Bloque en crisis
UNASUR
Por Martín Dinatale
LA NACION
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Por Martín Dinatale
LA NACION
MONTEVIDEO.- El Mercosur volvió a sumergirse en una nueva crisis interna y ayer dio claras muestras de que no pasa por su mejor momento: la ausencia de toda la dirigencia de Paraguay en la cumbre de presidentes que comenzó temprano en esta ciudad, sumada a la decisión irrevocable de darle a Venezuela la presidencia pro témpore del bloque, en contra de las aspiraciones que tenía Asunción, dejó en una posición frágil a todos los países miembro de este conglomerado económico y político del Cono Sur.
Ayer, fuera del antiguo Edificio del Mercosur que está frente a la costa del Río de la Plata llovía intensamente. Pero dentro se percibía otro tipo de tormenta. Sólo que los nubarrones del Mercosur no lograban despejarse con el correr de las horas. Durante toda la tarde, los cancilleres de la Argentina, Uruguay, Brasil y Venezuela se concentraron en largos debates para darle una "solución equilibrada", como repitieron varios diplomáticos, y evitar una ruptura del bloque. La idea es lograr una reincorporación "saludable" de Paraguay, que desde el año pasado quedó suspendido del Mercosur tras la destitución de Fernando Lugo y su reemplazo por su vice, Federico Franco. Ahora, con la elección como nuevo presidente de Horacio Cartes, quien asumirá el 15 de agosto, el país puede regresar al bloque.
Pero el retorno de Paraguay al Mercosur no será sencillo por varios motivos: el actual presidente interino y su sucesor rechazaron la idea de que Venezuela tenga la presidencia pro témpore del bloque, reclaman para ellos esa titularidad por seis meses que tendrían que haber asumido en junio pasado y, además, están dispuestos a no volver al Mercosur mientras Caracas esté al frente del bloque. Como contrapartida, los presidentes José Mujica, Cristina Kirchner y Dilma Rousseff están dispuestos a entregarle hoy aquí a su par venezolano Nicolás Maduro la presidencia pro témpore del bloque y descartar los planteos paraguayos.
Ayer hubo intensas llamadas telefónicas a Cartes para tratar de ablandar su rígida postura. Es que no había en la cumbre del Mercosur ni una sola presencia de Paraguay. Ni siquiera sus referentes legislativos del Parlasur, que ya estaban en condiciones de asumir. El canciller uruguayo, Luis Almagro, expresó que "todo se va a solucionar del mejor modo", y su par de Venezuela, Elías Jaua, ratificó que la presidencia venezolana del Mercosur le dará "impulso" al "Mercosur social". Pero nada de esto mejoró los ánimos guaraníes.
Por el contrario, fuentes diplomáticas allegadas a Cartes expresaron a LA NACION que "el problema no es con Venezuela, sino con el Mercosur", y ratificaron que el 15 de agosto, cuando asuma el nuevo presidente en Asunción, dirá abiertamente que no regresará al Mercosur sino hasta fines de año, cuando Venezuela termine su mandato. Cartes debe afrontar un delicado conflicto que no es menor: deberá convencer al Parlamento de su país que avale la incorporación de Venezuela al bloque como ya lo hicieron el resto de los países. El presidente electo de Paraguay esperaba un gesto del Mercosur para sortear este problema.
Por este motivo y en pos de darle una ayuda o evitar una nueva crisis en el texto final de la cumbre de presidentes podría incorporarse un artículo especial para salvaguardar la integridad regional. Ayer se analizaba la posibilidad de acordar por única vez un artículo que rompa con el orden alfabético en la entrega de mandatos y en lugar de que la Argentina asuma en diciembre próximo, como está previsto, lo haga Paraguay.
Todos estos conflictos mostraron un Mercosur frágil y con problemas entre varios países sin resolver como telón de fondo. Brasil y la Argentina no logran cerrar acuerdos comerciales. Hay problemas no resueltos con Uruguay y normativas incumplidas de Venezuela. Todo ello en fuerte contraste con el eje del Pacífico, conformado por Perú, Colombia y Chile, que avanzan en acuerdos acelerados con Asia y Estados Unidos.
DISCULPA A EVO Y ACUERDO POR UN ASILO A SNOWDEN
MONTEVIDEO (De un enviado especial).- Para contrarrestar tanta tormenta política por los conflictos con Paraguay, los presidentes del Mercosur se mostrarán hoy unidos en un tema que los acerca ideológicamente: emitirán una resolución en contra del espionaje de Estados Unidos en la región, defenderán al presidente de Bolivia, Evo Morales, y unificarán una postura para el caso de admitir el asilo al ex agente de la CIA Edward Snowden, que denunció a Washington.
Quizás el plato fuerte de la jornada se lo lleve Evo Morales, ya que en Montevideo todos los países del Mercosur le exigirán a la Unión Europea un pedido público de disculpas de Francia, España, Italia y Portugal por impedir que el avión presidencial de Bolivia sobrevolara su espacio aéreo y haya ocasionado la retención por más de 14 horas de Morales en Viena.
Otro tramo de interés mundial de la cumbre será la cláusula que prevén acordar para que haya una postura común a la hora de aceptarle el asilo a Snowden en alguno de los países de la región. De hecho, el "topo" de la CIA ya le pidió asilo a Venezuela.
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