La
diputada por la Coalición Cívica y la Tercera Sección Electoral de la Provincia
de Buenos Aires Maricel Etchecoin
Moro, es una de esas conciencias progres que CAMBIEMOS ha metido en la
Legislatura de la Provincia de Buenos Aires para castigo de sus votantes y la
ciudadanía toda.
Tarea
en la que desde hace rato los cambiemitas bonaerenses se han demostrado
funcionales al kirchnerismo, que es decir a la izquierda comunista (aunque
muchos ilusos vayan por ahí creyendo que los comunistas ya no existen).
En ese recinto
infame donde repetir la mentira de los 30.000 desaparecidos se hizo obligatorio
por ley,
propone ahora la diputada Etchecoin perpetrar un negocio textil haciendo pasar
trapos por banderas, para confundir a niños en edad escolar agraviando sentimientos
cívicos y patrióticos.
Integrante de
cuatro comisiones: Salud, Educación, Presupuesto e Impuestos y Políticas
Sociales,
la diputada da fe de su extremo progresismo al proponer: "Dispóngase el izado de la
bandera de la Diversidad Sexual y de Género junto a la bandera de la Nación
Argentina a modo de concientización respecto de la diversidad sexual y de
género el 17 de mayo de cada año".
Esa
ceremonia "deberá llevarse a cabo en:
Casa
de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Ministerios, Honorables Cámaras de
Senadores y de Diputados, y demás reparticiones públicas provinciales, al
tiempo que en todas las instituciones educativas de gestión estatal y/o
privadas en sus distintos niveles".
Obsérvese
que llama "honorables" a las cámaras que hicieron ley la mentira y
convirtieron la legislatura en un recinto infame.
La
diputada Maricel Etchecoin iza el trapo del "orgullo LGTBI", en la
Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
Como
el disparate de obligar al izado, en pie de igualdad con la Bandera Nacional de
un trapo de facción al que responden sectores violentos, como colectivos
feministas a favor del aborto indiscriminado (feminazis), que atentan contra
personas e instituciones (demostrando niveles de intolerancia y odio inaceptables
en una República), el mismo proyecto busca salvar sus apariencias adoctrinantes
con esta supuesta excepción:
"Las
instituciones educativas de gestión privada confesionales tendrán el derecho de
reservarse la decisión respecto de esta normativa en respeto de sus principios
religiosos y/o morales".
Pero
sólo para remarcar luego que "Se insta a los distintos municipios y
concejos deliberantes de toda la provincia de Buenos Aires a ajustarse y
cumplir con esta normativa".
Como
integrante de la Comisión de Presupuesto e Impuestos, sabe muy bien la diputada
Etchecoin que no es momento de preocuparse por ejercer la austeridad
republicana, ni racionalizar el gasto, porque la mínima carga impositiva es
apenas una caricia sobre los hombros de los contribuyentes; algo que nos
envidia todo el mundo. Fue electa, además, por la Tercera Sección Electoral,
que reúne distritos privilegiados que históricamente nadan en la abundancia (y
literalmente en temporada de lluvias), como La Matanza y Florencio Varela.
Entonces, ya que gozamos tiempos de próspera bonanza en los que las arcas del
Estado Bonaerense se encuentran tan colmadas de dinero como satisfechas todas
las prioridades que anteceden en necesidad a la "concientización respecto
de la diversidad sexual", proyecta que: "Los gastos que demande el
cumplimiento de la presente Ley será incluido en las partidas presupuestarias
correspondientes".
Ironías
la margen, para entender el módico costo económico de la iniciativa, téngase
presente que solamente los establecimientos educativos aludidos por el proyecto
son unos 16.000 en toda la Provincia…
Y
no quiero sumar las demás reparticiones afectadas para no amargarme a más de la
cuenta con la comprobación de un Estado tan sobredimensionado como ineficiente.
Si
el articulado del proyecto es un mamarracho, los fundamentos son todavía
peores.
CAMBIEMOS
nos vuelve a demostrar que es KONTINUEMOS al buscar profundizar con este
proyecto la avanzada de la ideología de género que significó en 2013, durante
el régimen kirchnerista, la sanción de la Ley 14:522, según la cual:
"Encomiéndase
al Poder Ejecutivo provincial a realizar compañas de difusión y sensibilización
en todas las reparticiones provinciales, tendientes a superar el criterio
heteronormativo en las políticas públicas que invisibiliza y niega la
existencia de otras orientaciones sexuales e identidades de género,
considerando que refuerzan actitudes discriminatorias".
La
fundamentación de la diputada Etchecoin omite analizar que el 17 de Mayo fue
elegido para conmemorar el “Día contra la Homofobia y la Transfobia” porque ese
día, en 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió retirar la
homosexualidad de la lista de desórdenes mentales y aceptarla oficialmente como
una variación natural de la sexualidad humana. Es decir que, hace menos de 30
años, aquello que hoy se promueve era considerado una enfermedad.
Por
ende, tampoco analiza el contexto cuando refiere "recordar, a casi 50
años, los hechos acontecidos en Estados Unidos en 1.968, a quienes sufrieron
las consecuencias de la intolerancia y la violencia en barrio neoyorquino de
Greenwich Village (EE.UU), donde grupos que reclamaban por la igualdad de
derechos en el marco de la diversidad sexual fueron reprimidos por las
autoridades oficiales", así -más allá que aquello ocurrió en 1969- pasa
por alto algún detalle, como que sucedió durante una redada policial en un
local nocturno, regenteado por la mafia y frecuentado por delincuentes y personas con conductas
que, para la época, eran clasificadas como trastornos mentales.
Aceptar
ingenuamente que la iniciativa "tiene como objetivo fomentar el respeto
por la diversidad sexual, las nuevas formas familiares y el reconocimiento por
la identidad de género de todas las personas y condenar todo tipo de
discriminación física y/o verbal", sería ignorar la batalla cultural que
se libra en Argentina, donde la prédica de Antonio Gramsci es la acción de la
izquierda.
El
proyecto implica materialmente un gasto innecesario, digno de mejor destino
cuando los recursos son escasos, pero aún si tuviera costo cero seguiría siendo
moralmente una provocación absurda: La Bandera de la Nación Argentina, que
representa Patria y Libertad para todos los argentinos, con los derechos y
obligaciones que a cada habitante o ciudadano del país confiere e impone la
Constitución Nacional, garantiza por sí misma y en sus márgenes el respeto a
cada individuo, cualquiera sea su orientación sexual.
Introducir
al protocolo estatal el trapo multicolor en plano de igualdad a la enseña
Patria, es enteramente funcional a la lógica gramsciana de subvertir el orden y
atentar contra la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional,
condicionando su interpretación y ejecución con valores ajenos a ella y de tipo
internacional que, falsamente, se quiere dar por supuesto que la trascienden.
Este
proyecto contradice su finalidad, porque lejos de integrar armónicamente busca
imponer en forma artificial e irritante el criterio de minorías hiperactivas
que, además, tampoco representan a todo el espectro de diversidad que dicen
representar. Son muchas las personas que viven su sexualidad sin exigir la
aprobación y promoción del Estado. Porque tener una orientación sexual diversa
de la heterosexualidad, que es la norma y lo tradicional, no obliga a nadie al
falso orgullo de la obscenidad exhibiendo grotescamente sus intimidades de
alcoba. La dignidad humana no hace de las sábanas banderas.
Además,
de prosperar esta iniciativa delirante: ¿cuántos otros trapos de facciones
habrá que izar en tantos otros días para satisfacer las infinitas diversidades
de los intereses humanos?
Mejor
que tirarse por ese tobogán al ridículo legislativo, sería poner el esfuerzo en
velar por la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional.
Entonces,
quizás, formarían los establecimientos educativos mejores ciudadanos y
entenderían los políticos que en materia de leyes: menos es más.
Ariel Corbat, La Pluma de la
Derecha.
www.plumaderecha.blogspot.com
Estado
Libre Asociado de Vicente López.
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