El
término manada se emplea para referirse a un grupo de animales de la misma
especie que se movilizan en conjunto, en especial cuando están en estado
salvaje.
Reunidos,
los animales adoptan otra conducta que la que suelen tener individualmente,
ante el resto de los miembros y frente a otras especies.
Muchas
veces existen comportamientos o decisiones que se toman grupalmente.
En
el reino animal la manada da ventajas a los miembros de la misma en cuanto a
conseguir alimentos, cazar, o protegerse de los peligros.
En las manadas
hay líderes conocidos como el macho alfa o la hembra alfa y ellos imponen su
autoridad de forma jerárquica.
En
nuestro tiempo se ha extrapolado el término y se ha considerado a ciertos
grupos, por su comportamiento, como manadas humanas.
Esta
consideración tiene que ver con actitudes por lo general de gran violencia, que los mismos
en grupo producen, en perjuicio de otros, o simplemente de uno en particular, y
que difícilmente realizarían individualmente en solitario.
Las
manadas humanas suelen compararse con dos modelos de la naturaleza:
La
manada de primates y la manada de cánidos.
Las
manadas de primates se caracterizan por priorizar al grupo, sus beneficios y
adecuarse a la relación con el resto de los otros grupos.
Las
manadas de cánidos, en especial la de lobos, son la asociación más ancestral de
la naturaleza, anterior a los primates y al hombre.
Es
una manera primitiva y desgarrante de entender la socialización.
Hay
machos y hembras alfas, pero el poder es siempre discutido y la estructura es
siempre estresante.
Las
ventajas de ella son la cacería en común, beneficiosa para el grupo, y la falta
de valoración del individuo en relación al grupo.
Ahí aparece el
concepto de clase,
fuente primaria de la discriminación.
No
tienen las manadas de cánidos, las
características comunes del hombre, y que aparecen en las manadas de primates, como la compasión,
el cariño, el aprecio, aunque permanece la estructura de privilegio que
pareciera ser la primera en el nivel genético.
El
hombre es un ser social…
Evolutivamente
adquirió la característica de gregario en el sentido de vivir en comunidad,
pero también la de formar parte de un grupo sin distinguirse de los demás y
carecer de ideas propias e iniciativas,
sometiéndose a las de los líderes.
Esta
condición por sí, es beneficiosa para el hombre, y en su proyección le ha dado
beneficios en relación a otros seres de la naturaleza.
El problema se
plantea cuando el grupo asume características discriminatorias, o simplemente
emplea la violencia como una forma de ser y de actuar, porque sí, y muchas
veces sin ningún fundamento.
En
especial cuando el liderazgo de los mismos es común, y todos asumen una actitud
agresiva, descontrolada y sin respeto por el otro, en especial los que no
forman parte del grupo, o no piensan como ellos.
Suelen
diferenciarse de las categorías sociológicas tradicionales de masa y multitud,
en especial porque los grupos son más pequeños y porque hay una conciencia de
todos y una disposición del grupo en sí de interpretar conductas adversas y
desfavorables, sin importar las consecuencias.
Si
bien puede haber uno o más líderes en general todo el grupo funciona con el
mismo concepto y el mismo ritmo.
Que
ha pasado en las sociedades de nuestra época para que una característica
adaptativa de la primera proyección y evolución del hombre, haya vuelto y
resurgido con una violencia inusual y haya que hablar concretamente de la
manada humana en el sentido de la manada de cánidos.
Que
ha pasado con la cultura y la moral, en relación a los comportamientos
perversos de grupos humanos que destruyen y matan, sólo por la destrucción y la
muerte en sí misma, como un culto a la violencia, y desde un lugar de
privilegio y superioridad, sobre quienes descargan su conducta violenta, en
forma comunitaria.
El
pacto social se ha constituido para resolver los conflictos de acuerdo a normas
acordadas entre todos, en lugar de la fuerza y la lucha.
Pero
el pacto social, debe conformarse con la aplicación de las normas y reglas de
una comunidad.
Si nadie es
responsable, si es lo mismo proceder bien o mal, si nadie paga y se justifican todas las conductas, estamos
generando una sociedad que volverá a la conducta primitiva, resolverá el pacto
social, y aplicará la violencia como modo de solucionar los conflictos.
Hay
un deber esencial en la educación, desde la familia, a la escuela, a las
organizaciones públicas y a los poderes del Estado, en dar el ejemplo del
cumplimiento de las normas y la aceptación de las sanciones que las mismas
imponen.
O
volveremos a la jauría humana...
Elías
D. Galati
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