Javier
Cofano
El contador y ex
legislador provincial por el Partido Justicialista Javier Cofano, hombre del
sur de Mendoza, cuenta la historia de Portezuelo del Viento.
Los
primeros estudios sobre el aprovechamiento hidroeléctrico del Río Grande datan
de 1950, realizados por la empresa estatal Agua y Energía, como tantos otros
proyectos a lo largo y a lo ancho del país.
Los
distintos gobiernos que administraron la provincia de Mendoza promovieron su
construcción, como un motor del desarrollo del sur mendocino.
Es
así que se realizaron estudios y se contrataron distintas consultorías para
estudiar la factibilidad técnica y económica de las obras que contemplaban la
construcción de cinco centrales encadenadas y además, se incluyó la posibilidad
del trasvase del Río Grande al Atuel en base a los derechos que le corresponden
a Mendoza.
Estos derechos
provienen de la Ley Convenio Nº 21.611 del año 1977 por la cual se concedió a Mendoza el uso
consuntivo de 34 m3 por segundo de las aguas del Rio Grande.
Esta
ley fue suscripta por todos los integrantes del COIRCO (Comité
Interjurisdiccional del Rio Colorado).
Esto
es porque la confluencia del Río Grande y el Río Barrancas da origen al
nacimiento del Río Colorado.
Los distintos
avatares económicos y políticos de nuestro país fueron relegando la concreción
de estos proyectos.
Por
lo tanto, aquí hay dos temas en juego, la
obra hidroeléctrica Portezuelo del Viento y por otro lado el uso de los 34 metros
cúbicos del Rio Grande.
Por
eso es necesario aclarar los siguientes puntos.
Portezuelo del
Viento
En
el año 2007 la Procuración General de la Nación otorga la razón a la provincia
de Mendoza en el juicio que ésta había entablado por los daños económicos
derivados de la promoción industrial que gozaban las provincias vecinas.
Previo al fallo
de la Corte Suprema el gobierno radical de Julio Cobos decide renunciar al
cobro de la indemnización a cambio de un convenio por el cual la nación se
compromete a financiar la obra de Portezuelo del Viento.
Luego
de años de reclamos, discusiones y estudios, se produce la activación de este
acuerdo en el año 2017 y se materializa con un convenio concreto de
transferencia de los fondos para que Mendoza ejecute la obra.
La nación se
compromete con un cronograma de desembolsos de LETES en dólares, cuyo
vencimiento copia la curva de inversión con un año de anticipación. Este
acuerdo fue aprobado en la legislatura provincial hace pocos meses, junto a la
constitución del fideicomiso encargado de administrar estos fondos y pagar la
obra.
Una
parte de los fondos ya han sido transferidos a la provincia.
Es
claro que los fondos no son una dádiva, un préstamo o una concesión graciosa a
favor de Mendoza, sino fondos que nos
corresponden por derecho.
Finalmente,
y abordando el tema de fondo, es necesario aclarar que con el proyecto
Portezuelo del Viento no se pretende usufructuar el rio dejando sin agua a la
cuenca.
Por
el contrario, la central hace un uso no consuntivo del agua, justamente el paso
del agua es lo que genera la energía.
El
emprendimiento permite adicionalmente regular el caudal para embalsar cuando el
agua no es necesaria para riego y erogar cuando hace falta.
La central que
quedaría en manos de la provincia permitiría vender la energía producida y
generar un polo turístico en el sur de la Provincia.
¿Cuál
es el perjuicio para las provincias vecinas?
Derechos
sobre las aguas del Río Grande
En
segundo lugar, los mendocinos tenemos derecho a los 34 metros cúbicos del Rio Grande
que nos otorgó la ley, que podrán utilizarse con el vuelco de esas aguas al río
Atuel o con algún otro mecanismo alternativo.
Pero
si no hacemos uso de ese derecho las otras provincias otorgaran derechos de
riego aguas abajo que terminaran extinguiendo las posibilidades de uso del agua
para Mendoza.
¿Qué
dicen los defensores del agua de Mendoza?
¿Qué
dirán dentro de 50 años los mendocinos si no defendemos este derecho?
Si
la sociedad mendocina tolera en silencio la suspensión o la dilación en el
envío de los fondos estaremos sufriendo un doble despojo, el que produjo la
promoción industrial en las provincias vecinas y el derecho a generar energía y
utilizar un rio que nace en nuestra provincia.
Las provincias
que integran el COIRCO conocen el proyecto y los estudios que lo avalan.
Sería
bueno conocer cuáles son las razones que justifican el desacuerdo.
Daria
la sensación que las provincias que se encuentran aguas abajo en esta cuenca se
oponen a cualquier intento de aprovechar o regular el rio por parte de Mendoza.
Si no hacemos
valer nuestros derechos pretenderán usufructuar cada metro cúbico de agua sin
nuestra participación.
Esta obra es
casi un símbolo de nuestro espíritu emprendedor y progresista, años de
esfuerzos, reclamos, discusiones análisis y estudios que finalmente se
materializaron en un acuerdo institucional entre Nación y Provincia.
Si
claudicamos seguiremos en el camino de la declinación y la decadencia…
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