Merkel, Macron y
Pedro Sánchez.
Fuente:
El Manifiesto.com
LOS
servicios de inteligencia franceses y alemanes han hecho llegar a Emmanuel
Macron y Angela Merkel información precisa sobre lo que Pedro Sánchez significa
y cuál es el propósito final de su política:
La liquidación del sistema de la
Transición.
Los líderes de
Alemania y Francia han aprobado una gigantesca operación de rescate, cifrada en
500.000 millones de euros, para ayudar a las economías trastornadas por el
coronavirus.
La
generosidad es máxima:
No
se otorgarán las cantidades de rescate en calidad de préstamo, sino de subvenciones a fondo perdido.
Si
lo que ha anunciado el Banco de España se cumple, nuestra nación precisará del
rescate europeo.
Las
condiciones de Merkel y Macron para verter el maná sobre España pasarán de
hecho, según los especialistas, por la
eliminación de ministros comunistas en el Gobierno de Sánchez, lo que puede
suponer la quiebra de la actual alianza.
El Fondo Europeo
de Recuperación solo será otorgado a España sobre la base de los programas de
la Unión Europea y en línea con sus prioridades.
Pedro
Sánchez no podrá dedicar un solo euro de la ayuda al despilfarro de sus
promesas electoralistas, sino a consolidar la competitividad de España a base
de unas reformas laborales que van más allá de la que estableció con éxito
Mariano Rajoy.
El rescate rechazará
cualquier gasto improductivo y exigirá la reducción del derroche público con recortes de
ministerios, asesorías, empresas públicas innecesarias y utopías económicas
social-comunistas.
Angela
Merkel y Emmanuel Macron tienen claro que si España aspira a beneficiarse del
Fondo de Recuperación deberá renunciar a
la mayoría de sus «escudos sociales», que los líderes europeos consideran
demagógicos e inviables.
«Europa
no va a tolerar que España dispare el gasto, el déficit y la deuda, ni tampoco
subidas de impuestos que arruinen aún más la economía».
En
esta frase se condensa la decisión de Alemania y Francia para que Pedro Sánchez
pueda beneficiarse del Fondo de Recuperación.
La
preferencia de la inversión sobre el gasto improductivo es el nervio conductor
de la futura ayuda europea, junto a la austeridad y la reducción del gasto
público.
Los
500.000 millones de euros del Fondo de Recuperación ahí están.
Eso
sí, con exigencias contundentes de las autoridades europeas, que no se dejarán
engañar por el juego trilero de Pedro Sánchez.
Luis
María Anson, de la Real Academia Española.
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