Modelo donde se resume la manera en que Ud. recibirá, a través del rubro “policiales”

La noticia del día, en caso de prosperar el “apriete” del gobierno sobre el poder judicial respecto de la implementación de la nueva ley de medios

Ayer, en horas de la mañana -08.30 más precisamente-, dos criaturas de 14, y 15 años de edad circulaban por la calle Má Fangullo de San Isidro, portando, cada uno de ellos, una escopeta AA-12. 

Al llegar frente al número 666 de la misma, vieron interrumpido su paso por una vieja solterona de mierda que lavaba frenéticamente el espacio de vereda correspondiente a su domicilio. 

La invitaron entonces a ingresar al mismo, donde le recriminaron su actitud, propinándole una pequeña paliza ejemplificadora. 

En tanto una de las criaturas apoyaba apenas el cañón de su escopeta sobre su desgreñada cabellera, la otra le concedía el favor de violarla, terminando con su obstinada virginidad. 

Avisados por los gritos de la desaforada vieja de mierda, dos jovencitos de 16 y 17 años, habitantes del mismo aguantadero ubicado a escasos doscientos metros del lugar, se sumaron a los anteriores, retirando de la casa algunos pocos electrodomésticos, en el único afán de procurarse un mejor confort en el citado aguantadero. 

Una vez que los cuatro ángeles se dieron a la fuga, se hizo presente personal policial desarmado, y sin cadena de mandos ante la que caprichosamente responder, que luego de escuchar el alegato de la vieja de mierda, y estimándolo poco consistente y veraz, la remitió a una subcomisaría deshabitada, cuyas instalaciones fueron cedidas a un reconocido empresario argentino para la puesta en marcha de una nueva FM local. 

Se instruyen actuaciones con intervención de la Sra. Jueza de menores, Doña Carmela Komo, por los delitos de Corrupción de Menores, Violación de Menores, y Atentado al peatón por lavado de vereda con agua jabonosa, donde resulta imputada la vieja de mierda, cuyo nombre y apellido se reserva para preservar su integridad, y/o algún tipo de represalias por parte de criaturas y niños de la vecindad, visiblemente indignados y consternados por la actitud criminal de la imputada”.

Enrique Pareja