Enero es el mes que amerita un balance de todo lo acontecido en los doce meses anteriores.
Por mi parte prometo que me he esforzado por encontrar cosas buenas para comentar, cosas positivas del gobierno, que nos haga más fácil la vida, que nos haya permitido mejorar nuestra calidad de vida, y me siento frustrado porque no los he encontrado.
Esas cosas positivas que nos permitan prepararnos para transitar este nuevo año, que promete no resultar nada fácil.
Pero, por otra parte debo admitir que es una realidad la década ganada:
Nos cuesta admitir los beneficios que hemos obtenido a lo largo de estos diez últimos años.
Por ejemplo: se le ha ganado a la inflación en forma constante (el 2013 termina con cifras cercanas al 30%), se ha ganado en el crecimiento de la delincuencia;
el narcotráfico – encantado con nuestro país, se ha instalado para generar sus negocios desde aquí;
la pobreza que había retrocedido ha vuelto a aumentar (¿no es genial?);
aumentaron los cortes de luz gracias al éxito del modelo que permitió la compra de ventiladores y aire acondicionados, y todo esto gracias a la genialidad de ministros que no supimos conseguir, por lo que no hay que ufanarse de sus éxitos ya que no nos pertenecen, porque fueron elegidos sin nuestro consentimiento;
aumentaron las importaciones de gas y petróleo por cifras récord;
aumentaron los patrimonios de los funcionarios del Ejecutivo y su grupo selecto de amigos;
aumentaron las restricciones para poder viajar al exterior;
aumentó el dólar blue y también el dólar oficial.
Esto es como una demostración que se pueden hacer ambas cosas al mismo tiempo, sin necesidad de aumentar las reservas del Banco Central...
También aumentaron los índices de caída de compra venta de inmuebles;
aumentaron los impuestos para la compra de automóviles, que con seguridad nos retrotraerá a la década del 60, donde los autos tenían precio básico y vos tenías que elegir que le ponías adentro.
¿No es maravilloso?
Aumentó el trabajo en negro y el cierre de Pymes;
aumentó el número de inversores que nos borraron del mapa;
aumentó el descrédito de los políticos y del Poder Judicial.
Asimismo aumentó la corrupción a tal punto que a lo largo de la década se la pudo ver a simple vista.
Es decir, todo aumentó en esta década ganada, por ello nos parece mal que corran rumores que se estaría pensando en la renuncia de los ministros Julio de Vido y Axel Kicillof, verdaderos artífices de algunos de estos logros mencionados más arriba.
Con Guillermo Moreno y Juan Manuel Abal Medina cometieron una injusticia enorme.
Ellos dejaron horas de sueño para pensar en cómo mejorar aún más la década ganada y no fueron comprendidos.
Hoy desde el ostracismo miran con pena al gobierno que sigue cosechando éxitos y ellos están afuera, aunque todavía quedan muchas cosas por hacer desde las funciones que les fueron asignadas.
Quizás con un poco de esfuerzo le declaramos la guerra a Italia, o que desplacen al Papa Francisco del Vaticano.
Mientras ellos estuvieron gozando de las delicias del poder, juntamente con el canciller Héctor Timerman, al Mercosur lo hicimos pelota;
con gran habilidad nos distanciamos de Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile y nos acercamos al pajarito consejero del presidente Maduro, que afortunadamente le sopló al oído donde conseguir papel higiénico antes que Caprile desatara un golpe interno.
Entonces muchachos, basta de negar la realidad.
Lo que parece un poco fuera de lugar es que cada uno quiera atribuirse méritos, cuando todos sabemos que el mérito pertenece a una sola persona y ellos fueron nada más que ejecutores, así que no tendrían hacerse los piolas…y parecer más de lo que verdaderamente son.
Por suerte, Enero y Febrero pone un manto de paz motivado en las vacaciones anuales, y nuestra mente, ansiosa de olvidar algunos incidentes menores, tiende a la relajación, por ejemplo, ver menos televisión (TN y 13) que introduce en nuestro hogar malos ejemplos, producto del invento de los periodistas;
leer menos diarios (Clarín miente y La Nación – que también miente pero menos);
evitar los programas de radio de opinión, no sintonizar Mitre por ejemplo.
Se hace recomendable 6 7 8, canal 5, canal 9, Radio 10.
Es decir nutrirnos de una brisa fresca y cubrirnos con un manto de de ausencia durante unos días, a sabiendas que en marzo tendremos que soportar más de todo, y marcará el comienzo del nuevo año.
Es el momento que el relato y el modelo exitoso se estrellan contra la realidad.
Soportar el aumento de las cuotas de las escuelas privadas; de la medicina pre paga, de los servicios públicos; del costo de vida; el transporte; de los útiles y ropas escolares, entre muchos otros.
Muchos de estos rubros dañan más profundamente en la gente de más bajos recursos, ya que la inflación es el impuesto más perverso para la clase media y baja.
Asimismo, volver a la rutina de dar una par de vueltas a la manzana con el auto antes de intentar el ingreso a los hogares, ya que las políticas de este gobierno, que ha permitido comprar más autos, (no precisamente por el éxito del modelo, sino para preservar los pocos ahorros) son una tentación para los delincuentes, que gracias al doctor Zaffaroni, si logra introducir cambios en el código Penal, los cacos tendrían menos pena si roban a un rico que si roban a un pobre.
Que un auto estacionado en vía pública es auto abandonado por lo tanto robarlo no tiene castigo.
El 2014 sin duda tiene salida:
Ezeiza o Aeroparque.
...
* RICHARD LESLIE RAMSAY ha sido por muchos años, y hasta el cambio de línea editorial de ÁMBITO FINANCIERO, el encargado del Suplemento de Comercio Exterior, de dicho Medio.
Hoy dirige la Revista DESAFÍO EXPORTAR y es el Productor y Conductor del Programa de Televisión “El poder de la palabra”.
Ha sido repetidamente distinguido con premios a su labor profesional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario