"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 2 de octubre de 2011

La política ha muerto

La crisis va a imponer una reconversión de la política y del Estado que no podrá afrontar un gobierno por sí solo

JORDI BARBETA
Barcelona

España está a punto de celebrar las elecciones más tristes de su historia.
Unos van a perder, pero ya están resignados.
En cambio, a los que van a ganar no les llega la camisa al cuello, y no es para menos con lo que se les viene encima.
Por su parte, Catalunya acaba de vivir el debate parlamentario más deprimente de los últimos treinta años. El Govern sólo puede prometer y promete austeridad y la oposición quiere levantar cabeza pero no puede. Los gobiernos democráticos se han quedado sin margen de decisión. 
A lo máximo que pueden aspirar es a administrar miserias, porque la única estrategia que se les permite es pagar lo que deben, que es mucho, con lo que ingresan, que sigue siendo muy poco.
En resumen, la política ha muerto.

Y los datos y los organismos internacionales apuntan que vamos a peor.
En el 2012 España tendrá que pagar 30.000 millones en intereses y Catalunya más de 2.000.
Cuando el PP llegue al gobierno, comprobará que el objetivo de déficit proclamado por sus antecesores no se cumple ni en broma.
La Generalitat sólo podrá confiar en que le presten dinero los catalanes de su propio bolsillo.
Estamos en campaña electoral y, como en la guerra, la primera víctima es la verdad.

La charlatanería quedará superada por la cruda realidad después del 20-N, pero, de momento, observadores financieros advierten que hay déficits generados por infraestructuras absurdas que todavía no se han consignado en el debe del Estado español y que en enero vencen créditos que obligarán a aumentar la deuda y dispararán otra vez la prima de riesgo.
Europa seguirá, como hasta ahora, tomando decisiones tarde, mal y nunca, y no aplicando ninguna.
En estas circunstancias, la política como la hemos conocido hasta ahora va a sufrir una reconversión que ningún gobierno será capaz de afrontarla por sí solo.
De esta situación sólo se sale con todos remando en la misma dirección.
El PP obtendrá seguramente una holgada mayoría absoluta, pero será insuficiente para llevar a cabo las medidas dolorosas que exigirán las circunstancias y cambios constitucionales que abocan a una nueva transición más difícil si cabe que la anterior.

En círculos políticos, financieros e intelectuales de Madrid, va ganando terreno la idea de la gran coalición PP-PSOE, que tampoco es suficiente para resolver el problema.
Los sectores sociales y los territorios excluidos tomarían inmediatamente la calle.
Desde el punto de vista catalán, la realidad pura y dura impedirá a los catalanes seguir pagando al resto de España lo que ya no tienen y España no podrá tirar adelante sin la aportación catalana.
La solución, en este caso, sólo vendrá de un acuerdo al hilo de la reconversión del Estado que salvaguarde la singularidad catalana.
Para remar todos a la vez, no se ve otra alternativa que gobiernos de concentración en España y en Catalunya.
O eso o que salga el sol por Antequera...
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"...y salga el sol por Antequera"

Según los eruditos el dicho se remonta a la toma de Granada por los llamados Reyes Católicos (1492)
Discutían unos caballeros, que no se ponían de acuerdo.
Hasta que uno de ellos, harto, exclamó: “…y que salga el sol por Antequera”
Antequera está al oeste de Granada.
Granada se encuentra al este de Antequera.
El dicho quiere decir: “me da igual, me da lo mismo” (“como si el sol saliera por Antequera”)

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