Los Kirchner podrían impulsar el procesamiento de Lavagna por el caso Greco

DESPUÉS DE MARTÍNEZ DE HOZ:
NUEVA DISTRACCIÓN PARA TRATAR DE TAPAR LA CORRUPCIÓN CON VENEZUELA

Por Alexis Di Capo
Fuente: Informador Público

El ex ministro de Economía y candidato presidencial de la UCR en el 2007, Roberto Lavagna, podría ser uno de los principales blancos de la actual ofensiva oficial contra la oposición. Además, a medida que avanza la investigación del escándalo con Venezuela, el gobierno buscaría golpes de efecto cada vez más fuertes que distraigan a la opinión pública de la corrupción bolivariana.

Tres semanas atrás, el Juez Federal Sergio Torres procesó al ex Procurador del Tesoro Osvaldo Guglielmino por administración fraudulenta y le trabó un embargo por un millón de pesos.
Torres consideró que Guglielmino no sólo habilitó el desembolso del monto que pretendía el holding Greco, sino que lo “liberó” de la deuda que tenía con el Estado.
Este agravamiento de la situación procesal del ex funcionario, que debió renunciar a su cargo meses atrás ante la inminencia del procesamiento, podría complicar ahora a Lavagna, sobre todo si el gobierno apuesta en ese sentido.

La historia

El Ministerio de Economía era el encargado de dar respuesta a la causa civil iniciada por el grupo Greco -que en los ’70 concentró más de la mitad de la producción vitivinícola nacional- en demanda de un resarcimiento económico por pérdidas sufridas durante la dictadura.
El expediente quedó a cargo del juez Francisco Soto, que en 2005 los reconoció como acreedores y dispuso homologar una deuda que le reclamaban al Estado por 332.396.128,64 pesos, pero que ascendía a 600 millones con actualización e intereses.

La lógica era que el Gobierno apelara.
Los abogados del Palacio de Hacienda -entonces a cargo de Roberto Lavagna- no lo hicieron, ni tampoco promovió esa medida la Procuración. [1]
Según el juez, aquella inacción era contradictoria con la estrategia que el propio Estado había asumido en un comienzo, tendiente a mostrar “los perjuicios que el grupo le había ocasionado”.
Hay dictámenes del ministerio que advierten la necesidad de hacer su propia liquidación antes de admitir cualquier pago.

Torres se apoya en parte en un informe de la Auditoría General de la Nación de diciembre del 2008, que ratificó que el Estado no debe suma alguna a los herederos del grupo Greco, que los funcionarios de asuntos jurídicos de Economía en la gestión de Roberto Lavagna como ministro no sólo no defendieron correctamente al Estado, sino que reconocieron una deuda a particulares por un procedimiento presuntamente no regular y que en 2006 hubo un intento claro por pagarles a los herederos de los Greco, mediante una ley donde se intentaron esconder los nombres de los beneficiarios.

En sus conclusiones, el informe de la AGN da por probado que el Estado argentino no fue bien defendido en el juicio que iniciaron los Greco, especialmente por el departamento de Asuntos Jurídicos de Economía en épocas de Roberto Lavagna.

Bastante lapidario en relación a este tema, dice el texto que “de los procesos judiciales surgen observaciones relevantes a la representación letrada del Estado Nacional por negligencia en actos procesales significativos, tales como falta de contestación de demandas, falta de fundamento de apelaciones, falta de producción de pruebas y desistimiento sin causa de recursos, que hubiese posibilitado al Grupo Greco acceder indebidamente a una cuantiosa indemnización”.

Y ataca directamente a los funcionarios Lavagna, de la Secretaría Legal y Administrativa, dirigidos por entonces por Eduardo Pérez, secretario del área, por haber accedido a homologar una deuda cuestionada.

Un mensaje a Duhalde

Dos semanas atrás, Lavagna se dejó fotografiar almorzando con Eduardo Duhalde en el Plaza, como una señal de su vuelta al entorno de este último.
En el proyecto presidencial duhaldista, Lavagna es un comodín: suena para Jefe de Gobierno porteño, Jefe de Gabinete, Ministro de Economía, etc.

Todo esto es sólo probable, pero lo cierto es que Lavagna ya no pisa Olivos y que, en su tono mesurado, está cada vez más crítico del rumbo que está tomando el kirchnerismo.

Luego de prácticamente empatar con Elisa Carrió en la presidencial del 2007, el fundador de Ecolatina cometió el error de visitar la residencia y sacarse fotos amistosas con Kirchner, lo que le habría hecho perder credibilidad como referente opositor.

Ahora los Kirchner ya no estarían pensando en invitarlo a Olivos sino a un lugar menos cálido como es Comodoro Py.

La semana pasada, el juez federal Claudio Bonadío incluyó a Ecolatina en la lista de consultoras económicas de la City allanadas en busca de pruebas de compra de información reservada a Roberto Larosa.

En el lenguaje K, este paso marcaría que Lavagna entró en la lista negra, de la cual es muy difícil salir.
Con su habitual pasión lúdica, el kirchnerismo estaría pensando ahora en redoblar la apuesta y empujar el procesamiento de Lavagna por el caso Greco.

La jugada serviría para amedrentar al arco opositor -sobre todo a los peronistas que se alejaron de la Casa Rosada- y también para distraer de la avalancha de los negociados con el chavismo.

[1] Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseados...

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador...

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