"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 18 de julio de 2011

… y otra vez se chorrearon frente al envalentonado traidor


Trinchera
Por Eleonora Bruzual

Luis Ugalde este pasado jueves 14 de julio publicó en El Nacional de Venezuela, un artículo que tituló Emergencia Nacional. Allí se refería con énfasis a la dolencia de Hugo Chávez, padecimiento que asegura “…puso en evidencia la grave enfermedad nacional. La salud de las personas la encomendamos a los médicos, y la acompañamos con buenos deseos y oraciones. La salud de la nación exige un cambio profundo en el gobierno, en la oposición y en la nación entera, para salir con bien”

Lúcida reflexión la de este sacerdote jesuita que por años fue el Rector de la Universidad Católica Andrés Bello y que debería sacudir la aterradora resignación de muchos políticos que se llaman opositores y que ni siquiera son capaces desde curules logradas por los votos de cientos de miles de venezolanos, oponerse y luchar contra la violación tenaz a nuestra constitución y a nuestras leyes por parte de un militar que comanda una montonera mandante al servicio de dos tiranos cubanos adueñados ahora de la soberanía, los recursos y el presente de este país traicionado y mancillado.

Hugo Chávez ha aprovechado la enfermedad –sea real o fingida- para trasladar a La Habana ya sin rodeos ni disimulos, la sede del gobierno de esto que alguna vez se llamó Venezuela y que cada vez más merece llamarse Cubazuela.
Por unanimidad –algo inaudito- esa Asamblea Nacional, donde todos saben que hay un 52% de opositores aunque las matemáticas rojas lo convirtieran en el 48%, le aprobó a Chávez irse a Cuba, con el cuento de hacerse allá en tratamiento a un cáncer que sólo él y su amo Fidel conocen, diagnosticaron y parece que tratan…
Esa bancada opositora es ahora cómplice también de este militar traidor que viola e irrespeta la Constitución y la patria.

Imagino que la inseguridad de estos líderes opositores surgidos de un tiempo de pobrezas morales, institucionales, intelectuales les llevó a semejante exabrupto.
Toda la fuerza moral y racional tenían para haberse opuesto a este irrespeto.
Venezuela no es un terreno salvaje, Venezuela es mil veces más avanzada, moderna y dotada que esa Cuba ruinosa y decadente después de 52 años de tiranía castrista.
Venezuela posee grandes clínicas privadas, únicos centros de salud que aún sobreviven al plan castrista de liquidar la medicina venezolana y someternos con la farsa de la de ellos, fraudulenta y desactualizada. Venezuela posee aún maravillosos profesionales de la medicina, reconocidos internacionalmente, por todo esto, no era necesario y es inaceptable lo que estos pusilánimes politiquillos opositores han hecho.

Demuestran con esta acción el terror que le tienen a Hugo Chávez y la falta de entereza para oponérseles, obligarlo a respetar constitución y leyes e impedir que Venezuela siga degradándose en manos de esta montonera castrocomunista depravada y vergonzante.

El sacerdote Luis Ugalde precisa la terrible realidad que vivimos cuando escribe:
“Las emergencias se producen con la irrupción de hechos inesperados. Venezuela ha sido sorprendida por un terremoto político de grandes dimensiones, que ha puesto en evidencia las deformaciones, la política anticonstitucional y la ruina de aspectos vitales del país…”

Creo yo que cuando este reflexivo pensador habla de terremoto político, engloba este caos que alimentan chavistas y torpes opositores.
Inaudito que se queden con cara de “Yo no fui”, una vez aprobado servilmente también por ellos los diputados de la oposición, la salida rumbo a Cuba de Hugo Chávez, y que éste les dedique burlonamente un insulto, donde hasta se da el lujo de llamarlos representantes de dictaduras del pasado.

Ugalde nos dice en su artículo que “el terremoto dejó al desnudo el desgobierno, la ineficacia nacional e internacional, la pobreza y el abandono de la población. El terremoto no depende de nosotros, pero el reconocimiento de las fallas y la  reconstrucción sí”

Pero esto no les llega a esos que el sábado pasado se sintieron aterrados de molestar al neotirano y le aprobaron su traslado nuevamente a cogobernar desde Cuba con los tiranos Castro.
Ugalde también resalta que “En el Bicentenario de la fundación de la República de Venezuela la enfermedad del Presidente pone en evidencia que el país está profundamente enfermo y la democracia en agonía…” y cada día –agrego yo- esa dolencia agravará el cuerpo enfermo de una sociedad huérfana de líderes, de conductores.
Carenciada de los más elementales valores éticos y patrios.

Sigo dudando de ese cáncer que sólo conocen Fidel y el “Enfermito” pero no dudo del cáncer que se come a Venezuela, que hizo metástasis y condena a una inexorable muerte de la Libertad y la  felicidad a esta pobre patria traicionada.

Fuente: GENTIUNO

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