Imaginar tu rostro, en las ventanillas empañadas por el rocío.
Bautizar tu nombre, ensayando decenas de fonéticas al deletrearlo.
Buscarte, entre miles de caras, de una ciudad que te ignora.
Así, entre otras sensaciones, pensarte a diario.
Recorriendo distintos trayectos, para llegar al mismo lugar.
Esperando que la providencia, me toque el hombro, y señale un indicio de tu paradero.
No necesito más domicilios, que el de tu mirada que me encuentra.
Es que mientras el tiempo sucede, la búsqueda se hace insalubre, y las decepciones acechan esta espalda. Ya no deseo soñarte....
Necesito que existas.
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 1 mes
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