"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 15 de julio de 2013

La rebelión del presidente electo del Paraguay Horacio Cartes contra Venezuela

Autor: Rogelio Núñez

La negativa del presidente electo paraguayo, Horacio Cartes, a volver al Mercosur mientras la presidencia pro témpore recaiga en Venezuela no hace sino profundizar la crisis por la que atraviesa este proyecto de integración cada vez más fracturado y al que le ha nacido un fuerte competidor, la Alianza del Pacífico.
Cartes, quien asumirá el 15 de agosto como Presidente, ha ratificado que Paraguay solo se reintegrará al Mercosur si se le da a su país la presidencia pro tempore, posición que ocupa en estos momentos el presidente venezolano Nicolás Maduro: “Si asume Venezuela, de nada servirá todo lo conversado”.
Se trata no solo de una posición personal sino que es una política de Estado.
El actual ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, José Feliz Fernández, ha llegado a decir que “Paraguay no retornará al Mercosur si Venezuela asume la presidencia pro témpore”.

LA REBELIÓN DE DAVID CONTRA GOLIAT
El caso paraguayo no deja de ser llamativo pues una economía pequeña como la paraguaya se atreve a desafiar al bloque en el que está integrado, Mercosur, y a las dos grandes economías a las que exporta, Brasil y Argentina.
La postura de Horacio Cartes señala que estos países pequeños desean diversificar sus relaciones y salir de la dependencia con respecto a las naciones que integran Mercosur.
La soja es el principal producto de exportación de Paraguay, es el cuarto exportador mundial, y no hay que olvidar que este país mira cada vez más al Pacífico y menos al Atlántico.
“China, por ejemplo, es el principal comprador de soja nacional, aunque con países intermediarios, pero ya es un buen comienzo para que este país conozca la calidad de productos que puede ofrecer el país.
En este sentido, se debe buscar que las relaciones con China sean de manera directa, donde sean cumplidas las relaciones diplomáticas, fundamental para el comercio exterior”, asegura el presidente del Club de Ejecutivos, Javier Bernardes.

En este sentido se enmarcan palabras del presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes, quien ha anunciado que hará “todo lo posible” para “profundizar y estrechar” la relación con la Alianza del Pacífico: “Es una experiencia que miramos con atención especial. Vemos cómo países hermanos y con especificidades económicas, culturales e institucionales muy ricas y diversas han logrado coordinarse, generar colaboraciones prácticas con participación de los sectores público y privado, crecen sostenidamente, miran las experiencias ajenas, simplifican las relaciones comerciales y financieras”.
Eladio Loizaga, del equipo de transición de Cartes, ha comentado asimismo que no se puede “mercosurizar” las relaciones bilaterales del Paraguay:
“Tenemos que buscar salida hacia el Pacífico. Creo que vamos a encontrar una salida favorable, no política, pero sí comercial para Paraguay”.

Con seguridad, ni Paraguay, ni Uruguay desean salirse de Mercosur, pero sí tener mayor margen de maniobra acercándose a otros posibles aliados.
Es bueno recordar que los vínculos hacia Mercosur siguen siendo muy fuertes:
“Paraguay le vende a Brasil la energía que generan juntos en la represa de Itaipú, la segunda más grande del mundo.
Paraguay usa una porción ínfima de su mitad de la electricidad y la vende a su vecino, con lo que se convierte en uno de los principales exportadores eléctricos del mundo.
Brasil es así su principal socio comercial, que compra el 39,1% de sus envíos al exterior. Solo después aparecen Rusia, que adquiere carne paraguaya, y Argentina, que también le compra electricidad”, comenta Alejandro Rebossio.

Todo esto no hace sino ratificar la crisis política, institucional y comercial por la que atraviesa Mercosur.
A los roces comerciales entre Argentina y Brasil y las tensiones entre socios grandes (Argentina y Brasil) frente a los socios más pequeños (Uruguay u Paraguay) se ha unido ahora un factor ideológico perturbador con la entrada de la Venezuela chavista en el bloque.
Mercosur exhibe muchas fracturas a diferencia de lo que ocurre con la Alianza del Pacífico, como subraya Carlos Malamud:
“Frente al creciente aislamiento del Mercosur encontramos la franca apertura comercial de la Alianza del Pacífico. Todos sus países tienes tratados de libre comercio (TLC) entre si, con EEUU y la UE (Unión Europea). A ello hay que sumar otros TLC con países de Asia, África, Oceanía y América Latina. Cada gobierno puede negociar libremente cuantos acuerdos estime oportuno. Por el contrario, los países de Mercosur no pueden negociar individualmente y el Mercosur como tal sólo tiene firmados tres TLC, con Israel, Palestina y Egipto”.
Además, el caso de Paraguay no es único en la región.
Hay que recordar que Uruguay ha pedido ingresar como observador de la Alianza Pacífico aunque el presidente uruguayo José “Pepe” Mujica se encargó de aclarar que “ni loco” dejaría el bloque sudamericano.
Es una opinión que comparte incluso la oposición uruguaya, como el senador colorado José Amorín:
“Sin dejar el Mercosur… Uruguay se tiene que abrir al mundo. Esa posición que tengo yo y que tiene, creo, la mayoría de la oposición, también la tiene una buena parte del Gobierno”.

Efectivamente, el vicepresidente Danilo Astori ha ido como observador a alguna de las citas de la Alianza y se ha convertido en un defensor de la integración en la Alianza:
“Bueno, ese es el camino, allí tenemos que ir.
Porque además –es una cuestión conocida– los ejes del comercio se van desplazando.
Hace 2000 años era el mar mediterráneo; durante muchísimo tiempo, hasta ahora, fue el Océano Atlántico, y esto está variando hacia el Pacífico.
Toda esa zona asiática con toda la costa pacífica de América va a abarcar una parte importantísima del comercio en el mundo, entonces Uruguay no puede quedar afuera”.

La postura de Cartes, por lo tanto, ejemplifica que Mercosur no sale de su estancamiento pese a todos los esfuerzos hechos en los últimos años y ahora corre el peligro de ser superado por un contrincante mucho más ágil como la Alianza del Pacífico.

No hay comentarios: