Del computador al pizarrón
Investigaciones inéditas muestran cuando y cómo la tecnología funciona realmente en las escuelas
Pocos segundos después de sonar el timbre que anunciaba el inicio de las clases, los alumnos de 1er año de enseñanza media comenzaron a entrar a la clase de la profesora Leika Procopiak.
Cada uno cargando su propia Laptop traída de la casa
Cuando se acomodaron en los escritorios, ninguno de ellos saco cuaderno o un libro de sus mochilas.
Abrieron sus computadoras, se conectaron a Internet (sin hilo y de alta velocidad) y ya estaban listos para aprender la lección del día: FOTOSÍNTESIS
- “Cada dupla decide que actividades hará hoy", dice la profesora en el inicio de la clase.
Sin usar el pizarrón y moviéndose por el salón de clase, Leika pasó los 80 minutos siguientes orientando las investigaciones de los alumnos en las bases de datos internacionales on-line sobre fuentes de energía. Ayudó a hacer simulaciones gráficas de cómo las variaciones de la luz y de la temperatura pueden afectar el resultado de la fotosíntesis.
Corrigió ejercicios propuestos a partir de vídeos que vieron en los sitios especializados en la web. Después, cada dupla de alumnos redactó un informe que compartieron con los compañeros y con la profesora del servicio de archivos on-line Google Docs.
Sonó el timbre anunciando el fin de la clase y de la mochila no salió un solo cuaderno.
Esa clase aconteció en la Graded School, una de las mejores escuelas de San Pablo (Brasil)
Es el tipo de actividades que sueñan padres deslumbrados por la parafernalia tecnológica que actualmente es alardeada por colegios privados.
Escuelas que muchas veces cobran mensualidades muy altas para eso.
Hace más de 25 años se intenta comprobar la eficacia del uso de la tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Pero después de tanto tiempo y de tanto marketing todavía está presente la pregunta:
¿Usar tecnología para enseñar hace que los alumnos aprendan más?
La respuesta es sí.
Dos estudios inéditos demostraron como la tecnología ayudó a mejorar las calificaciones de los alumnos de la red pública.
La Fundación Carlos Chaga (FCC) acaba de concluir una evaluación de los alumnos de todas las escuelas del estado del municipio de José de Freitas, del interior de Piauí, que desde el inicio del 2009 estudian con el apoyo de pizarrones interactivos y laptops individuales y software educativos.
De acuerdo con el estudio, esos alumnos mejoraron el promedio de Matemáticas en 8,3 puntos, y los que no usaron la tecnología avanzaron solo el 0,2 puntos.
El segundo estudio de la Unesco, brazo de las Naciones Unidas, para la educación, evaluó el desempeño de alumnos de escuelas públicas de Hortolándia en San Pablo, que usaron aulas con pizarrón digital y un computador por alumno.
El avance fue de dos a siete veces en relación a los alumnos de aulas comunes.
El éxito, entonces, depende de cómo la tecnología es usada.
No adelanta nada cambiar el cuaderno por la notebook o tablets, sin tener estrategias y contenidos para usarlos.
Eso quedó muy claro en algunos fracasos con el uso de los computadores.
El Banco Mundial divulgó, a fines del año pasado, la evaluación de un programa del gobierno colombiano que distribuyó máquinas para 2 millones de alumnos.
El impacto en las calificaciones de español y matemática fue próximo al cero.
En algunos casos, las calificaciones hasta empeoraron después de la llegada de aquellas máquinas.
En el 2007, una investigación del Ministerio de Educación de Brasil mostró que alumnos que estudiaron, tres años, en escuelas con computador estaban por lo menos seis meses atrasados en el aprendizaje con relación a los otros.
En ambos casos, los investigadores se limitaron a observar si había computadoras en las escuelas.
En ningún momento evaluaron si las máquinas eran usadas para dar algún contenido, además de los cursos de procesadores de textos y planillas.
Es por eso que, en los países más adelantados la implantación de la tecnología es la discusión hoy de cómo usarla y de la mejor manera.
En los países ricos, la cuestión del acceso a las máquinas fue superada.
Cerca del 97 % de la red pública americana tiene un computador por alumno.
Alemania, más de 30 mil escuelas están equipadas desde el 2001.
Pero, después de tanto tiempo usando el computador en las aulas, las estadísticas de aprendizaje nacionales no mejoraron significativamente.
La pregunta es cómo usar la tecnología de una forma diferente.
Inglaterra creó un departamento solo para investigar y evaluar el uso innovador de la tecnología en el aula. En Corea del Sur el gobierno percibió, sin un contenido curricular fuertemente relacionado a la tecnología, que ella tendría poco efecto.
Comenzó entonces a producir nuevos materiales didácticos para las computadoras.
“Todavía tenemos que concebir el papel de la tecnología como algo que solo basta el acceso del alumno y las cosas van a mejorar” afirma el norteamericano Mark Weston, estrateguita educacional de fabrica de computadoras Dell.
“Esa era la idea hace 30 años, pero ahora sabemos que también es preciso tener buenas prácticas de enseñanza”.
A continuación detallamos cinco prácticas que ayudan a la tecnología a enseñar.
1º) SABER PARA QUE USAR LA TECNOLOGÍA.
La tecnología precisa ser usada con un propósito.
La profesora Leika, de la escuela Graded School planificó el aula descripta al comienzo de esta nota, porque quería que los alumnos aprendieran en la práctica la teoría que ella había enseñado, de la forma tradicional en la clase anterior.
”Planifiqué en casa e investigué las mejores fuentes para que eso sucediera” dice.
En el aula quien domina la estrategia es el profesor pero también es decisión de la escuela y/o hasta de una red entera, cómo usar determinada tecnología.
En segundo lugar el contenido tecnológico debe complementarse a lo transmitido en la forma tradicional. “No adelanta dar al alumno que lea una computadora el mismo texto que él leería en el libro didáctico o en la apostilla, eso no hará que aprendan más o mejor”, afirma Marcos Telles, director de Dynamic Lab, una empresa de tecnología en educación.
Esa integración entre la tecnología y el contenido de las clases es el mayor desafío de las escuelas.
Las escuelas municipales de Matinhos, Paraná (Brasil), tenían una demanda específica: mejorar las calificaciones de portugués y matemáticas de todos los 3 mil alumnos de la red, con equidad.
Buscaron un software educacional hecho sobre medida para eso.
En la computadora hace actividades interactivas y evoluciona para las más difíciles, de acuerdo con su ritmo de aprendizaje.
“Los alumnos aprenden de formas diferentes y en la enseñanza tradicional, los que están atrás están destinados al fracaso por no recibir el acompañamiento adecuado”, afirma Betina von Staa, investigadora de la Positivo Informática que hace los software educativos. Marcos Vinicyus de Oliveira, de 7 años podría haber sido uno de ellos.
En el 2010, estaba en 2do año y todavía no conseguía leer ni cumplir con las tareas más simples, como copiar la lección del pizarrón.
“Ahora consigo juntar las letras en el computador”, dice. Marcos aprendió a leer y a escribir después de comenzar a usar el programa.
2do. TRANSFORMAR LA FORMA DE DAR CLASES
Para usar cualquier tecnología, de la cámara digital a la computadora, es preciso abandonar la geografía tradicional de la sala de clases, es aquella que coloca al profesor al frente del cuadro y los alumnos anotando todo.
Una de las tecnologías más antiguas en práctica en las escuelas brasileñas y que da resultados buenos es la robótica.
Ella refuerza la idea de enseñar de forma diferente: son las clases en que los alumnos, siempre en grupo, precisan ejecutar un proyecto; programar y montar un robot.
“Aprendí a trabajar en equipo y prestar atención a los pequeños detalles”, dice Cesar Henrique Braga.
Él terminará su primer robot, un vehículo lunar, con otros tres compañeros de 1er año del colegio CCO Vila Yara, en Osasco, San Pablo.
“El alumno precisa aprender a usar el conocimiento para crear”, dice Paulo Blikstein, profesor de la Escuela de Educación de la Universidad Stanford.
Blikstein enseña a los profesores de la red pública de los Estados Unidos a enseñar en ambientes con tecnología.
Para él, la vocación de la tecnología es ayudar en la enseñanza por proyectos.
Esa estrategia parte de los contenidos de la currículo tradicional, como escritura y matemática, para desafiar a los alumnos a ejecutar tareas creativas, como hacer un filme.
Y esas habilidades difícilmente son enseñadas en las aulas tradicionales.
3º CAMBIAR LA RELACIÓN ENTRE PROFESOR Y ALUMNO
Según Blikstein, uno de los mayores desafíos a la hora de usar tecnología y cambiar la práctica y la mentalidad de los profesores.
Eso se manifiesta en el inicio del proyecto en Hortolandia, estudiado por la UNESCO.
Fue elaborado y ejecutado por especialistas en educación de fabricantes de computadoras Dell y de la Secretaría de Estado de Educación de San Pablo.
El objetivo era mejorar el aprendizaje de portugués y matemática de 5.500 alumnos de 1er. y 2do Año de la enseñanza media, de 23 escuelas estatales.
Los salones de clases obtuvieron un computador por alumno y pizarrón digital, con material didáctico digital desarrollado por educadores de La Universidad de San Pablo (USP).
Fue necesario ajustar la metodología.
Las clases no duraban el tiempo necesario planificado.
El material que se había creado para clases de 50 minutos duraba apenas 20 minutos, porque los profesores usaban los pizarrones digitales como si fuese una pizarra negra tradicional.
“Ellos no le daban tiempo a los alumnos para que interactuaran con el pizarrón digital”, dice Marcos Menezes, director del área de educación de Dell para Brasil.
La práctica del profesor también está ligada a su relación con el alumno y su dominio sobre la clase.
La concentración de los alumnos en el aula es uno de los factores más determinante para que de hecho aprendan.
Varias investigaciones y estudios ya se hicieron sobre eso.
Pero no existe una fórmula mágica que garantice que los alumnos se interesen más por cálculos de raíz cuadrada que tener una charla con un compañero.
Pero algunos especialistas dicen e investigan y demuestran que usando la manera correcta, la tecnología puede sí a tener atención.
“Como es un lenguaje que el alumno conoce, el profesor se aproxima con más facilidad”, dice María Elizabeth Almeida, profesora del programa de post graduación en educación curricular de la PUC (Pontificia Universidad Católica) de San Pablo.
4ta FORMAR Y PREPARAR A LOS PROFESORES
En Brasil y en el mundo, la mayoría de los profesores todavía no consiguen justificar el uso de la tecnología en clase.
“Ellos no tienen la formación adecuada para eso”, dice Weston, de Dell.
No por casualidad el proyecto de Hortolandia fue ejecutado por la Escuela de Formación de Profesores del Estado de San Pablo.
“No adelanta colocar tecnología en la escuela sin dar la formación adecuada a los profesores”, dice Vera Cabral, directora de la escuela.
El próximo paso es llevar el proyecto para toda la red y preparar profesores en gran escala.
Hay dos maneras de hacer la formación de los profesores.
La primera es colocar los formadores, monitores especializados en la tecnología y en el contenido, dentro de las salas de clases como hizo un proyecto conjunto del Estado de Piaui, del municipio de José de Freitas, y de la Positivo.
Francisca das Chagas Lopes da Silva dicta clases en el 4to año de una escuela estatal de la ciudad.
Tiene una formación pedagógica y no sabía cómo hacer la planificación diaria de sus clases, y también no aprendió en la facultad a evaluar sus alumnos de otra forma a no ser de la manera tradicional con pruebas bimestrales.
Al participar del proyecto, Francisco comenzó a dictar clases acompañada de monitores.
La planificación de las actividades era parte del entrenamiento, así como registrar todo lo que sucedía en clase para evaluar mejor el desarrollo de los alumnos.
“Aprendí a enseñar usando la tecnología, pero también aprendí a planificar.
Si yo tuviera que planificar una clase cualquiera, de forma tradicional, haría eso ahora mejor que antes” dice.
La segunda estrategia para formar los profesores es más común en las escuelas privadas.
Allí, la formación se produce más por iniciativa de cada profesor que por las que ofrecen los gestores.
En el Beit Yaacov, colegio particular de San Pablo, la estrategia adoptada fue dejar a cargo de los profesores cuándo y qué tecnología usar.
Los profesionales son estimulados a investigar por cuenta propia nuevas tecnologías y las formas de usarlas, inclusive en la enseñanza infantil.
A partir de la experiencia de cada uno lo que da correcto es adoptado por el resto de la escuela y lo que da equivocado se trata de perfeccionarlo.
“Si todos los profesores no se involucran, no habrá como crear y fortalecer una cultura digital dentro de la escuela”, afirma Silvana Del Vecchio, coordinadora de tecnología del colegio.
5to.REFORMAR LA CULTURA DE LA ESCUELA
Ni la tecnología más avanzada consiguió todavía el hecho de cambiar la cultura escolar.
Pero una escuela pública de New York resolvió intentarlo.
La Quest to Learn fue creada para diseñar los juegos Katie Salen, que escribió varios libros sobre el uso de juegos en educación.
Los alumnos aprenden el contenido curricular creando y jugando videogames.
Funcionando hace un año la escuela fue moldeada sobre conceptos muy diferentes: los alumnos no pasan de año sino de fases – como en los juegos -, y no obtienen notas pero si clasificaciones de acuerdo con sus habilidades.
“Creemos que aprender a programar y lidiar con los medios son habilidades centrales para que los jóvenes se expresen y sean competitivos al entrar en la universidad o en el mercado de trabajo”, dice Katie.
La cultura de la enseñanza por la tecnología está en la práctica diaria de los profesores de la Quest to Learn.
“Ellos son entrenados para crear experiencias en las cuales los alumnos puedan aprender haciendo, intentar soluciones y dividir el conocimiento”, dice Katie.
Hasta ahora, los alumnos de la escuela no demostraron calificaciones mejores en las evaluaciones tradiciones, que no miden las tales “habilidades del futuro”.
Sin embargo, si esas experiencias dieran buenos resultados deberían ser usadas como alternativas para mejorar al proceso enseñanza-aprendizaje para todos.
Camila Guimarães
Traducido de la revista “Época” de Brasil
Boletín Info-RIES nº 1102
-
*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 3 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario