Reeditando notas
Ciudadanos y súbditos
Por Corina Ríos
Sabido el resultado que el 55,8% de quienes
votamos en el GEN argentino (El GEN
argentino fue un programa de televisión argentino en el que se buscaba
elegir con qué argentino/a, vivo o fallecido, querían identificarse los
argentinos) eligieron al general don José de San Martín… 48 horas después,
habré de volcar mis pensamientos.
Me disgustó saber el resultado.
Yo voté por el médico
Por ser lúdica hubiera apostado a favor de Rene
Favaloro.
Ese
compatriota nuestro, se fue a perfeccionar a los
Estados Unidos y tomó la decisión de volver
(Y, no con la frente marchita) para devolver a la ciudadanía, lo
que había aprehendido. El gen argentino fue un programa de televisión argentino
en el que se buscaba elegir con qué argentino/a, vivo o fallecido, querían
identificarse los argentinos.
A decisiones como la de Favaloro, se las
califica: ¡¡¡Comprometerse!!!
Comprometerse
va más allá de cumplir con una obligación.
Es poner en juego nuestras capacidades para
sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.
Una persona comprometida
es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado,
al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar
adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha
empeñado su palabra.
Los ciudadanos del mundo vivimos, pensamos y soñamos con
sacar adelante a nuestra familia y nuestro trabajo…
Y, entre TODOS aportamos para mantener al Estado o a las monarquías.
Las monarquías son mantenidas por los súbditos.
Los ciudadanos de pleno derecho tienen la
obligación de construir una democracia real, más justa, participativa y
auténtica.
Lo cual quiere decir que hay que ejercer la
crítica, desarrollar la denuncia, presionar al Gobierno y, en definitiva,
participar.
Participar, NO sólo cuando algún derecho particular es cuestionado, amenazado o
suprimido… Sí no, cuando los derechos generales están en peligro o están
vapuleados.
Ser ciudadano no es sólo un derecho.
Es
un deber.
¿Qué es
lo propio del ciudadano?
Pensar, participar, decidir, ser responsable.
¡¡¡COMPROMETERSE!!!
A los súbditos se les instruyó en la obediencia.
Y, les resulta cómodo.
Los otros piensan y deciden.
Esos otros tienen la responsabilidad de
lo que sucede.
La
única tarea del súbdito es obedecer
Conformarse con ser meros súbditos… es una traición
a la democracia.
Ser
ciudadano en una democracia no es limitarse a
obedecer.
Tampoco es suficiente votar.
Porque el voto no es el punto final… sino el punto de partida de la democracia.
El voto es una parte, porque es la posibilidad de elegir… pero no la de ser electo.
Nuestro sistema es de “partidos
políticos”
Solo pueden presentarse
como candidatos los que pertenecen a un partido político o los que forman un partido con el número de
adherentes y condiciones de la ley.
El candidato pertenece y representa al partido.
Si un diputado desaparece, otro stand by del partido, lo reemplaza.
"La
democracia es una sociedad, en la que ser
persona no sólo es posible… sino exigible"
María Zambrano Alarcón -1904-1991
O – O – O
A Luis XIV [1638 – 1715]
se le atribuye la frase: “El Estado soy yo”
Se supone que esa frase,
fue forjada por sus enemigos políticos para resaltar la visión del absolutismo político [1] que Luis XIV
representó.
El absolutismo es una forma de gobierno en la cual
el poder reside en una única persona, a quien deben obedecer todas las demás, sin rendir cuentas al parlamento ni al
pueblo…
[1] Otra forma de
absolutismo político, es el “caudillismo”
Caudillo: Es
aquél que hace la ley igual para TODOS… Salvo para él, qué está “fuera de ella”
(Civilización y Barbarie –
Sarmiento)
Corina Ríos DNI 4482250
17 de Octubre del 2007
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