Por
Pablo Dócimo
“Debatir
con un mentiroso no tiene sentido”, dijo Alberto Fernández sobre el
presidente Mauricio Macri al ser dado de alta. Sin embargo, aclaró que "se
tiene que hacer porque hay una Ley que así lo dispone".
Efectivamente,
la Ley 27.337 sobre el debate obligatorio sancionada el 23 de noviembre de 2016
dice en su Artículo 2:
Incorpórese
el artículo 64 quinquies al Capítulo IV bis del Título III del Código Nacional
Electoral, ley 19.945 y sus modificatorias, el que quedará redactado de la
siguiente manera:
Artículo 64
quinquies:
Obligatoriedad de los debates.
Establécese
la obligatoriedad de debates preelectorales públicos entre candidatos a
Presidente de la Nación, con la finalidad de dar a conocer y debatir ante el
electorado las plataformas electorales de los partidos, frentes o agrupaciones
políticas.
Ahora
bien… ¿es realmente Macri un mentiroso o
la verdad es que Alberto Fernández tiene miedo de participar en un debate?
Utilicemos
el sentido común.
Si
realmente Macri es un mentiroso, ¿qué mejor oportunidad que un debate como
para demostrarlo y dejar al Presidente en evidencia?
Pero...
es que la realidad dice -más allá de que Macri sea un mentiroso como lo afirma
Fernández o no- el verdadero problema lo tiene el candidato designado por
Cristina Fernández.
Imagine,
estimado lector, esta situación:
Macri
saca un papel y comienza a leer algunas de las declaraciones que Fernández
hacía por televisión cuando era anti K.
Algunos
ejemplos serían:
-Un
gobierno que renegaba de la "política fashion", ¿cómo puso a Boudou
de vicepresidente?
-Un
gobierno que decía que era necesario ponerle fin a la corrupción del gobierno
menemista, ¿cómo explica a Julio López con 9 millones de dólares en el baúl del
auto?
-La
verdad es que yo no cambié, cambiaron ellos.
-Cuando
yo le decía a Cristina tenés un déficit fiscal que se te está yendo de las
manos, me decían que me mandaba Magneto. Y se le fue de las manos, en
definitiva.
-Cuando
yo le decía Cristina, el modo en el que vos te estás quedando con YPF nos va a
costar un dineral, me decían que a mí me mandaba Repsol. Pero yo no fui el que
le pagó 13 mil millones de dólares al señor Brufau y lo convirtió en el
empresario de año en España. No fui yo, fue Cristina.
-La
verdad es que yo, con esas cosas, tengo enormes diferencias. Un gobierno que
haya mantenido a un personaje con las cualidades de Moreno, la verdad, es un
gobierno que me preocupa. Porque un gobierno que no se da cuenta a quien le
está confiando los problemas de la gente, es algo que me preocupa.
-Vos
me vas a decir, pero Moreno estuvo con Néstor... si, y una vez le dije a
Fantino una figura que creo me ayuda a simplificar mucho. Moreno, con Néstor,
era un Rottweiler atado en el fondo del jardín, y Kirchner de tanto en tanto lo
sacaba y le decía "chúmbale"; Cristina lo dejó suelto en el jardín de
la casa.
-La
pregunta es: ¿En verdad defiende a la gente alguien que dejó el 23% de inflación en
Argentina?
¿Defiende
a la gente alguien que decía que la pobreza en Argentina había desaparecido?
-Cuando
vos invisibilizás a los pobres, lo que estás haciendo es desamparándolos,
porque como le estás diciendo a la gente que no existen, nadie se ocupa de
ellos.
-Hay
un tercer mandato donde uno ya no encuentra elementos para ponderar...
Donde
la economía se destruye.
Son
los años del cepo, del cierre de la economía, de la pérdida de reservas, de la
ruptura de la relación dólar - peso, son los años donde la pobreza aumenta.
Son
los años en los que esa misma pobreza que aumenta, se niega su existencia.
-Es,
definitivamente, un mal gobierno, donde es muy difícil encontrar algo
ponderable... tal vez lo más ponderable de estos años de Cristina han sido
aquellos aspectos que tienen que ver con la puesta en marcha del código civil;
después, toda su acción institucional fue deplorable.
-Todo lo que
hizo en materia judicial es deplorable, toda su intromisión en la Justicia es
deplorable, lo que hizo con el Consejo de la Magistratura y la designación de
jueces subrogantes, lo que inició con la llamada "democratización de la
justicia"... todo eso es
deplorable.
-Lo
que hizo con el tratado con Irán es deplorable, la muerte de Nisman es
deplorable, la no resolución de la muerte de Nisman es deplorable.
-En
el segundo mandato de Cristina a mí me cuesta muchísimo, muchísimo, encontrar
un elemento valioso.
-Hubiera
querido que el proyecto no tuviera que dar cuenta de semejantes cosas, ¿no?
De
gente enriquecida, de gente con millones de dólares en el baúl de su auto.
Esto que digo
corre para todo aquel que le quepa el sayo, y entonces ahí aparece la venta de
un terreno fiscal en Calafate comprado a 7,50, creo, el metro cuadrado, y vendido en
dos millones de dólares.
Creo
que ahí es donde empieza una gran explosión, que después se sigue potenciando,
pero eso que lo explique Cristina.
-Cuando
yo renuncié le pedí a Cristina que aproveche mi renuncia para hacer un cambio
integral en el gabinete, y a lo que me refería era al Ministerio de
Planificación, porque habían ocurrido una serie de hechos ya, previamente;
estoy hablando del caso Skanska. Me parecía que era una buena oportunidad para
sacarse ese problema sin necesidad de que caigamos en este tipo de cosas.
-Lo
que necesito, y quiero, es que la Argentina de pasos para adelante, sinceramente.
Ya
el pasado nos tira mucho para atrás, porque cada noticia de estas que aparecen
de corrupción y demás deprimen el espíritu público, como diría alguna vez algún
decreto de los años de Perón, y no son buenas... la verdad, es una cosa muy
espantosa todo eso que pasa.
-Me
parece que hemos visto en lo de López una cosa casi oprobiosa, casi
vergonzosa...
¿Cómo
un funcionario puede enriquecerse de ese modo y circular por el mundo con nueve
millones de dólares en bolsos en el auto?
Eso
indigna, indigna la conciencia cívica de cualquier persona con un mínimo de
buen tino.
-Creo que
Cristina tiene una enorme distorsión sobre la realidad... francamente lo digo.
-Si
Cristina revisa las cosas que dijo, debería rectificarse de un montón de cosas.
-Cristina
llegó a decir que Alemania estaba más preocupada que nosotros en materia de
pobreza.
-Cristina
sostuvo hasta el final que el cepo no existía, y Cristina sostuvo hasta el
final que la inflación no es importante.
-Eso
es negación, es un gesto de negación, es una negación terca... por momentos
absurda... por momentos absurda; y yo creo que son esas cosas las que le
terminaron deteriorando su base electoral.
-Es
muy difícil decir que uno está preocupado por los pobres y al mismo tiempo
invisibilizar la pobreza, porque si yo soy un pobre, que vive al borde de la
marginalidad, y escucho que la presidenta dice "nosotros problema de
pobreza no tenemos, el problema de pobreza lo tiene Alemania", lo que yo
siento es "no se dieron cuenta de que yo existo, no se dieron cuenta de
que necesito auxilio, no se dieron cuenta que necesito políticas para mi".
-No hay peor
daño que invisibilizar a los pobres.
-Cuando los
kirchneristas me dicen traidor, tomo las cosas como de quien viene.
Me
parece que esas son posiciones fanáticas que no tienen ningún sentido.
-Es necesario
que Cristina explique, y que explique claramente, no que se enoje.
Que explique, no
que mande a un matón como Dalbón a insultar por lo que dicen.
-Tel
vez es legítimo todo lo que tiene Cristina, explíquelo.
Lo
que no puede hacer es enojarse cuando uno se lo preguntan, eso no puede ser,
eso no conduce a ningún buen sitio.
Esto
es solo una muestra, puesto que son muchas más las declaraciones de este estilo
que el flamante candidato de Unidad Ciudadana -o como se vaya a llamar- hizo en cuanto programa lo invitaban a
hablar mal de Cristina.
Entonces,
imagine que después de leer todas o algunas de estas célebres frases, Macri le
pregunte:
-Dígame,
Fernández... cuando usted dijo esto, ¿mentía o decía la verdad?
Creo,
sin temor a equivocarme, que esa es la verdadera razón por la que Alberto
Fernández no quisiera enfrentar un debate, pero no solo con Macri,
con
absolutamente nadie.
¿Con
que cara se puede alguien retractar de todas esa afirmaciones, cuando además
son absolutamente reales?
Entonces,
¿quién sería el mentiroso?
Fernández,
¿mintió antes o está mintiendo ahora?
Pero
como bien dijo el candidato de Cristina, el debate se tiene que hacer porque
hay una Ley que así lo dispone, que en el Artículo 4 dice:
Aquellos
candidatos que por imperio de lo aquí dispuesto se encuentren obligados a
participar de los debates y no cumplan con dicha obligación serán sancionados
con el no otorgamiento de espacios de publicidad audiovisual, establecidos en
el Capítulo III bis del Título III de la ley 26.215, incorporado por el
artículo 57 de la ley 26.571.
Dichos
espacios se repartirán de manera equitativa entre el resto de los candidatos
participantes.
Asimismo,
el espacio físico que le hubiera sido asignado al candidato faltante
permanecerá vacío junto al resto de los participantes, a fin de denotar su ausencia.
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