Rafael
Alejandro Koen
El
gran temor de Albert Einstein, era el que un día la maquina dominara al hombre,
y me temo que ese día ha llegado.
Los
noticieros del mundo, nos mostraban los horrores de las guerras desparramadas
por el mundo, pero ahora la información ha cambiado, nos muestran hordas de
gente portando celulares, a la búsqueda de no sé qué "bicho", para
jugar al Pokemon Go, o algo parecido, ya no alcanzaba, con que nuestros
contactos nos llenaran "las pantallas", con pedidos de vidas y/o
invitaciones a estupidizarnos con los juegos de los androides.
Hoy hombres,
mujeres y niños, se la pasan revisando rincones para encontrar esos ridículos
personajes, que los mantienen tarados y atareados, para poder ser transformados
en zombis, que serán con el tiempo, esa mano de obra barata, que no piensa, y
que solo hace lo que el ejecutor dispone.
¿Qué
hay detrás de todo esto?
Tal
vez algo muy siniestro, porque nadie puede creer que estupidizar al mundo es
algo barato, nadie puede entender como naciones líderes, puedan permitir esto,
que aunque no lo crean, es algo similar a la drogadicción,.
Hoy
a cualquier criatura se le entrega el celular para que no joda, y cada vez
desde más chico se les afianza la cultura del androide.
Después
de leer esto alguien puede imaginar, que yo soy un viejo mañero y obtuso, por
favor, ni se les ocurra imaginarlo, yo soy un viejo mañero y obtuso con todas
las de la ley, no necesito ir tras duendes y quimeras para gastar mi valioso
tiempo.
Gastar
la sapiencia y el ingenio para jugar, me parece tonto, cada cosa debe tener su
espacio en la vida.
Hoy
olvidarse el celular en su casa es como dejar de respirar y que se les descomponga
los puede llegar a la locura.
Es
la primera y gran adicción del siglo XXI, después de esto que nos deparará el
futuro.
Y
como decía aquella vieja serie de televisión "Nada es imposible , en la
dimensión desconocida".
De
chico jugaba a contener la respiración y llegar al minuto…
Los
desafío a que apaguen su celular, a ver cuánto tiempo lo hacen, estoy seguro
que mientras eso ocurra también contendrán la respiración.
Y
el desafío más grande se lo dejo a los abuelos, a ver si logran convencer a sus
nietos de lo siguiente:
Que
nacieron en un mundo sin televisión, sin celulares, sin computadoras, con
aviones a hélice, que jugaban a las bolitas, que la búsqueda más importante era
la de la figurita difícil del álbum, que jugaban a la pelota…
Y
lo más importante que no tenían amigos virtuales, eran todos de carne y hueso y
se podían tocar, y a las abuelas que tenían muñecas, cocinitas y que saltaban a
la cuerda!
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