Malú
Kikuchi
Entre
las *Analectas de Confucio, hay una particularmente educativa, “le preguntaron
al maestro que sería lo primero que haría si fuese gobernante y respondió:
“Me
pondría de acuerdo sobre el significado de las palabras, porque si todos no
entendiéramos lo mismo al decir una palabra, sería imposible gobernar”.
La
Analecta es más precisa y mucho más poética, pero el sentido es sobre lo que
significan las palabras.
Siguiendo
el consejo de Confucio, el diccionario dice que contradicción viene del latín,
“contaradicere”, contra = oposición, dicere = decir, o sea oponerse a lo que se
dice.
Y
la Argentina y los argentinos practican con asiduidad las contradicciones, en
todos los órdenes y a todo nivel.
Es posible que
los más expertos en contradicciones sean los políticos, pero también
lo hacen los ciudadanos de a pie.
Es
casi un emblema nacional.
La Argentina es
un país muy rico, se lo enseñan a los chicos desde preescolar.
Pero
resulta que ese país tan rico, tiene un 28% de pobres.
La Argentina
puede darle de comer a 400 millones de personas, quizás a 600 millones, pero
aparentemente no puede alimentar a los 40 o 44 millones que la habitan.
Los
comedores públicos y los escolares se multiplican.
Así
como los subsidios a los que no trabajan y protestan.
Los
subsidiados protestan haciendo piquetes.
Estos impiden
que aquellos que trabajan y con sus impuestos les pagan los subsidios, no
puedan llegar a sus trabajos.
Contradicciones
demenciales y casi diarias.
De
lunes a viernes, el fin de semana los que
trabajan de piqueros, descansan.
La
legislatura porteña, sobre un proyecto de ley de la ministra de educación de la
ciudad, Soledad Acuña, promueve una universidad para docentes.
Los trabajadores
de la educación se oponen.
Alguien
que enseña se opone a aprender más.
Tener
un título universitario es más.
Prefieren
los 29 centros de estudio que ya existen.
Contradictorio.
Y tonto.
Los
manifestantes, que no eran docentes sino los violentos de siempre, como llovía,
ellos que odian a los EEUU, usaban como capuchas para defenderse
del agua, plásticos con la publicidad de Coca Cola.
En
la Argentina del siglo XXI hay anarquistas, los revolucionarios previos a la
guerra de 1914.
En
el mundo de los teléfonos inteligentes y del GPS, no usan la inteligencia y no
saben hacia donde van.
Triste.
Y peligroso.
Está
llegando el G20 a Buenos Aires con los líderes del mundo.
Falta
una semana.
La
contra cumbre es casi una reacción natural.
Empezó
el lunes 19/11, en el micro estadio de Ferro, todos los disertantes latinoamericanos, la mayoría desplazados del
poder por el voto popular,
y
el infaltable ex juez Baltazar Garzón.
Y
Eugenio Zaffaroni.
Y
Hugo Yasky.
Habló
la ex presidente CFK, todos los males del sub continente son culpa del “neo”
liberalismo, algo que parece practican los miembros del G20.
¿Putin,
Xi Jing Ping?
Todos ellos
gente muy mala y Cris no es
mentirosa.
Pero
asistió a varias reuniones del G20 mientras fue presidente.
El
Foro del “Pensamiento crítico” le dedicó en su 1º día de alocuciones, un
sentido homenaje a los 60 años de la revolución cubana, con la presencia de 4
cubanos llegados desde la isla, dos de ellos héroes de la mítica y fracasada
revolución.
En
presencia de Dilma Rousseff, Estela de Carlotto, Fernando Haddad (el
que perdió con Bolsonaro),
el
vice presidente de Bolivia, Álvaro García Linera, Taty Almeida (Madres de Plaza
de Mayo línea Fundadora), sólo faltaba
mamá Hebe.
Hasta
ahora, esta contra cumbre es mucho más civilizada que la que le hicieron a Bush
(h) en Mar del Plata, 2005, en tiempos de Néstor, liderada por Hugo Chávez,
Maradona y Luis D’ Elía.
Mientras,
el gobierno de Macri cree que competir en 2019 con CFK, le conviene.
Puede
que sea cierto.
El tema
aterroriza a los posibles inversores (necesarios,
imprescindibles), ante la sola idea de que Cris pudiese ganar.
Contradicciones.
Aristóteles
sostenía que una contradicción implicaba “ser y no ser”.
Por
lo tanto, ser contradictorio es ser falso, y ya se sabe que lo que es falso, no
es verdad.
¿Serán
la Argentina y los argentinos todos falsos a fuer de contradictorios?
Se
espera que no sea así.
Basta
de filosofar sobre hechos “intrascendentes”, que lo único que de verdad importa
es el partido del sábado Boca/River.
Los
nombres están puestos por orden alfabético.
No
importa quien gane, importa que la Copa se queda en la Argentina.
¿O
no?
*Analectas:
Charlas entre Confucio y sus discípulos cuya traducción literal del chino es,
“el significado de las palabras”.
Confucio,
filósofo y maestro chino, 551 a C/ 479 a C.
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