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Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 1 de noviembre de 2015

Carrera al ballotaje:

¿Es posible una Revolución de las Ovejas?

Mauricio Macri trabaja es la búsqueda de los votos de aquellos ciudadanos que optaron por Sergio Massa, Adolfo Rodríguez Saá y Margarita Stolbizer:
“Estamos hablando con todos”
Daniel Scioli se encuentra muy condicionado por Cristina Fernández de Kirchner, más allá de lo que él pueda conseguir para 'despegarse' de ella.

La retórica setentista con olor a naftalina del Frente para la Victoria ya provoca hartazgo a la mayoría de los ciudadanos. 
Luego, el peronismo está en ebullición.
Es una situación que tendrá consecuencias de largo plazo, y no sólo en la provincia de Buenos Aires, su mayor 'caja' política.
Tal como se lo pregunta Sergio Crivelli, en el diario La Prensa:
"¿Qué impacto puede tener ese desfinanciamiento de una fuerza como el peronismo que ha sido históricamente un partido de gobierno, un partido que hizo 'política' con la 'caja' del Estado?". 
Sin embargo, esa probabilidad no consigue unificar fuerzas detrás de Daniel Scioli.

"(...) El autoritario es autoritario pero no estúpido
Sin embargo, esa fue la pretensión durante toda la era K no sólo de Scioli, sino de casi todo el peronismo que él representa, el de los caudillos territoriales y el de los operadores cortesanos.
Es que fuera de ese grupúsculo compuesto por los kirchneristas duros, el PJ está hoy liderado por las ovejas, los que jamás se rebelaron ni a Menem ni a los K, los que son el grado cero de la política. (...)"

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Algunos afirman que los peronistas son impiadosos a la hora de cesar jefaturas y modificar liderazgos.

No es cierto.
En todo caso, los peronistas son líderes en una cultura política de gran oportunismo que comenzó cuando Juan Perón invitó a conservadores populares y otros a sumarse a un gobierno que necesitaba trascender al Partido Laborista que lo había llevado al poder.

La confusión semántica es madre de muchos problemas, deberían recordar los analistas políticos.

Oportunismo es la actitud de la persona que, generalmente en sociedad, se acomoda a las circunstancias para obtener provecho, subordinando, incluso, sus propios principios.

Impiadoso es la falta de piedad, que a su vez es lástima, misericordia, conmiseración.

No son conceptos relacionados.
Un oportunista puede ser impiadoso pero también puede no serlo.

La cuestión clave es que el oportunista, si no tiene condición de líder, precisa de un nuevo líder, que sustituye al ex líder.
En el peronismo, los líderes son absolutos, tal como lo fueron Carlos Menem, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner...
Daniel Scioli no encaja con esa descripción.

Scioli busca a los gobernadores para armar una suerte de colegiado.
En eso se asemeja a Eduardo Duhalde cuando articuló la cooperativa de intendentes conocida como los Barones del Conurbano.
Pero Duhalde, al igual que Antonio Cafiero, nunca llegó a Presidente elegido en las urnas sino que fue un senador nacional elegido Presidente interino o provisional, que ni siquiera pudo completar su mandato.

El peronismo puede elegir una nueva cultura política que modifique sus conceptos de liderazgo pero eso no ocurrirá en los días que faltan para el balotaje.
Ahí aparece un gran obstáculo para el empeñoso Scioli.

Ahora, 3 fragmentos muy interesantes.

Carlos Salvador La Rosa en el diario Los Andes, de la ciudad de Mendoza:

"(...) Insinuando, además, con intolerable oportunismo, que cuando ganase dejaría de humillarse como se humilló para llegar. 
Sin embargo, es muy difícil ganar desde la cobardía y gobernar desde la valentía
Pero es lo que se propuso Scioli y de lograrlo sería un premio a la anti política.
Una versión trucha y deforme de la parábola de que “los últimos serán los primeros” traducida como que “los que más se arrodillen terminarán siendo los ganadores”.
Es creer que al autoritarismo se lo reemplaza tomándolo por estúpido.

El autoritario es autoritario pero no estúpido.
Sin embargo, esa fue la pretensión durante toda la era K no sólo de Scioli, sino de casi todo el peronismo que él representa, el de los caudillos territoriales y el de los operadores cortesanos.
Es que fuera de ese grupúsculo compuesto por los kirchneristas duros, el PJ está hoy liderado por las ovejas, los que jamás se rebelaron ni a Menem ni a los K, los que son el grado cero de la política.

Otro drama de Scioli es que él creció políticamente por una habilidad discutible pero habilidad al fin:
Su única definición era la de ser indefinido en todo. 
Pero por ello la gente lo quería, en estos tiempos anti políticos en que se prefieren políticos que digan poco y nada.
Sin embargo, ni ese atributo positivo para el tiempo que corre le dejó correr Cristina...

En los últimos meses lo obligó a sobre actuar kirchnerismo a un tipo que ni siquiera sabe muy bien qué cosa políticamente es él mismo, y por ende actuó como un pésimo actor. 
Dejó de ser un político “como la gente”, ese que le gusta hoy a la sociedad, para repetir ideologismos, sin tampoco saber muy bien de qué estaba hablando.
Y se fue convirtiendo en un espécimen cada vez más invotable.

Scioli rogó que luego de las PASO lo dejaran mostrarse como siempre se mostró desde que se inició en política, pero lo dejaron menos.
Él creía, como indicaba todo sentido común, que teniendo ya la totalidad del voto K cautivo, de aquí en adelante lo que se necesitaba era atraer un voto menos K, más light.
Pero Cristina le dijo que no, que era al revés, que su error fue el de no ser lo suficientemente K.
Hacia la primera vuelta, por lo tanto, había que profundizar la línea anterior, le ordenó Ella

El domingo pasado se vio cómo les va yendo con esa idea demencial.
Sin embargo, cerrada a todo contacto con lo evidente y a pesar de todo lo que hizo el pobre muchacho para mostrarse como nunca fue, esta semana Cristina acusó a Scioli otra vez de no haber sido lo suficientemente K cuando lo fue infinitamente más de lo que debía y podía. 
Es cierto que Scioli más que leal se hace el leal, pero no porque sea desleal como piensa Cristina, sino porque tiene miedo de todo.
Además no olvidemos que a él lo eligió Cristina.
Como eligió a Boudou... y al Aníbal. (...)".

Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"Aníbal Fernández y La Cámpora no estuvieron aislados por casualidad el domingo pasado, esperando el escrutinio en un hotel de San Telmo.
Fue un plan que ellos cumplieron por directiva de Cristina Fernández. No debían compartir, a priori, ningún escenario con Daniel Scioli. Su verdadera apuesta estaba centrada sólo en dos lugares: Buenos Aires y Santa Cruz. La suerte del candidato K era una cuestión de segundo orden.

¿La Presidenta estaba preparada, entonces, para perder?
De ninguna manera.
Sus encuestas de los últimos días denunciaban que Scioli iría sin remedio, aunque con clara ventaja, a un balotaje contra Mauricio Macri.
Pero que Aníbal y los camporistas se afianzarían en territorio bonaerense.
No bien ambas cosas hubieran sido verificadas en la realidad, el jefe de Gabinete y los militantes se trasladarían hasta el Luna Park para coparle la parada a Scioli. 
El gobernador no iba a tener, como al final no tuvo, demasiado para festejar.
Con ese paisaje, que nunca se terminó de esbozar, Cristina había imaginado enviar un mensaje (tal vez un video) para felicitar a los suyos.

Scioli estuvo toda la jornada inquieto cuando se enteró de que Aníbal había hecho rancho aparte.
Le preguntó varias veces a Carlos Zannini por el jefe de Gabinete pero su compañero de fórmula lo despachó con evasivas.
Contrariamente a lo que se dijo, el candidato estuvo en contacto telefónico con Cristina por lo menos hasta que los malos presagios se convirtieron en hechos.
Eso sucedió avanzado el domingo cuando la Presidenta contó con información privilegiada del escrutinio oficial que ordenó retener a las autoridades hasta la medianoche.
Desde ese momento no le atendió más al teléfono al candidato K. 
Reanudó un diálogo parco recién a mitad de la semana.

Scioli había advertido durante la jornada una conducta extraña en Cristina.
Le preguntaba mucho más por los datos sobre la elección en Buenos Aires que por la presidencial. Quería información, en especial, sobre intendencias que disputaban los jóvenes de La Cámpora.
El gobernador supo, días después, cómo la Presidenta celebró con Eduardo De Pedro la victoria de su hermano adoptivo, Juan Ustarrioz, en Mercedes.
Pese a que ese dirigente articuló discretamente su boleta con la de Cambiemos, la coalición macrista. También circuló la decepción presidencial por la derrota de Julián Alvarez, el secretario de Justicia, en Lanús contra el macrista Néstor Grindetti. Su balance, en ese pequeño aspecto, tampoco resultó alentador. (...)".


Patricio Giusto en Diagnóstico Político:

"(...) A partir del 10 de diciembre, la Cámara de Diputados de la Nación perderá la mayoría kirchnerista. El FPV y sus aliados perderán 26 bancas. Reunirán en total 117 diputados (pusieron en juego 87) y tendrán la primera minoría, pero se alejarán del umbral de 129 que exige el quórum. Cabe destacar que la agrupación ultra-kirchnerista de “La Cámpora” tendrá unas 28 bancas en total.

La oposición crecerá en número, pero mantendría su composición fragmentada. La alianza Cambiemos tendría una fuerza legislativa de 91 miembros, pero la UCR, la Coalición Cívica y PRO ya anticiparon que preservarán sus respectivas identidades en el futuro Congreso. También crecerá el peronismo no oficialista en Diputados: los bloques del Frente Renovador, que responde a Sergio Massa; de Compromiso Federal, de los hermanos Rodríguez Saá, y de Unión Por Córdoba, de José Manuel de la Sota, tendrán unas 18 bancas.

La renovación de un tercio del Senado Nacional (24 legisladores correspondientes a 8 provincias) se convirtió en una de las pocas buenas noticias para el oficialismo. El FPV pasará a tener 42 miembros (+2), con “La Cámpora” habiendo logrado su primera senaduría nacional en Mendoza. La contracara es la UCR, que perdió 3 de las 9 bancas que debía renovar y verá caer a 11 miembros su futuro bloque. El mismo caso se registra con el Frente Amplio Progresista (FAP), que perdió las 3 bancas que debía renovar. El peronismo opositor incrementará su interbloque en 2 miembros y pasará a tener 10 senadores. El PRO, por su parte, sumará un nuevo senador a su actual bancada de 3 miembros. Por último, se sumará un senador por ECO de Corrientes, que pasaría a ser aliado de la UCR.

El resultado de las presidenciales desató una fuerte crisis política en el seno del oficialismo. Es probable que las internas preexistentes entre el sciolismo y los sectores kirchneristas duros que rodean a la Presidenta (siempre resistieron la candidatura del bonaerense) se profundicen de cara al 22 de Noviembre.
Aníbal Fernández anunció su posible retiro de la política y acusó –en un claro tiro por elevación a Scioli- a sectores del oficialismo que habrían jugado en contra de su postulación. Por su parte, la Presidenta decidió no hacer declaraciones tras conocerse los resultados.

Esta incipiente crisis anticipa la posibilidad de que Scioli no cuente con el apoyo del kirchnerismo en su conjunto de cara al ballotage, potenciando aún más las grandes chances de Macri. Tras el sorpresivo resultado entra a jugar fuerte el cambio de expectativas que podría producirse en gran parte del electorado, que ahora advierte que el a priori invencible oficialismo quedó a un paso de ser derrotado.

Y por último, en política siempre ocupa un rol decisivo el factor humano. En ese sentido, la gran pregunta es: ¿Podrá Scioli sobrellevar la campaña en un contexto político tan adverso como inesperado para su aspiración presidencial?".

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