"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 29 de octubre de 2010

Al gobierno republicano lo forman los tres poderes

Eloy Soneyra
Fuente: Fundación ATLAS 1853

Considero que un equívoco grave llamar gobierno al Poder Ejecutivo, pues hacerlo, induce por un lado a pedirle acciones legislaciones y judiciales, que no le competen y por otra parte en forma lenta o rápida conduce por aquello del Estado soy yo, a gobiernos autocráticos (gobierno por el sí mismo).

Resulta frecuente que legisladores critiquen una acción del ejecutivo diciendo "Este gobierno..." como si ellos no lo fueran. Hecho grave pues cuando alguien siente que no es parte de algo, termina no siendo parte de ese algo.
Es más Indalecio Gómez el ministro del Interior de Roque Saenz Peña, cuando
defendió la ley del voto universal, secreto y obligatorio señaló en la Cámara “ Antes que la necesidad de que los gobiernos tengan diputados, existe la necesidad de que el pueblo haga sus diputados”

Muchos medios inducen a la población al mismo error, cuando por ejemplo destinan al gobierno una crítica a una disposición ministerial o burocrática, cuando debió señalarse como equivocado al ministro o funcionario pertinente, con lo cual el necesario reclamo de los representados a sus representantes muy rara vez se cumple, a la vez que se lleva a la sociedad a esperar desatinadamente todo del ejecutivo.

Cuando le preguntaron a Confucio, que se le debe pedir al gobernante señaló:
- Que hable bien; pues quien no habla bien no piensa bien; quien no piensa bien no hace bien y cuando el gobernante no hace bien, el pueblo sufre.

Cada uno de nosotros es gobernante de nuestras vidas, si hablamos mal, pensaremos mal y así llegaremos por ejemplo a creer que es gobierno quien lo es solo parcialmente, dejando de exigirle al poder legislativo y judicial el cumplimiento de sus funciones, con lo que el ejecutivo hará lo que quiera, porque es lo que siente la gente.

En psicología se dice “ El nombre conforma al hombre” , así en la vida cotidiana advertimos que el "Gordo" en la familia o entre amigos responde al apelativo cotidiano de gordo; y en la historia vemos engrandecer a los jefes de estado, llamando “ Lord Protector” a Cromwell” , “ Mariscal” a Tito, “ Líder” a Perón, "Generalísimo” a Franco, “ Führer” a Hitler, “ Canciller de Hierro” a Bismark, como antes en Roma a Augusto se lo llamó “ Primero de los Senadores” y luego “ Padre de la Patria”
En fin una serie de malas consignas verbales que vuelve a gobernantes y gobernados, en tiranos y tiranizados.

Hecho grave del mal hablar, que se repite al llamar a nuestro país Argentina, en lugar de “ República Argentina” como lo establece la Constitución; como una forma velada de escamotear en forma subliminal la forma republicana de gobierno.

Por último como hay quienes creen que el vicepresidente forma parte del ejecutivo les recordamos que por el artículo 87º de la Constitución Nacional el Poder Ejecutivo es unipersonal y cae sobre la Persona del Presidente de la Nación, y por el 57º el vicepresidente es Presidente del Senado, por ende es parte del poder legislativo, y no tiene voto salvo que haya empate en la votación.
Por eso el vicepresidente puede constitucionalmente votar en contra de un proyecto del ejecutivo, porque no es una figura que marcha al paso del presidente, en este caso aportó en las últimas elecciones presidenciales algo cercano al millón y medio de votos de radicales K.

Las mesas pueden tener una pata, pero los gobiernos republicanos para mantenerse democráticos deben tener las tres: el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial; mostrándolas mandatarios y funcionarios desde la correcta expresión verbal, hasta la precisa acción concreta, asumiendo la responsabilidad que le corresponde al poder de pertenencia, especialmente la de legislar en forma independiente y juzgar acorde con las leyes vigentes, actuando ambos poderes sin seguir el dictamen interesado de otro poder

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