Las calles de la
capital de Santa Cruz en tiempos de pandemia, son el escenario elegido por
cientos de vecinos para hacer visible las problemáticas que los atraviesan.
Pese
a la circulación comunitaria del virus que existe en Río Gallegos, única ciudad
de la provincia con esta situación, las manifestaciones no cesan y la necesidad
de respuesta, tampoco.
Día
a día, semana a semana, se multiplican los reclamos y mayoritariamente, están
vinculados a la falta de trabajo o a las perniciosas condiciones laborales
actuales.
Como
si formara parte del paisaje urbano, hace tres semanas, un grupo autodenominado
‘Desocupados Unidos’ se instala cada
mañana y hasta el mediodía a las puertas del Ministerio de Trabajo y Seguridad
santacruceño, que tiene su sede central sobre la calle Rawson, entre avenida
Kirchner y Alberdi, en el centro de esta capital.
Allí
de manera fija se instalan alrededor de cincuenta personas que hacen sonar sus
bombos, queman maderas para combatir el frío y pretenden una respuesta de las
autoridades.
Ellos indican en
diálogo con OPI que hace meses están peticionando pero sin obtener soluciones.
Pero
también recuerdan que en su momento pertenecían a distintos gremios y
sindicatos, engrosaron las listas de desocupados de esas organizaciones durante
años, pero el puesto de trabajo no llegó.
Cansados
del destrato, se juntaron y armaron ‘Desocupados Unidos’.
“Somos
cerca de 50 personas que venimos todos los días hace tres semanas y en Trabajo
nos presentamos y hablamos, así que ellos saben del tema. Somos muchos los que
estamos así, a veces venimos más, otras menos, porque cuando sale alguna
‘changa’ la aprovechamos para mantener a nuestras familias porque no tenemos
nada, ningún tipo de ayuda”, dijeron este viernes a OPI.
Vale
precisar a modo de ejemplo, que sólo en UOCRA en Río Gallegos, se indicaba hace
algún tiempo que el listado de gente
sin trabajo que tenían en la seccional rondaba las 1.500 personas.
Ellos reciben un
subsidio del Estado Provincial de $5.000 y de vez en cuando, un bolsón mínimo
de alimentos.
Si
se enumeran acciones de reclamo de esta semana pasada, el jueves, la concurrida
caravana de los policías por “Un sueldo digno” copó las calles de Río Gallegos,
tal lo publicó esta Agencia bajo el título:
“El bocinazo
policial se escuchó en varias localidades de Santa Cruz”.
Allí,
tal la consigna de la convocatoria, se reclamó por las condiciones laborales y
por la necesidad de tener un mejor salario “para la Policía peor paga del
país”, dicen los uniformados provinciales.
El miércoles,
los propietarios y trabajadores de los transportes escolares de la ciudad se congregaron
por la mañana en la zona de la Costanera local y luego, con sus balizas y
bocinas encendidas, emprendieron un recorrido que no sólo hizo una parada por
Casa de Gobierno, sino que también llegó al edificio donde funciona el área de
Transportes Públicos de la Municipalidad, del que dependen.
Sin poder
brindar servicio desde que se suspendieron las clases, no han tenido ninguna
alternativa laboral desde el inicio de la pandemia y aseguran “no dar más”.
En
el inicio de la semana, agentes de la Agencia Santacruceña de Ingresos Públicos
(ASIP), que vienen desarrollando una dura paritaria con el Gobierno Provincial,
cortaron la calle Avellaneda y Sarmiento, donde se emplaza el edificio del ente
recaudador provincial, por la falta de acuerdo y por la negativa de la patronal de mejorar la oferta salarial del 15%,
ya rechazada varias veces por los trabajadores por insuficiente.
A
pocas cuadras de allí, en la calle Alberdi al 600, donde se ubican los
edificios de la estatal FOMICRUZ, también estuvo vedada al paso vehicular y
copada por los trabajadores, que ubicaron tachos con maderas encendidas,
cruzaron autos y levantaron sus banderas, en señal de reclamo y ‘aguante’ a los
paritarios que negociaban con los representantes gubernamentales por un piso de
un 20% que solicitan de incremento salarial.
Al momento, ni
ASIP ni FOMICRUZ han solucionado los conflictos y ambas, están casi
paralizadas.
Las
caravanas de peluqueros, barberos, esteticistas, propietarios y trabajadores de
gimnasios, se dieron cita en días previos y siguen a la espera de una
respuesta, para poder reiniciar la labor en cada uno de estos rubros.
En
tanto, los agentes de la Municipalidad de Río Gallegos nucleados en el
Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM), llevan adelante la mesa de
negociación salarial con las autoridades de la gestión del intendente
kirchnerista Pablo Grasso, paritaria que viene atrasada y sin acuerdo, ya que
este viernes, el gremio informó que se rechazó por insuficiente lo ofertado por
el Ejecutivo y se insiste en un piso de un 20%.
Con este
panorama y teniendo en cuenta la historia de movilización de los municipales de
la capital, no se descarta que marchen para acompañar a sus representantes el
próximo martes 14, cuando se vuelva a juntar la mesa de negociación.
En
algún momento de la convulsionada historia reciente, en muchos medios, se
catalogó a Río Gallegos como la ‘capital nacional del piquete’.
Hoy,
pandemia por medio, las necesidades siguen, la falta de respuesta también y la
movilización en esta situación ha transformado la forma pero no el fondo. Río
Gallegos es la ciudad del reclamo.
(Agencia
OPI Santa Cruz)
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