Después de que se registraron tiroteos con delincuentes en las favelas de Río de Janeiro, el Ejército brasileño decidió reforzar su presencia y anunció la ocupación por tiempo indeterminado del Complexo do Alemao.
Los vehículos blindados del Ejército brasileño entraron al Complexo do Alemao - AP
El Ejército brasileño reforzó su presencia en las favelas del Complexo do Alemao, tras registrarse una serie de tiroteos con delincuentes anoche, con la intención de controlar la zona antes de la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Varios vehículos blindados del Ejército y coches de la Policía Militar entraron al Complexo durante el día de hoy.
Cerca de 100 fusileros navales apoyaron a los militares de la fuerza que ocupa desde noviembre pasado el Complexo do Alemao, un conjunto de favelas al norte de Río de Janeiro que las autoridades consideraban "pacificado", indicó el Ejército en un comunicado citado por el diario O Globo.
La Policía Militar anunció la ocupación con unos 50 efectivos de las favelas situadas en los morros de Baiana y Adeus -parte del Complexo do Alemao- por tiempo indeterminado y donde no hay presencia de tropas federales.
Según trascendió, una joven murió al ser alcanzada por una bala perdida, pero las autoridades oficiales no confirmaron la información.
La Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro indicó que los tiroteos fueron provocados por el cierre de un punto de venta clandestina de gas que pertenecería al hermano de un conocido traficante del Complexo do Alemao, así como al reciente anuncio de que el Ejército permanecerá en el área hasta 2012.
El domingo ya se había registrado un enfrentamiento entre unos 80 soldados y cerca de 20 habitantes de Alemao, en el que resultaron heridas 12 personas, de las cuales dos son militares.
El Complexo do Alemao fue ocupado por la Policía en noviembre, en una operación en la que participaron 2.200 efectivos de seguridad, luego de una ola de ataques de traficantes a puestos policiales y vehículos con un saldo de 37 muertos.
Las autoridades del estado de Río, uno de los más violentos del país por el número de asesinatos, iniciaron en 2008 una carrera contrarreloj para mejorar la seguridad en la ciudad antes de la Copa del Mundo de 2014. El objetivo se profundizó con la nominación para albergar los Juegos Olímpicos de 2016.
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