Abraham, sobre el odio K a Macri y el desprecio K a Scioli
El filósofo Tomás Abraham analizó las elecciones, habló sobre el odio del kirchnerismo, sobre la importancia de que tanto Mauricio Macri como Daniel Scioli sean dos "pacificadores":"Desde 2003 hasta hoy, estoy amortizado de bronca, de furia, de puteadas.
Espero que muchos argentinos estén satisfechos por la bronca que pudieron tener estos años contra el otro", y cuestionó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández:
"Lo más importante del 25 de octubre fue que perdió un patotero".
El filoso y escritor Tomás Abraham, durante una entrevista televisiva con el conductor Alejandro Fantino, analizó a los candidatos que disputarán la presidencia en el balotaje, habló de la larga gestión kirchnerista y no se guardó nada.
Sobre las recientes ocupaciones ilegales de tierras en Merlo, provincia de Buenos Aires, mencionó: "Está pensado, organizado.
Son clases dirigentes, gente que tiene poder, que puede usar a otra gente.
El problema cultural, o al menos un aspecto de él, nace con una voluntad de destrucción y demolición que hay en Argentina.
En vez de sumar, dividís.
Y dividís tanto que quedás en cero".
"Creo que hay profundas corrientes destructivas en Argentina que impiden un pacto, un acuerdo nacional.
Ahora, va a haber elecciones y un nuevo presidente.
Este presidente que nace será un presidente débil:
"No hay un partido político grande, no hay verticalidad, no tiene una red política", agregó, antes de definir a cada postulante.
"Daniel Scioli es un invitado indeseable del espacio donde está"
Mauricio Macri va a tener que formar gabinete con gente que no conoce.
El próximo presidente va a ser débil.
Y va a necesitar negociar", continuó.
"Mi generación es mucho más destructiva, porque enarbola banderas de la guerra interna, de la guerra civil", aseguró el pensador, que nació en diciembre de 1946.
El periodista no dejó pasar la oportunidad, y realizó un vínculo cronológico con Néstor y Cristina Kirchner.
"Esa generación se ha criado en la contienda permanente", dijo Fantino.
En su respuesta, Abraham fue contundente, pero sutil:
"Me imagino que una persona que vivió las tragedias que se vivieron y la violencia generalizada en una sociedad, vio algo, aprendió algo.
Lo aprendió en Argentina, en Uruguay, en la Unión Soviética, en China. En el mundo pasó algo para que uno reflexione en qué sistema quiere vivir.
¿Cómo se resuelven los conflictos?
¿Con que delicadeza hay que resolverlos?
Si seguís repitiendo lo que viviste de joven, no significa que no perdiste las utopías.
Significa que te convertiste en un necio que no puede transmitir nada nuevo".
Sobre el ministro de Economía, Axel Kicillof, indicó:
"Me parece un tipo inquieto pero no tiene estatura de ministro".
En cuanto al jefe de gabinete y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires en la última elección, Aníbal Fernández, fue duro y directo:
"Lo más importante del 25 de octubre fue el triunfo de María Eugenia Vidal, porque perdió un patotero, con su banda de patoteros.
Hay gente a la que le gusta que sea un grosero, que insulte, que se muera Nisman y lo difame mientras lo están velando.
Es bueno que pierda con una mujer que va de puerta en puerta, que toca timbres.
Es bueno que eso pase.
Que digan 'no quiero un matón'.
A veces, los matones ganan.
"Y este perdió".
"Es bueno que a este tipo de personajes una buena parte de Argentina los ponga un rato al lado, a ver si podemos convivir con otro tipo de personajes", sentenció el filósofo.
Abraham no dudó en asegurar que "el kirchnerismo duro odia a Mauricio Macri y desprecia a Daniel Scioli"
En cuanto a la elección de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, donde logró derrotar al peronismo, señaló:
"A veces, estoy contento de no entender algo.
No aspiro a entender todo.
La victoria de María Eugenia Vidal fue un milagro.
El PRO no tenía nada en la provincia de Buenos Aires.
Y ganó.
Es increíble.
Llamá a un politólogo, a uno de estos que te explican cualquier cosa.
La victoria de Vidal es incomprensible, pero es bueno, es sano, porque estamos viviendo en un clima bastante enfermo".
Habló también de la muerte de Alberto Nisman, sobre la cual se mostró realmente conmocionado y explicó que "por eso, dejé de escribir en el periodismo, ahora me animé un poquito, otra vez"
"La muerte de Alberto Nisman me dio miedo", fue la frase que usó.
Y siguió: "Acá, cuando las fuerzas son oscuras, son oscuras.
Lo de Nisman...vamos a esperar hasta que aclare.
No es la política que pasa por el periodismo, la de los medios, no es el Frente para la Victoria, el partido radical.
Hay otras fuerzas, muy embromadas.
Lo que me frenó, y me pasó lo mismo con la AMIA en 1994, no fue el hecho.
Fueron los comentarios que vinieron después.
"Me da vergüenza".
"Yo no estuve a favor de la marcha de los fiscales, no me uno por el espanto, no me convencen, me mando la mía.
Eso me duró hasta el debate de los candidatos.
Me pareció algo tan genial, tan cómico, que me animé a escribir otra vez.
"Eran cuatro o cinco candidatos que no tenían nada para decir", completó.
En cuanto a la gestión K aseguró que:
"Todos estos años hubo una guerra ideológica, en nombre de ideologías que no existen más.
Hubo muchas cosas que hicieron que los grandes sistemas de utopías igualitarias en el mundo terminaran en el terror.
Si sacás un poquito de las ideologías y armas 'un relato' para someterte a un líder, no estamos en una forma de vida.
No va más lo de hablar en nombre del pueblo.
Tenemos que convivir".
Luego, opinó sobre la instrucción académica de ambos candidatos presidenciales:
"La formación ayuda, no es una ventaja que ni Macri ni Scioli tengan una cultura aunque sea mínima, sin embargo tienen otras cualidades:
Son pacificadores, no vienen a dar guerra.
Desde 2003 hasta hoy, estoy amortizado de bronca, de furia, de puteadas.
Espero que muchos argentinos estén satisfechos por la bronca que pudieron tener estos años contra el otro".
Ayuda saber lo que pasa en el mundo.
Amplía la mente.
Un político que quiere presidir un país y no tiene la menor idea de lo que pasa en el mundo (literatura, filosofía, política, relaciones internacionales) es un tipo que no sabe nada más que lo que pasa en su distrito", agregó.
Sobre el debate de cara al balotaje, y las exposiciones televisivas de los postulantes, analizó: "Tenemos una competencia electoral entre dos candidatos y en los medios lo único que se discute es cómo vamos a salir del cepo.
¿Se enfrentan concepciones del mundo?
No.
La pregunta es: ¿salimos del cepo en un día o en seis meses?
¿Ese es el problema del país?
Argentina está en un cepo, pero no el del dólar.
Todo está medio trabado.
No hay que creerle a ningún político, te dicen la mitad, ninguno dice lo que piensa".
Para el último, mencionó que "el kirchnerismo hizo que la política se discuta como religión.
¿Cuál es el credo?
¿El modelo?
A mi me gusta la gente apasionada, con su laburo.
También el que está apasionado por la política.
Pero la pasión es algo sincero, no un cálculo que va y viene cuando organizás una pasión cuyo eje no es el amor, sino el odio a algo".
"¿De dónde salió lo de odiar a Clarín?
Hasta hoy, es el juego.
El pueblo representado por Cristina Kirchner, y La Cámpora, contra Clarín.
Eso termina el 10 de diciembre.
Porque tanto Scioli como Macri quieren seducir a Clarín.
¿Eso es la militancia?
¿A quién puedo odiar?
No me interesa lo que está bien, y lo que está mal de la gestión.
Hay más de una dictadura militar que hizo viviendas.
Estos dos personajes que ganaron las internas son pacificadores, bienvenidos sean.
Cortan con esta bronca.
El 2001 nos reventó y dijimos todo lo que teníamos para decir.
Toda esta gente que va a subir, necesita apoyo de la sociedad.
"Sino, se va todo al diablo", concluyó.
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