La corrida del dólar ya está afectando a las Pymes exportadoras

Con la corrida del dólar y el retiro masivo de depósitos los bancos comenzaron a reducir los préstamos en dólares para las empresas.
Las pequeñas y medianas son las que más se perjudican porque dependen de financiamiento local, sobre todo las que producen manufacturas.
Y en muchos casos han detenido la producción esperando nuevas medidas en el tipo de cambio.

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Las pequeñas y medianas empresas dedicadas a las manufacturas comenzaron a sentir los efectos en la restricción de los créditos.
Es que los bancos, ante la salida de los depósitos, comenzaron a cortar las líneas en dólares dirigidas hacia el sector.

“No es una medida formal, es algo que se está dando en la práctica por la caída en los fondos de los bancos” comentó a LPO Marcelo Elizondo, de la consultora DNI.
Y asegura que los sectores que están “más complicados” son los químicos, plásticos y manufacturas eléctricas.

Al parecer, desde el mercado descuentan un desdoblamiento en el tipo de cambio, con valores separados para un dólar “comercial” y otro financiero.
Si bien hasta el momento se trata de especulaciones, en muchos casos estas PyMEs han decidido hacer un “parate” a la espera de nuevas medidas que puedan afectar las exportaciones.
Actualmente hay 15.000 empresas inscriptas como exportadoras, de las cuales 100 de ellas exportan más de 100 mil millones de dólares.
“Hay pocas que exportan mucho y muchas que exportan por poco” señala Elizondo.

La situación es bien distinta para las grandes empresas.
Por ejemplo, las aceiteras, por su gran necesidad de divisas, se financian en el mercado internacional y por consiguiente no se ven afectadas por los nuevos impedimentos en los créditos.

Pero incluso las pequeñas y medianas empresas dedicadas a productos agropecuarios están a salvo por su alta rentabilidad.
El problema, principalmente, es para la industria.
Dentro de esta esfera grandes jugadores como automotrices y siderúrgicos también están a salvo ya que cuentan con suficiente espalda como para autofinanciarse.

A partir de la crisis del 2001 y la “duplicación” de los dólares durante la convertibilidad, los créditos en moneda norteamericana sólo son para aquellos productores dedicados a la exportación.
Evidentemente, la situación actual dista de ser la de aquellos convulsionados años, con un Banco Central que aun tuvo el margen para tranquilizar la caída de los depósitos privados mediante “pases”.