Volverán al Estado todas las jubilaciones
¿Nunca van a acabar con esta forma de robar y administrar a la patria en la que nacieron?
Es más que necesario que nos remontemos a Bernardino Rivadavia para fundamentar el título:
Según leemos en el Wikipedia, Don Bernardino fue el inventor local de “la deuda eterna”
En 1824, siendo Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, autorizó pedir un préstamo a la Baring Brothers (Inglaterra) por un millón de libras esterlinas. Este préstamo fue impuesto como parte de la estrategia geopolítica de dominación de Gran Bretaña, para condicionarnos económicamente e impedir nuestro crecimiento como Nación independiente. Respondió más a las necesidades inglesas de asegurarse la subordinación colonial, que a necesidades locales.
El argumento para pedir el préstamo fue el supuesto propósito de construir un puerto, fundar ciudades y dar aguas corrientes a Buenos Aires (nada de eso se hizo finalmente)
Con algunas honrosas excepciones y resistencias, se aprobó lo pedido y se autorizo al “consorcio” (Guillermo y Juan Parish Roberston, Braulio Costa, Miguel Siglos y J. Pablo Sáenz Valiente) para negociarlo en Londres al 70 % de su valor.
La estafa era tan evidente que el principal banquero inglés (Nathan Rothschild) se abstuvo de participar, y finalmente se negoció con la casa Baring.
La Argentina se comprometió por una deuda de 1.000.000 de Libras al 6 % de interés anual garantizada con rentas y hasta con tierras públicas. Del millón de Libras se descontó la comisión del “consorcio” (120.000), intereses y “servicios” adelantados, quedando en definitiva un saldo de 560.000 Libras, que debía recibir Buenos Aires por el 1.000.000 que se endeudaba. Cuando el gobierno reclama el envío del dinero, Baring remite 2.000 en monedas de oro, 62.000 en letras de cambio (papelitos) y propone por “prudencia de mandar dinero a tanta distancia”, dejar depositado en su banco los 500.000 restantes, pagando 3 % de interés anual. (Un negocio redondo. Pedir dinero, al 6 % y prestarlo al 3 % “al mismo prestamista”)…
Y, el puerto NO se construyó ni se puso un solo caño en Buenos Aires. La deuda se pagó 14 veces hasta ser cancelada en 1904
Los Hermanos Baring no eran solamente banqueros, sino funcionarios de los organismos de la política imperial: la Tesorería Británica, el Ministerio de Hacienda, y de la Compañía de Indias. Rivadavia garantizó el pago de esa deuda, con las tierras públicas de Buenos Aires (Ley de enfiteusis).
Posteriormente extendió la garantía hipotecaria a todas las tierras públicas de la Nación. “Quedan especialmente afectadas al pago de la deuda nacional, la tierra y demás bienes inmuebles de propiedad pública cuya enajenación se prohíbe”… razones por las que se dejaron de vender tierras públicas con fines de colonización.
Como era lógico suponer, faltó dinero para pagar esa deuda. En consecuencia, en 1828 se liquidó la escuadra naval y se dieron en pago dos fragatas que se estaban construyendo en Inglaterra. De este modo, cuando se produjo la usurpación de las Malvinas por los ingleses cinco años más tarde (1833) no hubo fuerza naval para contrarrestarla.
Obviamente, esto estuvo planificado por los acreedores, y su cómplice, Bernardino Rivadavia. Los mismos ingleses, admitieron el carácter fraudulento de esta negociación. Ferdinand White, espía inglés, enviado por la Baring al Río de la Plata, condenó los aspectos delictuosos de este acuerdo. Fue una operación usurera, un acto de saqueo y sumisión y el primer acto de corrupción ligado a la deuda externa. Según Scalabrini Ortiz, de la suma recibida, sólo llegaron al Río de la Plata en oro, como estaba convenido, el 4% de lo pactado, o sean 20.678 libras.
Su falta de patriotismo lo llevó a desinteresarse por las luchas emancipadoras, y se dedicó más vale a ordenar la ciudad y a tratar de aplastar a los brutos caudillos del interior. Esto le llevo a tener algunas “diferencias” con varios, entre otros, con Belgrano.
“Rivadavia era incapaz de lealtad, honestidad o siquiera buenas maneras en sus relaciones con los hombres que lo rodeaban con quienes estaba obligado a llevar los negocios de la comunidad. Odiaba a los hombres que eran más notables o tenían más éxito que él. No encontraba nada demasiado maligno que decir sobre San Martín y Bolívar.” (Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. H.S.Ferns. p.178)
“Desgraciadamente en esta cuestión, la conducta del señor Rivadavia desde que fue nombrado Presidente ha tenido la tendencia de acarrear odio y , casi podría agregarse, ridículo a lo que pudiera considerarse una autoridad suprema…; su repentina disolución del ex Gobierno de Buenos Aires …alarmó prematuramente a las otras provincias respecto de su propia suerte y ha determinado que se considerara la cuestión de federalismo o no federalismo, en un momento y de una manera que pudiera hacer muy difícil al Gobierno poner por obra sus planes”. (Informe de Parish a Caninng - Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. H.S.Ferns. p.182)
Y, doña Cristina la que se ufanó de NO ser portadora de apellido, utilizó el andamiaje presidencial de don Kirchner para postularse a senadora por la misma provincia de Buenos Aires, a pesar de estar domiciliada en Río Gallegos desde 1976
Daniel Scioli logró la gobernación de la misma, sin estar domiciliado allí.
Y pa'completar, ahora "el Néstor" se postulará a Diputado por la misma provincia aprovechando su domicilio en la quinta presidencial de Olivos...
Y, nos... los seguimos manteniendo...
Desde La Matanza, Corina Ríos - Octubre 21/2008
¿Nunca van a acabar con esta forma de robar y administrar a la patria en la que nacieron?
Es más que necesario que nos remontemos a Bernardino Rivadavia para fundamentar el título:
Según leemos en el Wikipedia, Don Bernardino fue el inventor local de “la deuda eterna”
En 1824, siendo Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, autorizó pedir un préstamo a la Baring Brothers (Inglaterra) por un millón de libras esterlinas. Este préstamo fue impuesto como parte de la estrategia geopolítica de dominación de Gran Bretaña, para condicionarnos económicamente e impedir nuestro crecimiento como Nación independiente. Respondió más a las necesidades inglesas de asegurarse la subordinación colonial, que a necesidades locales.
El argumento para pedir el préstamo fue el supuesto propósito de construir un puerto, fundar ciudades y dar aguas corrientes a Buenos Aires (nada de eso se hizo finalmente)
Con algunas honrosas excepciones y resistencias, se aprobó lo pedido y se autorizo al “consorcio” (Guillermo y Juan Parish Roberston, Braulio Costa, Miguel Siglos y J. Pablo Sáenz Valiente) para negociarlo en Londres al 70 % de su valor.
La estafa era tan evidente que el principal banquero inglés (Nathan Rothschild) se abstuvo de participar, y finalmente se negoció con la casa Baring.
La Argentina se comprometió por una deuda de 1.000.000 de Libras al 6 % de interés anual garantizada con rentas y hasta con tierras públicas. Del millón de Libras se descontó la comisión del “consorcio” (120.000), intereses y “servicios” adelantados, quedando en definitiva un saldo de 560.000 Libras, que debía recibir Buenos Aires por el 1.000.000 que se endeudaba. Cuando el gobierno reclama el envío del dinero, Baring remite 2.000 en monedas de oro, 62.000 en letras de cambio (papelitos) y propone por “prudencia de mandar dinero a tanta distancia”, dejar depositado en su banco los 500.000 restantes, pagando 3 % de interés anual. (Un negocio redondo. Pedir dinero, al 6 % y prestarlo al 3 % “al mismo prestamista”)…
Y, el puerto NO se construyó ni se puso un solo caño en Buenos Aires. La deuda se pagó 14 veces hasta ser cancelada en 1904
Los Hermanos Baring no eran solamente banqueros, sino funcionarios de los organismos de la política imperial: la Tesorería Británica, el Ministerio de Hacienda, y de la Compañía de Indias. Rivadavia garantizó el pago de esa deuda, con las tierras públicas de Buenos Aires (Ley de enfiteusis).
Posteriormente extendió la garantía hipotecaria a todas las tierras públicas de la Nación. “Quedan especialmente afectadas al pago de la deuda nacional, la tierra y demás bienes inmuebles de propiedad pública cuya enajenación se prohíbe”… razones por las que se dejaron de vender tierras públicas con fines de colonización.
Como era lógico suponer, faltó dinero para pagar esa deuda. En consecuencia, en 1828 se liquidó la escuadra naval y se dieron en pago dos fragatas que se estaban construyendo en Inglaterra. De este modo, cuando se produjo la usurpación de las Malvinas por los ingleses cinco años más tarde (1833) no hubo fuerza naval para contrarrestarla.
Obviamente, esto estuvo planificado por los acreedores, y su cómplice, Bernardino Rivadavia. Los mismos ingleses, admitieron el carácter fraudulento de esta negociación. Ferdinand White, espía inglés, enviado por la Baring al Río de la Plata, condenó los aspectos delictuosos de este acuerdo. Fue una operación usurera, un acto de saqueo y sumisión y el primer acto de corrupción ligado a la deuda externa. Según Scalabrini Ortiz, de la suma recibida, sólo llegaron al Río de la Plata en oro, como estaba convenido, el 4% de lo pactado, o sean 20.678 libras.
Su falta de patriotismo lo llevó a desinteresarse por las luchas emancipadoras, y se dedicó más vale a ordenar la ciudad y a tratar de aplastar a los brutos caudillos del interior. Esto le llevo a tener algunas “diferencias” con varios, entre otros, con Belgrano.
“Rivadavia era incapaz de lealtad, honestidad o siquiera buenas maneras en sus relaciones con los hombres que lo rodeaban con quienes estaba obligado a llevar los negocios de la comunidad. Odiaba a los hombres que eran más notables o tenían más éxito que él. No encontraba nada demasiado maligno que decir sobre San Martín y Bolívar.” (Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. H.S.Ferns. p.178)
“Desgraciadamente en esta cuestión, la conducta del señor Rivadavia desde que fue nombrado Presidente ha tenido la tendencia de acarrear odio y , casi podría agregarse, ridículo a lo que pudiera considerarse una autoridad suprema…; su repentina disolución del ex Gobierno de Buenos Aires …alarmó prematuramente a las otras provincias respecto de su propia suerte y ha determinado que se considerara la cuestión de federalismo o no federalismo, en un momento y de una manera que pudiera hacer muy difícil al Gobierno poner por obra sus planes”. (Informe de Parish a Caninng - Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. H.S.Ferns. p.182)
Y, doña Cristina la que se ufanó de NO ser portadora de apellido, utilizó el andamiaje presidencial de don Kirchner para postularse a senadora por la misma provincia de Buenos Aires, a pesar de estar domiciliada en Río Gallegos desde 1976
Daniel Scioli logró la gobernación de la misma, sin estar domiciliado allí.
Y pa'completar, ahora "el Néstor" se postulará a Diputado por la misma provincia aprovechando su domicilio en la quinta presidencial de Olivos...
Y, nos... los seguimos manteniendo...
Desde La Matanza, Corina Ríos - Octubre 21/2008
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