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domingo, 3 de noviembre de 2013

Se cayó una maniobra del vice para minimizar el caso

Por Nicolás Wiñazki / CLARIN
Boudou apostaba a, por lo menos, limitar el alcance de la investigación. Ayer perdió la última posibilidad.
La causa Ciccone ya no tiene ningún obstáculo legal consistente que le impida avanzar hacia una resolución, sea cual fuere. Todas las pruebas que hasta ahora recolectaron en ese expediente son válidas. Así lo dictaminó la sala IV de la Cámara de Casación Penal.
Boudou, perdió ayer l a última posibilidad que tenía para desactivar una parte importantede este caso, en el que está imputado por negociaciones incompatibles con la función pública y enriquecimiento ilícito.
Esa chance se le había abierto gracias a los planteos ante Casación que hizo la defensa del acusado de ser su testaferro, Alejandro Vandenbroele.
La mayoría de las presentaciones en la Justicia que hicieron los abogados del ex director de Ciccone beneficiaban, o podían haberlo hecho, a quien niega tener un vínculo con él, Boudou.
La oportunidad ahora inexistente que tuvo el vice para minimizar el impacto de la causa Ciccone fue parte de su patrón de conducta ante los Tribunales.
Aunque siempre dijo que era inocente, Boudou nunca permitió que la Justicia actúe libremente para resolver su situación en esta causa.
Hizo lo contrario. Presionó públicamente desde el Senado que preside para desacreditar al primer juez del caso, Daniel Rafecas; al primer fiscal, Carlos Rívolo; y al entonces Procurador, Esteba Righi. El último renunció y los dos primeros ya no lo investigan más.
Sus abogados, del estudio Richarte, con vínculos con la SIDE y con influencia en la corporación judicial, intentaron frenar el avance del expediente con las habituales argucias legales que suelen obstaculizar en la Argentina el desarrollo de las causas de corrupción.
Desde el principio de este escándalo, Boudou no solo se declaró inocente, sino que además denunció que en realidad la víctima era él: aseguró que estaba siendo asediado por una “mafia” integrada por miembros de la Justicia, los medios, y el establishment.
La presidenta Cristina Kirchner avaló su embestida feroz en contra del Poder Judicial.
¿Por qué el Vicepresidente de la República tuvo que impulsar semejantes acciones para enfrentar un expediente que, como dice él mismo, está repleto de falsedades inventadas por el periodismo? ¿Por qué nunca se animó a responder siquiera una pregunta de medios que no dependen de fondos públicos para financiarse?
El primer fiscal de Ciccone, Rívolo, solía decir que prefería avanzar lo más rápido posible con el caso para resolver la situación procesal del segundo en la sucesión presidencial lo antes posible. El argumento que usaba era que el vice no debía quedar atrapado en una causa tan sensible por mucho tiempo.
Si es inocente, pensaba Rívolo, la velocidad en la resolución del expediente lo favorecería.
Boudou no creyó lo mismo, o al menos no actuó en consecuencia.
La Cámara de Casación acaba de validar todo lo actuado en la causa Ciccone después de que así lo dictaminara también el fiscal del tribunal, Javier De Luca.
Tal como destacó la web Infobae, se trata de unos de los integrantes de “Justicia Legítima”, la agrupación que apoya a las políticas K en el Poder Judicial.
Si existe una “mafia” que persigue a Boudou, tal como denunció el vice, entonces su influencia se extendería incluso entre el oficialismo.

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