Se
entiende la fortaleza como la fuerza, el vigor, la energía y la entereza.
Como
una de las virtudes afirma el dominio del alma sobre las pasiones corporales y
sostiene el ánimo ante las contrariedades de la vida, permitiendo sostener
otras virtudes.
Con ella es
posible vencer el temor y eludir la temeridad.
Aunque
todo hombre puede adquirir fortaleza, no todos la poseen, y exige de esfuerzo,
contracción y trabajo sobre sí mismo.
Adquirida
le da firmeza al hombre en las dificultades y constancia para buscar el bien,
de sí mismo y de sus semejantes.
Hay
un trabajo de la inteligencia y de la voluntad personal que permite derrotar
los miedos y vencer los obstáculos que plantea la existencia.
Es considerada
un don, y tiene como objeto el bien.
Dice
San Agustín, que es el amor que todo lo soporta fácilmente por aquello que ama.
Estabiliza
todas las virtudes y les da firmeza.
Mucho
se ha escrito sobre la fortaleza, pero hay una curiosidad, un cuadro
renacentista perteneciente a Sandro Botticelli que lleva su nombre, en el marco
de un pedido del Tribunal della Mercancía de Florencia, que solicitó se
pintaran las 7 virtudes cardinales, los tres valores cristianos, Fe, Esperanza
y Caridad y los 4 valores universales, templanza, prudencia, fortaleza y
justicia para ser colocados atrás de los asientos del Tribunal.
Encargado
el trabajo a Piero del Pallaiolo, el atraso en la entrega de éste hizo que
Botticelli empezara a pintar la fortaleza, aunque con posterioridad se autorizó
a Pallaiolo a terminar el trabajo.
Pero
el retrato es una expresión auténtica y magnífica de la virtud de la fortaleza,
y ha pasado a la historia como uno de los trabajos cumbres de Botticelli.
Retrata una
mujer sentada en un trono, la cabeza inclinada en actitud reflexiva pero firme
y determinada.
Era
común en la época, 1470, señalar las virtudes con figura de mujer, y adornarlas
con atributos que dieran cuenta de la misma.
El
rostro tiene una expresión serena y calma, transmitiendo sensación de
seguridad, de bondad y de intenciones virtuosas.
La
energía y la vitalidad que logra transmitir la pintura en el rostro de la
mujer, como en su postura corporal, es una creación original de Botticelli y
señala exactamente lo que pretende reflejar,
fuerza, vigor y coraje, enmarcado en la armadura como símbolo de la
victoria.
La
vestimenta y los objetos que lo rodean, enmarcan
un gesto adusto pero bondadoso, la sensación de saber bien que se quiere,
que hacer y adonde dirigirse.
Culmina
la obra con una combinación de aciertos en el remate del cuadro, las perlas
pálidas que rodean el rostro de la mujer, señalando su pureza natural, y los
diamantes que adornan la coraza de metal, simbolizando la fuerza y
determinación de la misma.
La
fortaleza nos llama a tener valor, e implica decisión, conocimiento y
confianza.
Es
la virtud de quienes afrontan una causa justa, y de los que quieren vivir de
acuerdo a la justicia y a la dignidad humana.
Hay que ser
valientes para afrontar las dificultades y tropiezos que se generan cuando se
conduce a una justa causa.
La
fuerza para encarar la tarea, puede menguar y es menester una gran decisión,
una voluntad firme y constancia permanente, para sortear los problemas que se
nos plantean.
El
conocimiento nos dará la razón para seguir adelante, sabiendo que es el camino
recto y justo, y que conducirá a buen puerto, a nuestro beneficio personal y al
beneficio de nuestros hermanos.
Para
ello será necesario confiar, en nosotros, en nuestras fuerzas, en lo que
hacemos y proyectamos, como lo mejor que se puede hacer, y en el éxito de la
misión que hemos encaminado.
El
camino de la existencia nos señala dificultades, contratiempos y circunstancias
que hace que nuestros proyectos y nuestras ideas y sentimientos sean
confrontados con una realidad muchas veces desfavorable.
Es por eso que
debe educarse y proyectarse una cultura de la fortaleza personal que nos haga
permanecer fieles a nuestros ideales a pesar de los contratiempos, y que la
virtud impere a favor de la verdad, la justicia, el bien, la igualdad y la paz
entre los hombres.
Elías D. Galati
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