Este jueves 13/09, la Plaza respondió:
Los argentinos no le temen ni un poquito a Cristina, pero Cristina sí le teme a los argentinos (y más que a Dios).
Desde San Juan, voló sin escala en Buenos Aires a refugiarse en el Sur.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24)
No es el primer cacerolazo contra Cristina Fernández, pero sí el más intenso.
Un millón de personas en todo el país, más allá de la fuerte concentración en la Capital Federal, es inequívocamente una muestra de que el Gobierno perdió el control de la calle.
Después de amenazar con "temerle a Dios y un poquito a mí", aunque gracioso para la mandataria, desde la Plaza y las provincias llegó la respuesta:
No hay miedo.
La propia presidente dijo que no estaba nerviosa, pero viajó desde San Juan directamente a refugiarse en el Sur.
¿Encontró el verdadero miedo?
¿Qué más puede hacer reaccionar a los argentinos preocupados por la economía, la falta de libertades, la corrupción, los aprietes a la prensa, los periodistas, la persecusión de la AfiP, el adoctrinamiento en los jardines de infantes, las restricciones al dólar, la reforma constitucional para eternizarse en el poder, la inseguridad...?
Ni siquiera la oposición logra canalizar la furia de los argentinos.
Y el Gobierno debería tomar nota de ello.
En lugar de ello, el jefe de Gabinete, Juan Abal Medina sale a afirmar que la protesta no tuvo "espontaneidad alguna", y ratificó que en el Gobierno "seguimos trabajando con las políticas por las que ganamos con el 54 % y que no hubo una consigna "clara" de los manifestantes.
Opinó que en la reacción de la gente se sintió "mucho insulto, mucho odio, mucha agresión", e instó a los opositores a "armar un partido y ganar las elecciones".
Afirmó que "cualquier movilización de la izquierda junta la misma cantidad", que no habrá cambios en sus políticas a partir de los reclamos escuchados ayer.
Y remarcó, en declaraciones a radio Continental, que en la Argentina hay "ausencia absoluta de miedo y total libertad".
Al mismo tiempo, en declaraciones a un canal de cable, Abal Medina afirmó que a las personas que se manifestaron "les preocupa más lo que pasa en Miami que lo que pasa en San Juan".
Agregó que a su entender, los participantes del cacelorazo "no votaron a Cristina (Kirchner)" en las elecciones donde fue reelecta.
Además, el ministro embistió contra el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que dijo que la protesta de anoche fue "impresionante":
"Sería bueno que se dedique a gobernar y resolver los problemas de la ciudad, antes que estar opinando".
En cambio, el jefe del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) en Diputados, Ricardo Gil Lavedra, calificó hoy como "impresionante" el cacerolazo.
"Me parece que ha sido una manifestación popular y espontánea de la cual todos tenemos que tomar registro", indicó el dirigente radical, para luego señalar que la movilización demostró además "una falta de representación y una bronca en muchísimos aspectos".
Resaltó además que los cacerolazos no fueron impulsados por ningún espacio político ni gremial, sino por la gente de "clase media urbana" para expresar que "está enojada y que no siente que el gobierno ni nadie lo represente bien".
"El Gobierno tiene que revisar sobre todo el estilo. Esos tonos autoritarios y de subestimación. Cuando uno le dice a la gente que el salario, según el Indec, a duplicado su capacidad de compra en los últimos cuatro años, es subestimar a la gente", apeló el diputado radical.
Gil Lavedra indicó que a las marchas concurrió "gente que se siente desatendida de las cuestiones de seguridad, que se siente subestimada y engañada". "Creo que es la irritación hacia un estilo de gobierno autoritario", evaluó el jefe del bloque radical en la Cámara baja.
Al respecto, reiteró que "es la obligación de todos los que hacen política registrar lo ocurrido, porque ha sido la voz del pueblo a pesar de que ha sido movilizado desde la clase media urbana. Es gente que está protestando de un modo pacífico".
También Mauricio Macri, pidió hoy que la presidente "tome el mensaje" de la gente que se manifestó masivamente anoche en distintos puntos del país, al advertir que la protesta "fue impresionante" y abarcó "toda la Argentina".
"No estamos en contra de nadie", sostuvo el líder del PRO, quien dijo esperar que "la Presidente reflexione y se dé cuenta que la gente está pidiendo ser escuchada, que no la reten, no la quieran asustar, que no la quieran dirigir desde el miedo y que le propongan cosas claras para ayudar, que no use la Cadena Nacional para castigar a unos y a otros", indicó.
En declaraciones a Radio, Macri apuntó:
"Espero que tome el mensaje la Presidente, que lo haya leído y que no volvamos con que 'vamos a profundizar el modelo, que vamos por todo'".
"Fue impresionante lo que pasó. Tal vez, el movimiento espontáneo y pacífico más grande que haya habido en estos últimos 30 años de democracia", se asombró Macri, quien dijo que la gente reclamó "basta de divisiones, no a la reelección".
"Lo que vimos ayer, a mí me llenó de orgullo, de ver a los argentinos autoconvocados de esta manera. (La movilización) va a dar para que se discuta, se revea y espero, por supuesto, que tome el mensaje la Presidente", continuó.
También la titular del GEN, Margarita Stolbizer, instó hoy al Gobierno a "bajarse del pedestal de la soberbia y la petulancia" y escuchar el reclamo de cambio que los ciudadanos formularon en las multitudinarias marchas y cacelorazos.
"La oposición tiene que tomar cuenta de todo esto", admitió la diputada nacional, pero señaló que "los primeros que deberían hacerlo son los del Gobierno y, si desde los máximos niveles del poder no están dispuestos a mirar esta manifestación y producir algunos cambios respecto de las políticas", el mensaje de ayer habrá sido en vano.
Stolbizer, integrante del FAP que lidera Hermes Binner, evaluó que la protesta ciudadana "fue realmente muy importante, muy impactante en todo el país" e indicó que si bien la consigna convocante fue muy variada, "el episodio" de presunta corrupción que involucra al vicepresidente Amado Boudou "es un antes y un después en la consideración de la gente".
"La manifestación refleja el enojo, el hastío, el cansancio frente a las manifestaciones de atropello (del Gobierno) y la generación de conflictos en un país que no debería tenerlos; la gente está cansada porque no se le resuelven los problemas y se le agregan otros", advirtió.
Stolbizer instó a la Casa Rosada a "bajarse de ese pedestal de la soberbia, de la petulancia que venimos observando que lo único que hace es mostrarnos todos los días una irrealidad de la Argentina que el resto no comparte o no está viendo".
El gobernador Daniel Scioli también aseguró hoy que "cuando la gente se expresa hay que escucharla con atención". "Es muy difícil evaluar la gente que había en La Plata. Pero más allá si hubo mucha o poca siempre hay que atenderlo, no hay que subestiamr a nadie. Todos los días hay que dar respuestas a las demandas. Nunca me quejo de lo que reclama la gente", dijo en declaraciones por Radio Mitre.
Hasta el propio senador y ex ministro Aníbal Fernández que gusta apelar a las "sensaciones" para negar hechos tan innegables como la inflación o la inseguridad, reconoció que el cacerolazo fue muy importante.
En efecto, la Plaza de Mayo mostró anoche la mayor manifestación opositora desde 2003 al presente, mientras en distintos puntos del país se desarrollaron otras muestras de protesta a la par.
Las redes sociales fueron clave para la movilización, que alcanzó ribetes tan amplios como insólitos.
Muestra de ello fue la que realizó la conductora de Play Boy, Natacha Jaitt desnudándose en plena protestas junto a un grupo de amigos en una muestra de que "nos dejaron en pelotas".
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