Centro de Estudios Regionales –
Informe Nº 3150811
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El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad. - Albert Einstein
En Brasil por ahora aceptan a Dilma Rousseff, pero extrañan a Lula
Diversas empresas encuestadoras llevaron a cabo tareas de investigación sobre la opinión pública relacionadas al Gobierno Federal del Brasil y especialmente en la figura de su presidente, Dilma Rousseff. En primer término la empresa “CNT/Sensus” presentó su trabajo donde Dilma obtuvo una evaluación positiva del 49,2 %, mientras que un 37,1% dijo que el Gobierno le parece regular; solamente al 9,3% le pareció malo. El desempeño personal de la presidente fue aprobado por el 70,2% de los entrevistados, mientras que un 21,1% la desaprobó.
Sin embargo, Sensus trazó una comparación del gobierno actual con el anterior, presidido por Luiz Inácio Lula da Silva. Para un 11,5% de los entrevistados, el gobierno de Rousseff es mejor, un 38,1% considera que ambos son iguales y el 45,4% cree que es peor al de Lula.
Otro ítem importante fue los diversos casos de corrupción; acá el 62,9 % dijo que esas denuncias no afectarán en nada a la jefa de Estado, mientras que para un 25,7 % sí sufrirá en términos de popularidad y de apoyo.
En lo económico, el 79,2 % de los entrevistados dijo aprobar la forma en que el Gobierno se comporta en relación a la crisis global; mientras que un 13,6 % lo criticó.
Para el sondeo esta empresa encuestó a 2.000 personas en 136 ciudades de 24 estados brasileros entre el 7 y el 12 de agosto. El margen de error del estudio es de 2,2 puntos porcentuales.
En tanto otras firmas también participaron, y fue así que en el mes de Julio pasado, un sondeo de la empresa “CNI/Ibope” mostró que un 48% de los entrevistados evaluaron positivamente al Gobierno de Rousseff. Ese mismo porcentaje fue obtenido por “Datafolha”, la cual realizó su encuesta entre el 2 y el 5 de agosto.
“Coalición política en peligro I”.
La crisis política en Brasil comienza a estar fuera de control por las diarias y nuevas acusaciones de sobornos.
Aunque los mercados financieros han sorteado la crisis esto podría cambiar si surgen nuevas acusaciones que involucren al círculo interno de Rousseff o si dentro del Congreso traten de sabotear su política económica.
Reportes de medios de comunicación detallaron nuevas acusaciones de corrupción o supuesta malversación que involucran a cinco miembros del Gobierno, entre ellos su jefa de Gabinete, además de los ministros de Ciudades, Turismo, Comunicaciones y Relaciones Institucionales.
Esa situación elevó el riesgo de más salidas del Gobierno, que ya ha cambiado a cuatro ministros desde el mes de junio pasado.
El punto de partida de esta crisis política fue la decisión de Rousseff, poco después de asumir su mandato el 1 de enero, de recortar U$S 30.000.000.000 del presupuesto del 2011. Buena parte de esta medida cayó sobre los denominados “fondos discrecionales” que son considerados un beneficio sagrado por parte de los miembros del Congreso Federal.
Si bien la medida ayudo a prevenir que la inflación se salga de control, también enfureció a partidos de la coalición, los cuales se habían acostumbrado, durante la larga bonanza económica bajo el Gobierno de Lula da Silva, a que les entregaran recursos sin ningún tipo de problemas.
La economía se ha desacelerado más de lo previsto en meses recientes, lo que ha aumentado las tensiones en la medida en que los legisladores luchan por controlar menores recursos. Es así que el Partido Movimiento Democrático Brasilero (PMDB), el principal aliado, viene reclamando por estos recortes, donde los líderes del partido dicen que han caído desproporcionadamente sobre ellos.
En una señal de que Rousseff está tratando de aliviar las tensiones, su Gobierno hizo saber que liberará alrededor de R$ 1.000.000.000 a los legisladores, para que estos financien proyectos discrecionales. Paralelamente algunos funcionarios cercanos a la Presidente les preocupaban que legisladores de su propia coalición puedan retrasar su reforma económica o aprobar nuevos proyectos de ley de gastos, complicando la lucha del Gobierno contra la inflación.
Para muchos el problema político radica en la manera en la que Rousseff ha enfrentado los casos de corrupción. Diferente a Lula, ella ha hecho poco o nada para preservar a los acusados, a medida que los hechos van volviendo insostenible su posición.
Una gran parte de los petistas parecen incómodos con la manera en que la presidente ha tratado el tema de la corrupción y demuestran temer que la “limpieza” (como se ha llamado en la opinión pública la salida de los sospechosos de corrupción) se aproxime más a ellos.
Por lo tanto, aunque sólo uno de los once partidos (el Partido de la República) de la coalición que apoya al Gobierno en el Congreso ha abandonado la base aliada, el clima de recelo e insatisfacción se convierte en previsibles inestabilidades, en especial si la economía -cómo se sospecha- va a presentar más problemas debido a la crisis global.
Hay señales de que muchas denuncias de corrupción pueden haber sido el resultado de desavenencias internas en el enorme y muy heterogéneo aglomerado político que da sustento al Gobierno.
La actual presidente, al contrario de su antecesor, no demuestra deseo o talento para controlar las microdisputas que ocurren diariamente por espacio, poder, ventajas, cargos, preferencias…
Esa manera de actuar puede estar rindiéndole buenos frutos entre la opinión pública, el empresariado y la oposición, pero puede costarle mucho entre los aliados, indispensables para la mantención del poder en el Congreso.
A pesar de todo, no existe ningún indicio fuerte de que se pueda estar cerca de una situación de ruptura. El principal partido aliado al PT, el PMDB, al que pertenecían dos de los cuatro ministros que cayeron, todo indica que continua al lado de Dilma, así como el PT y los otros partidos de la base.
Sin embargo aumentan los rumores de que Dilma tal vez no dispute la reelección por deseo propio o decisión del PT. Muchos militantes del oficialistas no esconden su nostalgia por el ex presidente Lula, quien cuenta con las condiciones legales para volver a presentarse a la presidencia en 2014 y que no ha dejado en estos ocho meses de aparecer con frecuencia en las noticias políticas, con declaraciones sobre varios asuntos.
Economía.
La inflación pesa sobre la microeconomía familiar.
Según datos oficiales, los precios al consumidor se incrementaron más de lo esperado en un mes, con una inflación en 12 meses que sigue superando la meta del Gobierno.
Las cifras empujaron al alza los rendimientos de los contratos a futuro de tasas de interés, dado que los inversores consideraron que el Banco Central tendrá que adoptar una postura más dura para combatir la inflación.
El Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE), organismo oficial idéntico al INDEC en la Argentina, dio a conocer que el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) se elevó un 0,27% tomando como parámetro un mes hasta el 15 de agosto próximo pasado. En realidad el gobierno esperaba que el índice se ubicara en un 0,19%, según la mediana de las estimaciones de economistas en un sondeo que realizó la empresa “Reuters”, que fluctuaron entre un 0,15% y un 0,24%.
Tomando un año hasta mediados del presente mes, el IPCA se aceleró a un 7,10%, bien por encima del centro del rango meta del Gobierno del 4,5% anual con una tolerancia de más o menos dos puntos porcentuales.
La inflación se ha convertido en un tema espinoso en Brasil, donde la presidenta Dilma Rousseff ha convertido en prioridad frenar las alzas de los precios, que han golpeado específicamente a su base de votantes de bajos ingresos.
El Banco Central ha elevado la tasa de interés referencial, Selic, en cinco oportunidades este año, a un 12,50% desde un 10,75% a fines del 2010, en un intento por frenar la inflación.
Hace pocas semanas, los economistas estimaban que el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central elevaría la tasa Selic una vez más este año, a un 12,75%.
Sin embargo, los rendimientos de los futuros de tasas de interés comenzaron a caer por preocupaciones de que una crisis económica global pueda pesar sobre el crecimiento.
Se espera que la economía brasilera se desacelere desde una “insustentable” expansión del 7,5% del año pasado a entre un 3% y un 4% por ciento en el 2011, menos de lo que muchos esperaban a principios de año.
No obstante, la inflación se ha mantenido por sobre el rango meta del Gobierno desde abril, lo que ha aumentado las preocupaciones de que la tasa de interés deba subir aún más, pese a que la expansión económica se está desacelerando.
Petrobras incremento sus riquezas.
La empresa petrolera estatal brasilera “Petrobras” obtuvo en el primer semestre del año un beneficio neto de R$ 21.930.000.000 (U$S 13.749.000.000), que representa un aumento del 37% frente al mismo período del año 2010.
El resultado es parte del aumento en las ventas, las cuales fueron del 12%, impulsadas por el crecimiento del 2% en la producción nacional de crudo y gas natural y, principalmente, por el aumento en el volumen vendido de derivados (9,0%) y gas natural (7,0%) en el mercado interno”.
Los derivados y el gas natural, fueron “comercializados a precios más elevados como respuesta al aumento del 5 % del precio promedio de producción”. La facturación entre enero y junio de este año fue de R$ 116.269.000.000 (U$S 72.895.000.000).
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los R$ 32.233.000.000 (U$S 20.208.000.000), un 4% más en el mismo comparativo.
En el segundo trimestre, la firma registró un beneficio neto de R$ 10.940.000.000 (U$S 6.858.000.000), que equivalen a un 32% más al obtenido en el período abril-junio del año pasado.
En la misma comparación trimestral, el beneficio bruto de explotación avanzó el 1,33%, hasta los R$ 16.100.000.000 (U$S 10.094.000.000).
Entre abril y junio de 2011, Petrobras facturó R$ 61.469.000.000 (U$S 38.538.000.000), cifra superior en un 14,6% a la obtenida en el segundo trimestre del año pasado.
Las inversiones en el semestre alcanzaron los R$ 32.000.000.000 (U$S 20.062.000.000), que suponen un 16% menos a la cifra desembolsada para ese propósito en el período enero-junio de 2010.
Según la empresa, las inversiones fueron destinadas “principalmente” para las áreas de exploración, producción y abastecimiento, que juntas representaron el 84% de ese volumen, la mayor parte financiado por la generación de caja.
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