Normalizar Relaciones, con previa evaluación psiquiátrica... recomienda Uriel Ortiz Soto
Por Uriel Ortiz Soto / Fuente: GENTIUNO.com
Para evitar caer nuevamente en vacíos y falsas provocaciones, quienes vayan a interceder en la normalización de las Relaciones Colombo - Venezolanas, deben partir de la premisa, que lo primero que debe hacerse para bien de las partes es pedir al presidente Chávez, se someta a una evaluación, siquiátrico – política, con el fin de detectar el porqué su estado de ánimo se ve afectado frecuentemente con comportamientos violentos, inventándose todo tipo de diatribas, - propias de personas demenciales -, contra quienes cree son sus enemigos, sin realmente serlo.
No es exagerado decir, que la crisis generada con Venezuela, no es de gobierno, ni de los hermanos venezolanos.
Es sencillamente la obra de un individuo desquiciado mental, con ínfulas de ser la reencarnación del Libertador Simón Bolívar, que desgraciadamente fue elegido presidente.
Desde entonces, día a día, su enfermedad de delirios de persecución y amagos de guerra, se está acrecentando más, armándose hasta los dientes contra un enemigo imaginario que solo existe en los entresijos de su personalidad.
Eso de volver a restablecer las relaciones con simples sonrisas y palmaditas en el hombro, es faltarles al respecto a nuestros conciudadanos, de ambos Países, que ya están mamados de tanta camorra de tan indeseable personaje.
Debemos tener claro, que uno de los desquiciamientos mentales de Chávez, - como todo loco tiene su objetivo-, es Colombia.
Quiere que le elijamos un presidente que se arrodille a sus pies, para luego echarnos por lo despeñaderos de la perdición, exigiendo que lo acompañemos en sus aventuras de la Revolución Bolivariana, que ni el mismo la entiende.
No olvidemos, que con Chávez, no se puede avizorar mañana, ni tarde.
Todas las veinticuatro horas son hábiles, para que cambie varias veces de rumbo. “Quién no se le someta se va al carajo”
Ante las evidencias presentadas por nuestro Embajador en la OEA, de que Venezuela es refugio de narco - guerrilleros y delincuentes, con el patrocinio del gobierno Venezolano; Colombia no puede quedarse callada, hacerlo, sería empezar a perder su dignidad y soberanía.
Es imprescindible para que todo se normalice, además de la evaluación siquiátrico - política, que acepte la comisión de la OEA, para visitar y verificar la existencia de los campamentos guerrilleros dispersos por varios regiones del territorio Venezolano; se comprometa a destruirlos y finalmente entregar a las autoridades los narcoterroristas y delincuentes que está albergando en su territorio.
El entrante presidente, Juan Manuel Santos, debe tener claro, que no la va a tener fácil con Chávez.
Recordemos, durante su campaña presidencial, todas las ofensas que le hizo.
Sabemos que se trata de un personaje mediático, grosero, con infundados delirios de grandeza, de poder y de persecución, que lo han llevado a producir los más extravagantes comportamientos, propios de una paranoia subyacente, anclada en el universo cerebral de su ser, que solo los más experimentados siquiatras sabrán desentrañar adecuadamente.
Si los presidentes que lo rodean y adulan para beneficiarse de las prebendas petroleras que les hace a espaldas de sus gobernados, modificaran sus posturas como verdaderos Jefes de Estado, entrarían en razón, y evitarían una posible catástrofe, muy posiblemente contra Colombia.
Así se darían cuenta, que, más vale a tiempo un tratamiento, siquiátrico – político, que tener que lamentar una desgracia de incalculables consecuencias.
Hay que aceptar, con excepción de su séquito de aduladores, que el hermano Pueblo Venezolano, se encuentra más encañonado, que gobernado por este personaje, que las veinticuatro horas del día se la pasa cazando enemigos imaginarios para declararles la guerra, haciendo alarde de los US$25.000.000.000, de dólares que ha invertido en todo tipo de armamento injustificadamente.
Como consecuencia de todo este desorden, es sorprendente el cuadro desolador que presentan los medios de comunicación, cuando anuncian que las estanterías de los principales supermercados, se encuentran desprovistas de artículos de primera necesidad.
Da angustia ver los ciudadanos haciendo interminables colas para proveerse de productos que hasta hace dos años fueron de suficiente oferta y demanda, gracia a que las exportaciones Colombianas los abastecían, pero, que dadas las medidas retaliatarias y unipersonales de Chávez, sumado a la tardanza en los pagos a través de Cadivi, todo se ha complicado.
El Pueblo Colombo – Venezolano, debe ser consciente que somos un solo País, que estamos separados únicamente por una franja fronteriza; que tenemos unas mismas costumbres y una misma idiosincrasia, cocidas a nuestra propia cuna de libertad e independencia; por lo tanto, debemos despertar del letargo de la Revolución Bolivariana, en que pretende meternos tan pintoresco presidente; porque de continuar como vamos, en muy pocos días estaremos tocando en conjunto las puertas de nuestra propia desgracia para defendernos de sus monstruosidades y desaciertos.
Hay que reconocer en el presidente Álvaro Uribe, la prudencia que ha tenido para soportarlo durante casi ocho años, no ha pasado semana sin que las emprenda contra Colombia, ultrajando de paso la dignidad Presidencial.
Hay que aceptar que los únicos que tienen la solución en la mano, para poner fin a semejante pesadilla, son los hermanos de Venezuela, que para el mes de septiembre tienen la oportunidad de manifestarse en las urnas en contra de las políticas absurdas de su actual presidente y su séquito de aduladores.
Uriel Ortiz Soto
Columnista de prensa
Analista colombiano
urielos@cable.net.co
urielos@telmex.net.co
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