"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 8 de mayo de 2013

Echegaray y el "inocente"


Así se ríen de nosotros

Solo verles la cara al equipo económico que ayer tuvo que dar la noticia sobre esta suerte de blanqueo masivo de divisas, para entender que los funcionarios K no tienen límites para la inmolación, tanto personal como profesional.
Si a esto le agregamos la cara de Echegaray, entre “no me enteré lo que pasó y “yo no fui”, constituyó realmente un cuadro patético de la Argentina de hoy, tal vez la que merecemos, porque un pueblo que no reacciona a tiempo merece seguir tropezando con la misma piedra.
Por: Rubén Lasagno

No deberíamos permitirlo.
La gente, el pueblo no debiera permitir que el titular de la AFIP y el gobierno en general nos tomen por estúpidos.
Humildemente desde nuestro espacio hacemos todo lo posible por denunciar, opinar y demostrar que el gobierno es cada vez más una asociación ilícita que un partido político con poder.
Pero esto no alcanza.

Si la gente no reacciona ante una tomada de pelo a todos los argentinos como la de Echegaray ayer en la conferencia de prensa, en momentos de anunciar la institucionalización del lavado de dinero en argentina, por parte de amigos y favorecedores del gobierno, con un blanqueo obsceno, sacado como as de la manga, una medida absurda para el país, ante la desesperación de perder todos los dólares que Néstor Kirchner cosechó de a kilos y guardan en Bunkers y negocios sucios...
Si el pueblo no reacciona ante esta burla desfachatada del gobierno, nuestro querido país está en verdaderos problemas, en la frontera de la tragicomedia, porque afrontamos, no solo una crisis de ética, sino hasta de identidad muy profunda a los ojos del mundo.

La cara de circunstancia que puso el titular de la AFIP cuando dijo que Báez y otros más “no podrían blanquear capitales” dentro de la nueva norma de lavado de dinero sucio que pretende hacer el gobierno, fue una burla a la inteligencia pública, una bofetada a la buena fe de los argentinos, porque todos saben y la mayoría de nosotros lo tenemos comprobado que Lázaro Báez, seguramente, no va a ir con bolsas de dólares a invertir, porque su nombre no aparece, sino a través de cientos de sociedades y negocios que dirige y donde figuran familiares, amigos y él mismo como socio mayoritario de sociedades anónimas, con lo cual mantiene el poder en todos los negocios que giran en su órbita de corrupción junto al Estado nacional, provincial y los personeros que le son útiles para los fines fundados por el ex presidente fallecido.
Por lo tanto, que se quede tranquilo Echegaray porque todos sabemos que para Lázaro no está dirigida; al menos para él en lo personal, sí para sus inmensos capitales en negro.

La medida elaborada para salvar los activos sucios procedentes de coimas, retornos, sobreprecios, subsidios y vaya a saber cuántos orígenes más, es una burla lisa y llana al pueblo argentino, floreada con pseudo títulos y argumentos insostenibles que no merecen ni soportan el menor análisis profesional.

Es una acción dirigida al que tiene plata.
Es mentira que con esto se va a parar la escalada del dólar o que el hombre de buena fe va a traer su dinero del exterior.
Nadie en su sano juicio que haya sacado del país su capital para resguardarlo de inestabilidad cambiaria, jurídica del país y emocional del gobierno, va traer su capital para comprar bonos, donde sabe que en cualquier momento le licuan o interdictan el dinero.
Los únicos que van a apostar a este maravilloso mecanismo de blanqueo, son aquellos que hayan obtenido su ganancia de manera espuria y entre ellos, los asociados a esta verdadera maquinaria de ilegalidad que construyó el kirchnerismo cuyas bóvedas en varios puntos del país, rebalsan de moneda mal habida.

“Los que quieran ganar plata con la devaluación, que esperen otro gobierno”, dijo la presidenta horas antes de anunciar este adefesio financiero dirigidos, exclusivamente, a quienes tienen plata.
Sin embargo, el que tiene sus dólares a fuerza de sacrificio y los compró a $ 5,10 hace un año, hoy los puede convertir a $ 10,00; la pregunta es:
¿Ganó o no ganó plata con la devaluación?, a menos, claro, que como piensa el gobierno no sea inflacionario emitir billetes, depreciar el peso, motivo fundamental para que hoy haya una brecha ascendente imparable en el dólar real, el de mercado, ese que se consigue para cualquier transacción y que en esta semana rozará los 12 pesos.

El gobierno K pretende convertir al país en una inmensa lavadora de dólares, independientemente de donde provenga la plata:
Sean negocios lícitos, de gente rica que la puso afuera para salvar su plata de estos incapaces, o negocios sucios, droga, armas, prostitución, juego clandestino o dinero acopiado en la dictadura.
Cualquier origen es bueno para complacer al gobierno de CFK.
Sobre esta ignominia deberán expedirse los diputados y senadores K, gente sin convicción, los mismos que convalidan el ataque a la justicia y fueron los hacedores de todos los estropicios que cometió el krichnerismo en la argentina del dislate.

Estos legisladores, seguramente, levantarán la mano para amparar el delito y a los delincuentes que pretende encubrir el gobierno, porque sabe que indefectiblemente debe salvar parte del botín que se esmeró por juntar el finado.
Una vergüenza que nos pone en la opinión pública internacional como lo que somos: un país bananero cuyo pueblo tiene acciones incalificables ante tanto atropello y desvergüenza, que finalmente refleja de manera cabal, el linaje de la clase política que nos gobierna.
(Agencia OPI Santa Cruz)

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