Varados en una base de la Antártida

Su regreso estaba previsto para el mes de febrero.
Todavía no tienen certeza sobre su fecha de retorno

MARIANO SPISSO, EL PLATENSE QUE PERMANECE VARADO EN LA ANTÁRTIDA E
Incertidumbre.
Con esa palabra resume el platense Mariano Spisso la situación que vive una dotación de 17 personas en la base Orcadas ante una serie de problemas logísticos que los mantiene en ese lugar sin fecha cierta de retorno, aún cuando la vuelta debería haberse concretado en el mes de febrero.

Mientras tanto, y según destaca Spisso, la provisión de víveres y combustibles “está al límite” y el estado del clima tiende a empeorar, con lo que la única forma de entrar al lugar, hasta donde no pueden llegar los barcos, es a través de un helicóptero.

Mariano Spisso es guardaparques y la presente es su tercera campaña antártica. En todas ellas permaneció en la base Orcadas, la más antigua de las argentinas en el continente blanco, para trabajar en el monitoreo sobre el terreno de los efectos del cambio climático sobre las especies de la zona (ver aparte).

“Mi experiencia este año en la Base Orcadas no cumple con las expectativas deseadas”, dice Spisso y agrega que los problemas logísticos se iniciaron “hace varios meses. De hecho, la campaña tendría que haber terminado hace dos meses y sin embargo seguimos aquí en Orcadas en medio de la incertidumbre sobre cuando vamos a volver. El ánimo de la dotación no es bueno, sobre todo entre los integrantes que están casados y tienen hijos y no saben cuándo van a volver a ver a sus familias”, indicó Spisso.

La situación que se vive en Orcadas fue expuesta ayer por Spisso a través de las redes sociales y recibió numerosas adhesiones desde distintos puntos del país.

Según se indica, en la Isla Laurie, donde se ubica la Base Orcadas, el barco que debía llegar hasta ese lugar para el regreso de la dotación es el holandés Timca, que permanece en la base Marambio. Debido al estado de los hielos, hasta Orcadas iba a llegar un helicóptero para que se repliegue la dotación, pero se rompió una turbina y ahora se espera la llegada de repuestos desde Europa.

Mientras tanto, y según Spisso, “el combustible que tenemos en la base alcanza para uno o dos meses más, faltan lácteos desde hace meses y la última vez que pudimos comer verduras fue cuando nos dejaron algunas desde un barco turístico que pasó por la zona”. Spisso indica que se han llegado a comer alimentos vencidos y que también faltan medicamentos, y destacó que en las próximas horas se espera que reciban provisiones a través de un avión Hércules.

A medida que la incertidumbre crece, el ánimo de los que permanecen en Orcadas se erosiona. A esto se suma la preocupación por el empeoramiento del clima.

“El estado del clima y la glaciología tienden a empeorar y no a mejorar. Los últimos barcos que quisieron acercarse a la Isla no pudieron llegar por la gran cantidad de escombro de hielo que hay en la zona. Esto lleva a pensar que sin el helicóptero del buque holandés no hay forma de llegar al archipiélago”, dijo el guardaparques platense.