"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 30 de octubre de 2012

Las calificadoras comienzan a descontar un 2do. default


Argentina está avanzando hacia un 2do default y así lo demuestra la falta de muestras del gobierno nacional de tener voluntad de pago.
La agencia de calificación de riesgo, Standard & Poor's, a través de una publicación informó este martes (30/10):
“Estamos bajando nuestras calificaciones soberanas no solicitadas de la República de Argentina a ‘B-’ desde ‘B’ para reflejar nuestra opinión sobre estos riesgos”.
Esto hay que sumarlo a lo que este lunes (29/10) publicaba Urgente24, donde informaba que los bancos de inversión JP Morgan, Bank of America y Barclay’s decidieron reducir sus recomendaciones de tenencia de deuda soberana de la Argentina, tras el fallo de la justicia de USA sobre los bonos en default.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Argentina avanza hacia un 2do default. Así queda expuesto tras la falta del gobierno de Cristina Fernández de dar muestras de la voluntad de pago, para ello sería fundamental la reapertura del canje. Sobre todo si se tiene en cuenta el reciente fallo del juez neoyorkino Thomas Griesa que determinó que la Argentina discriminó a los tenedores de bonos que se negaron a participar en una masiva reestructuración de deuda soberana en el 2005 y en el 2010 al decidir pagarles después de aquellos que sí aceptaron entrar en las operaciones.
El 26/10, el Segundo Tribunal de Circuito de Apelaciones de USA ratificó el fallo de este Tribunal de Distrito en Nueva York sobre una disposición para otorgar un trato igualitario (equal treatment) sobre los términos de algunos de bonos de deuda argentina.
Esto, aunado a eventos recientes, incluyendo el pago en moneda local de un bono provincial (el de la provincia de Chaco comandada por Jorge Capitanich) denominado en dólares emitido bajo la ley argentina y el bloqueo de la Fragata Libertad en Ghana por los tenedores de deuda en incumplimiento, subraya los crecientes desafíos que el gobierno probablemente continuará afrontando para diseñar sus políticas económicas y de manejo de la deuda.
En ese contexto, la agencia de calificación de riesgo, Standard & Poor's, a través de una publicación informó este martes (30/10): “Estamos bajando nuestras calificaciones soberanas no solicitadas de la República de Argentina a ‘B-’ desde ‘B’ para reflejar nuestra opinión sobre estos riesgos”.
La tendencia es negativa, lo que refleja los riesgos que consideramos que Argentina continuará enfrentando para sortear las presiones sobre su liquidez externa”, agrega y aclara que “también bajamos nuestra evaluación del riesgo de transferencia y convertibilidad (T&C) de Argentina a ‘B-’ desde ‘B’”.
Sobre los fundamentos de esta decisión, la agencia de calificación explicó que “la baja de nuestras calificaciones no solicitadas de Argentina refleja nuestra opinión de que el gobierno podría afrontar crecientes riesgos en el manejo de su deuda tras el fallo del Segundo Tribunal de Circuito de Apelaciones de Estados Unidos que ratifica el de un Tribunal de Distrito de Nueva York concediendo acción a los demandantes sobre sus reclamos por la violación de la Disposición de Tratamiento Igualitario en los términos de los bonos”.
Este fallo podría incrementar efectivamente los pasivos de Argentina y el servicio de la deuda del gobierno. Además, consideramos que recientes acontecimientos negativos subrayan los cada vez mayores desafíos que podría seguir afrontando el gobierno de Argentina para definir el manejo de su política económica y su programa financiero en el corto plazo”, completa.
Sobre esos eventos, Standard & Poor's indicó que “incluyen el pago en moneda local del pasivo de una provincia (Chaco) denominado en dólares estadounidenses emitido bajo la Ley Argentina y el bloqueo de una embarcación de la marina (la fragata Libertad) en Ghana por demandantes vinculados al incumplimiento soberano de 2001”.
Aunque no esperamos que el fallo del Tribunal de Apelaciones en Nueva York tenga un impacto inmediato sobre el servicio de la deuda, ya que todavía no se define el procedimiento para la implementación de la cláusula de tratamiento igualitario, continuará dificultando cada vez más la posibilidad de que Argentina normalice sus relaciones con sus acreedores privados, bilaterales y multilaterales. Argentina ha estado en incumplimiento con los acreedores del Club de París ya por 11 años”, aclara la publicación.
Además, advierte: “Nuestras calificaciones de Argentina también se basan en nuestra opinión de que las políticas establecidas desde la elección presidencial de octubre de 2011 con el tiempo podrían incrementar el riesgo de deterioro del marco macroeconómico del país, presionando su liquidez externa y debilitando las perspectivas de crecimiento del país en el mediano plazo. Estas políticas incluyen las cada vez mayores restricciones sobre el comercio internacional y el acceso a divisas, una modificación al reglamento del Banco Central, y la creciente intervención del sector público en diferentes sectores de la economía”.
Consideramos que estas acciones podrían exacerbar las debilidades existentes en la economía de Argentina, incluyendo la elevada inflación (que continúa apreciando el tipo de cambio real del país) y los cada vez más rígidos gastos gubernamentales, y dar por resultado un deterioro del panorama fiscal de mediano plazo y de las condiciones para la inversión. Estimamos que el PBI real se expanda alrededor de 1.5% en 2012.
Asimismo, sostiene que “aunque Argentina contaba con US$45,300 millones en reservas internacionales al cierre de septiembre de 2012, equivalentes a cinco meses de los pagos de su cuenta corriente, vemos riesgos para la liquidez externa de la nación en el mediano plazo. La combinación de una débil economía global, la creciente incertidumbre de los participantes en los mercados extranjero y local, y el acceso restringido al financiamiento externo, podrían aumentar el riesgo de una pérdida de liquidez externa”.
La elevada inflación ha contribuido a la disminución del valor real de la deuda del gobierno en moneda local durante los últimos cinco años. Ello, aunado a los presupuestos equilibrados o déficits moderados hasta 2011 y al rápido crecimiento del PBI, condujo a un descenso en el nivel de la deuda respecto del PBI desde 2007. La deuda bruta del gobierno general está bajando hacia 39% del PBI al cierre de 2012 respecto del 60% en 2007. El gobierno central depende de las entidades del sector público para refinanciar el vencimiento de la deuda de mercado, una política que ha moderado su riesgo de refinanciamiento. Además, se espera que los pagos de principal sobre la deuda en los mercados de capitales se reduzcan de manera significativa en 2013”, expone.
En ese sentido, observa que “sin embargo, el gobierno todavía necesita cubrir un pago significativo sobre sus bonos con pagos vinculados al crecimiento del PBI el 15/12 por una combinación de US$2,800 millones denominados en dólares estadounidenses y US$834 millones en pesos argentinos. Después de eso, esperamos que los pagos de deuda externa con acreedores privados (excluyendo entidades multilaterales y bilaterales) bajen desde US$7,000 millones en 2012 (aproximadamente 1.4% del PBI) a US$4,000 millones en 2013 (0.7% del PBI) y a US$2,000 millones en 2014 (0.3% del PBI). Asumimos que los distintos organismos del sector público argentino continuarán financiando los déficits fiscales”.
Al respecto de la tendencia negativa, explica que esto “indica que existe al menos una de tres posibilidades de otra baja de calificación durante los próximos 12 meses. Podríamos considerar bajar nuestras calificaciones como resultado de los crecientes riesgos sobre los pagos de la deuda externa derivados de acciones legales contra Argentina en tribunales internacionales; un empeoramiento de su posición externa, muy probablemente derivado de las salidas de capitales; o de acciones adicionales del gobierno que exacerben la polarización política y disminuyan más las perspectivas de crecimiento de Argentina. Por otra parte, las calificaciones podrían estabilizarse si el gobierno toma acciones que recuperen la confianza de los inversores sobre las perspectivas económicas de mediano plazo (en el frente monetario o estructural), y reducir así la incertidumbre sobre su posición de liquidez externa”.
Esto hay que sumarlo a lo que este lunes (29/10) publicaba Urgente24, donde informaba que los bancos de inversión JP Morgan, Bank of America y Barclay’s decidieron reducir sus recomendaciones de tenencia de deuda soberana de la Argentina, tras el fallo de la justicia de USA sobre los bonos en default.
A través de un informe, el JPM indica que el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York "es muy duro elevando los riesgos de un final de juego, adverso para la realización de deuda".
"El fallo no sólo confirma la resolución del tribunal de primera instancia sino que a los efectos prácticos, indica que no se permite a la Argentina, pagar a los tenedores de los bonos reestructurados en territorio de los EEUU a menos que se pague a los hold-outs de la demanda" con reclamaciones por valor de u$s1.330 millones", agrega el documento.
El JPM sostiene que el fallo se reenvió al juzgado de primera instancia para que defina el mecanismo de pago a "pro rata" y la aplicación de la medida cautelar a terceros y a bancos intermediario, para luego volver a la cámara.
Después de plantear una serie de escenarios posibles, JPM se inclina por "una apelación de la Argentina ante la Corte Suprema de Justicia de los EEUU buscando una declaración de certeza".
El informe pone de relieve que "la falta de comunicación de la Argentina con los mercados financieros agrega más incertidumbre a la resolución del tema y aumenta la ansiedad de los inversores".

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