"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 4 de julio de 2010

HECHOS Y CONCEPTO - Parte I

La ciencia moderna sostiene un saber estricto.
Posiblemente más pequeño, acotado, pero seguro.
Un saber probado y que no se puede falsar.

¿Y cuál es la prueba?
La experimentación, es decir el resultado que arroja esa prueba, que se puede experimentar y observar, siempre, en todo tiempo y lugar con los mismos resultados.
Cuando los resultados son constantes, se dice que la prueba tiene carácter de rigurosa y científica. Ya es una verdad científica.

Probamos hechos concretos con resultados idénticos.
Hemos demostrado un conocimiento. Le dimos carta de verdad.
Sin embargo, esa prueba, fue obtenida mediante una experiencia que ha sido previamente ordenada y determinada.

Toda prueba tiene un fundamento, un orden, una intención y proyecta una finalidad.
Hay un modo de realizar la experiencia que esta íntimamente vinculado a la determinación conceptual de los hechos, y como se aplica dicha prueba a la fundamentación.

Es decir la prueba de los hechos depende del modo como se aplican los conceptos a dicha prueba.

El resultado de la experiencia estará entonces determinado por el concepto motriz de la prueba.

Hay algo más, las pruebas están determinadas en general cuantitativamente.

Son mensurables.

Tienen una medida diferenciada numéricamente, son un concepto matemático.

Matemática proviene de dos términos griegos que significan lo que se puede aprender.

Por lo que existe una relación estrecha entre la matemática y la filosofía, entre el número y el concepto.
Y de estos con los hechos, por lo que unimos así la ciencia natural, la matemática y la filosofía.

El hecho, el concepto y el número.

Como decía Kant: “en cada doctrina particular de la naturaleza solo se encuentra tanta ciencia auténtica cuanta matemática haya en ella”

El mismo Kant ha sentado un principio imposible de soslayar.

La realidad no la apreciamos tal cual es, sino como se nos aparece.
No vemos la realidad en si misma, sino el fenómeno de la realidad.
Es decir, tal como la vemos con nuestra sensibilidad.

La fenomenología kantiana es un hito, un antes y un después.
Ya no es posible seriamente, ser pre kantiano en este aspecto.

Entonces los hechos que comprobamos son fenoménicos, no los comprobamos en si mismos, sino como los expresamos con nuestra forma de ser, tal como se aparecen y los comprendemos.

No es posible separar hecho y concepto.

El hecho científico, es el hecho en si, apreciado por nuestra sensibilidad y comprobado desde el fenómeno de su aparición.

Por eso, no hay ciencia sin el hombre y para el hombre.

Cualquier disciplina existe en cuanto hay un ser inteligente y racional que la estudia.

Una cosa es la naturaleza, el hecho en sí, y otra la disciplina, el estudio la sistematización de esa naturaleza y de esos hechos que hace a la ciencia.

De allí la filosofía, por la necesidad del hombre de comprender más allá del fenómeno.
De entender la cosa en sí, de apreciar las causas, los principios y la pura realidad.

Volvemos al comienzo, porque elaboramos conceptos, sobre los hechos para comprobarlos y posiblemente antes de conocerlos.
El pensamiento del hombre es el nudo, la unión entre los hechos y los conceptos que elabora su razón.

Como en la dialéctica hegeliana, los opone, los confronta, los sintetiza para volver a establecerlos como un superación, porque la existencia es progreso, conocimiento cada vez mayor, formas y esencias que se conjugan en el hombre.

Porque el hombre es filósofo y ama la sabiduría.
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HECHOS Y CONCEPTO - Parte II

La filosofía es un término griego que significa amor a la sabiduría

El filósofo busca el saber. Es aquel cuya tarea es encontrarlo. Su vida es búsqueda.

El primer problema de la filosofía es el conocimiento. ¿qué es? ¿en que se funda? ¿cómo se logra? ¿cómo se sabe que es verdadero?

Conocimiento y saber son términos que provienen del griego y en el período clásico se trataban los problemas gnoseológicos en relación con los ontológicos.

El conocimiento y la realidad formaban una pregunta común y el saber se traducía como ciencia.

Preguntarse ¿Qué es conocer?, significaba definir el término y la definición de conocer era: saber como es

Se conoce cuando se identifica lo que se conoce, se puede aislarlo intelectualmente del resto del universo y se puede reconocerlo una y otra vez.

Re-conocer como volver a conocerlo.

Conocer sería el conocimiento inmediato por contacto o presencia directa y saber el conocimiento indirecto, mediato por descripción.

Pero en general conocer se entiende como “se conoce o sabe que”

Y el problema es la diferencia entre la opinión verdadera y el conocimiento que ya planteara Platón cuando desechaba la Doxa (opinión) y aceptaba el juicio.

El conocimiento no necesita de acción alguna en su proceso.

Es posible que no se pueda saber sin que intervenga un proceso neurofisiológico pero el análisis de “S” sabe que “p” no es neurofisiológico.

“Se” no es descriptivo y sería una acción lingüística no sometida al criterio de verdad o falsedad.

¿Puede el “saber que” llevar al “saber como”?

Emtrariamos en el problema de la comunicación y presentar el conocimiento como referido a otro.

Al decir de los escolásticos en orden a otro y ese otro sería su contenido lógico.


Elías D. Galati - wolfie@speedy.com.ar

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