"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 31 de octubre de 2011

Mi pasión es el cine y busco ayuda...

Después de observar cómo se dilapidan los fondos del INCAA, otorgando subsidios de $ 2,2 millones a películas que fomentan el sentir "nacional y popular", promocionando hasta el cansancio las figuras de Juan Perón y Eva Duarte, (que en paz descansen, a pesar que no los dejan...) y con la posibilidad que echó a rodar la presidenta que dijo sentirse visiblemente emocionada si se llevara a cabo una película sobre su vida y la de Néstor, salvando las distancias, me tomé el atrevimiento de hacer un aporte a esta gran confusión. 

Considero que el siguiente guión puede hacerme merecedor al subsidio otorgado por el organismo de cine oficial, pues con los 1.400 pesos de jubilación que percibo, se hace imposible iniciarme en la producción y dirección cinematográfica. 

Se trata de un relato de ABSOLUTA FICCIÓN, por lo tanto: "Los hechos y personajes son ficticios. Cualquier semejanza con hechos y personas reales es mera coincidencia". 
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DELIRIA, del PARAÍSO AL INFIERNO...
Guión abreviado

Año 2041, la historia se desarrolla en un país, bastante alejado del centro del mundo, llamado "Deliria". 

El gobierno, de este extenso y bello país, rico en materias primas y bendecido por la naturaleza, lleva treinta años liderado por una todavía elegante y venerable anciana. 
Debido a su persuasiva voz, a su sencillez y a su claro dominio de los resortes de la política, la dama que acababa de cumplir 81 años, supo sacar en su momento a Deliria, del infierno de una crisis sin retorno, para elevarlo a la altura de los países más poderosos de la tierra. 

Esta, en realidad, fue la historia oficial repetida hasta el cansancio por el monopolio de medios que utilizaba el estado para propagar sus obras a los cuatro vientos. 
Pero la verdad surgió a través de un desgraciado y luctuoso suceso y las nuevas generaciones de Deliria,:
Descubrieron que no todo era como se lo habían pintado
Fue un golpe muy duro a la credibilidad de la política y de los políticos. 

La soberana de Deliria, durante uno de los millones de discursos que efectuó durante sus treinta años de reinado, sufrió una de sus repetidas lipotimias con tal mala suerte que en la caída se clavó un micrófono en la garganta y pese a los esfuerzos de los médicos que la atendieron rápidamente, se ahogó sin poder decir palabra.

Ese fue el motivo, por el cual, un nuevo partido, surgido de los restos humeantes de una crisis política sin precedentes que desde hacía tres décadas sumergió a los partidos tradicionales transformándolos en bolsas de gatos, prometió aires nuevos y cambios profundos: treinta años gobernando el mismo partido político obligaban a una necesaria renovación. 

Desaparecida de la escena política la figura idolatrada por la mayoría de la población, las nuevas camadas de funcionarios y legisladores del partido gobernante y algunos militantes de avanzada edad, abandonaron el gobierno de Deliria. 
De modo que no quedaban herederos políticos

Mientras tanto, los herederos naturales de la familia presidencial, hijos, nietos y entenados, después de haber renunciado a la política por considerarla demasiado aburrida, gozaban de una vida disipada. Deambulaban por el mundo, gastando el dinero acumulado por la familia a través del ahorro y la buena fortuna (unos 50.000 mil millones de dólares)

Los representantes administrativos y contables del nuevo partido político que asumió el poder, revolviendo cajones y efectuando auditorías para interiorizarse del balance de las arcas de los organismos oficiales y entes recaudadores, como el Banco de la Moneda, la Agencia Nacional de Previsión Social y el Instituto Protector de la Clase Pasiva, más otros organismos pignoraticios como la Agencia Federal de Cobranzas, después del éxodo del partido gobernante, descubrieron, en un depósito escondido en las excavaciones de una Vieja Aduana cuyos oscuros recovecos llegaban por debajo de la Casa de Gobierno de Deliria, no sólo los libros contables y privados del gobierno anterior, sino los rastros de una historia que había comenzado, varias décadas atrás, con una farsa electoral promovida por un inteligente político al que denominaban "El Cabezón" - Eduardo Duhalde (que nunca nadie votó, pero que supo elegir con su dedo a sucesores y compañeros de ruta)

"El Cabezón", fue nominado presidente por una junta de crisis cuando la economía de Deliria estaba en caída libre y la situación social era un polvorín. 
Como era necesario atemperar los ánimos, “El Cabezón” llamó a elecciones. 
Su dedo magnético apuntó entonces hacia un ignoto gobernador de una comunidad autónoma austral que le rendía pleitesía y, lo impulsó como candidato a presidente de Deliria, cargo que obtuvo con el 23% de los votos (un resultado históricamente insignificante), pero que sirvió para derrotar a un ex presidente, amante de las Ferraris y de la vida mundana, ganador del balotaje en la primera vuelta, que huyó a su refugio provinciano convencido que en una segunda elección, el pueblo lo crucificaría, después de dejar al país con más de 20% de pobreza, 10% de indigentes y con la sospecha de haberse robado hasta los mármoles de la Casa de Gobierno de Deliria. 

Sin embargo, por esas cosas de la vida, "Si te he visto no me acuerdo", fue la consigna del elegido con respecto a su padrino protector y en forma sucesiva, debido a la presencia de una oposición, ni práctica ni constructiva , el nuevo gobernante echó a su Ministro de Economía, que había hecho un buen trabajo poniendo las cuentas en orden y se adueñó del poder en todos los sectores del Estado. 
En una loca carrera, comenzó a falsear los datos de la economía, de las encuestas, de las estadísticas, de los presupuestos nacionales, de los balances y del comercio exterior...
Todo iba viento en popa, a pesar de las críticas de la oposición, que nunca tenían propuestas y terminaban enfrentándose entre ellos mismos por sus diferencias. 

De este modo, durante años, todos los resultados de la economía fueron espectaculares y se proyectaron a niveles históricos, mientras que el mismo sistema de dibujo electrónico, aplicado a las elecciones generales, resultaba favorable al gobierno en cada elección.

Los partidos opositores más perjudicados fueron dos, uno ganó seis elecciones y el otro ganó catorce por amplio margen, pero siempre figuraron perdiendo por escándalo, lo que motivó innumerables denuncias de fraude que nunca pudieron ser probadas ante la justicia, ni siquiera ante la Corte Suprema, cuya presidencia, desde 2012 a 2025, estuvo a cargo de un juez que sabía ponerle fin a los enredos de denuncias de corrupción en donde participaban funcionarios del gobierno y hasta el propio matrimonio presidencial, cajoneando expedientes o tirando la pelota para adelante. 
Pero un imprevisto dejó al magistrado de la Corte Suprema fuera de carrera. 
Sufrió un fatal accidente, cuando pisó un jabón en la ducha de "Julius Cesarus", una casa de baños y masajes a la que el magistrado acudía periódicamente con sus amigos. 

Durante los treinta años de farsa institucional en Deliria, miles de jubilados pasaron a mejor vida, sin haber podido ganarle sus juicios al Estado, porque el gobierno había vetado la ley que otorgaba un 82% de ajuste a la clase pasiva, a pesar de haber sido apercibido por el tribunal supremo de que el veto era ilegal. Otros miles fallecieron como consecuencia de la demora por razones burocráticas en la entrega de la medicación para sus enfermedades...
Y el resto, debió sobrevivir con dos aumentos anuales - según una Ley de Movilidad que votó el parlamento nacional,- y que significó, en esos treinta años, a un promedio del 20% anual, la suma de $ 18.000. ($ 180 pinguinos, según la nueva moneda implantada por decreto en 2015, que quitó dos ceros a los pesos de antaño)
Claro que la inflación promedio era del más del 30% y se comía los haberes en muy poco tiempo. 
El kilo de pollo que costaba $ 30 en 2011, en 2041 costaba $ 600, o sea, $ 6 pingüinos de la nueva moneda.

El líder máximo de la central sindical que agrupaba a los trabajadores de todo el país, tuvo un desgraciado accidente: Lo atropelló un camión en 2014, cuando se agachó a recoger la campera que se le había caído en el andarivel 3 de la Ruta Panamericana. 
Sus herederos, gremialistas inveterados, gracias al peregrinaje por el Ministerio del Subsidio Social (ex-Trabajo), consiguieron mantenerse a flote a pesar de la presión ejercida por la primera huelga general decretada contra el gobierno. 

Este suceso, poco predecible, sucedió el 17 de octubre de 2020 cuando las masas populares quebraron la resistencia de sus dirigentes y espontáneamente participaron de una movilización de dos millones de personas en la Plaza de Mayo. 
Por el calor reinante debieron refrescarse las patas en las dos grandes fuentes que se encuentran en dicho paseo, producto del embellecimiento general que puso en marcha por primera vez el Jefe de Gobierno de la Ciudad, en 2019, un exitoso empresario, que lideraba un partido opositor vinculado a la derecha tardía.

Convencidos que con la masa obrera no se podía jugar y había que tenerlos de su lado, el gobierno aflojó todo lo que pudo y consiguió préstamos internacionales para continuar subsidiando los transportes y servicios esenciales. 
Gracias a la ayuda del FMI y del Banco Mundial, obtuvieron dinero fresco a una tasa del 38% anual. 

En 2020 se consideraba que la Argentina tenía su economía blindada y sin sobresaltos, iba entonces por otros veinte años de bienestar general y triunfos oficiales que elevaron a la presidenta a la categoría de "Reina", algo que hacía empalidecer de envidia a las familias nobles de España, Bélgica, Gran Bretaña, Suecia, Noruega y Mónaco, cuyas personalidades se debatían entre la rutina diplomática y la escasez de dinero por la crisis que azotaba al continente europeo.

En medio de la euforia partidaria por la continuidad de la presidenta en el poder, sucedió esta desgracia inesperada y con ella, concluyó una etapa de Deliria difícil de repetir, puesto que el pueblo no volvería a confiar su destino a ningún político y menos con los ojos cerrados u ocultando la cabeza en un hoyo como suelen hacerlo los avestruces.
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Un afectuoso saludo.
Roberto C. Neira
Editor de contenidos
Buenos Aires, Argentina

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