By DANIEL SHOER ROTH / Miami Herald
Dudas no me quedan de que más de uno desearían ver mi cuerpo flotando en el Río Miami.
Entre ellos podrían están los xenofóbicos, los antiinmigrantes, los antisemitas, los homofóbicos, los grupos de poder, los urbanizadores, los cabilderos, los comisionados, los alcaldes, los ejecutivos de FP&L, las autoridades del transporte, la policía...
Es el precio que se paga por escribir sobre las verdades de Miami sin tapujos.
El ambiente en el que vivimos se presta para hacerlo.
Por eso, quienes tenemos la responsabilidad de divulgar las noticias nos sentimos aquí en el Jardín del Edén.
¿En qué otra comunidad sale del sombrero un comediante profesional para dirigir el Departamento de Viviendas?
¿Dónde más se ve al presidente de una compañía eléctrica despilfarrar un pozo de petróleo para ir al trabajo en helicóptero?
Mi libreta del 2009 se quedó sin páginas blancas: los fastuosos viajes por Africa y el Lejano Oriente de los comisionados del Condado Miami-Dade, que no consiguieron traer ni una jirafa para el Metrozoo; las pataletas del niño, perdón, del alcalde fuerte, Carlos Alvarez, que apretó el cinturón del pueblo mientras llenaba de helio los cofres de sus escuderos.
Sí, hubo material para condolerse:
< los niños en los hogares sustitutos a los que drogan para calmar sus ansiedades;
< la violencia juvenil que dejó muertos en las escuelas y un niño prendido en llamas por sus compañeros;
< los crímenes de odio contra las minorías indefensas;
< los conductores negligentes que arrollan vidas bajo la lupa de las autoridades del tránsito.
Y gracias a Dios que no faltaron testimonios que enaltecieran el espíritu humano:
. una banda de discapacitados que encontró en la música el sendero a la realización y la autoestima;
. la solidaridad de unos estudiantes que evitaron la deportación de sus amigos elevando su voz;
. los feligreses que resistieron con fe al infortunado cierre de sus iglesias por los recortes de la arquidiócesis.
Como columnista de noticias de esta ciudad llevo una pesada carga sobre la espalda. Pero nadie me puede quitar la satisfacción de recoger las frustraciones de los residentes y plasmarlas en el papel y la internet.
En nuestra faena subyace un halo de misterio sobre cómo llegan las ideas y cuáles caminos se toman para materializarlas. Sin embargo, la meta siempre es clara: mantenerse vigilantes para lograr una mejor ciudad.
Como el flujo de la información es ilimitado, uno de los retos es jerarquizar.
La prioridad le corresponde a los asuntos que afectan a un número importante de residentes, pero que no reciben la atención debida, como el caótico sistema de transporte público, el tráfico ensordecedor, los cambios de zonificación y la degradación del medioambiente.
Pero a veces es necesario concentrarse en los problemas de una sola persona, una familia o un vecindario, que ilustran una tragedia más amplia. De esta manera, se consigue humanizar una cifra o una tendencia, para que más lectores se sientan identificados.
Algunas columnas como ésta salen del tintero tras una reflexión.
Otras son más laboriosas y requieren investigación, como una reciente que puso de relieve favoritismos dentro de la nueva jefatura de la Policía de Miami.
El periódico es justo y da a los funcionarios el derecho de réplica.
Cuando salen publicadas las cartas de los jefes de la policía y del transporte quejándose sobre mi pluma, encuentro motivo para celebrar.
Para el periódico es mas importante cuando las denuncias cosechan logros.
Maury Hernández, el policía que rechazó el retiro por incapacidad tras haber sido herido en cumplimiento del deber, fue finalmente ascendido a sargento.
La American Children's Orchestras for Peace que da lecciones gratuitas a niños de barrios marginados, estuvo a punto de cerrar, porque el Distrito Escolar de Miami-Dade descaradamente le quería cobrar el alquiler de las aulas.
Después de la denuncia, el superintendente exoneró los pagos y la orquesta pudo cumplir su misión.
Este es un trabajo de equipo y detrás de cada entrega están mis editores, Andrés Reynaldo y Manny García, los editores de mesa, los paginadores y los fotógrafos, que le dan color a la letra.
Confieso que no soy del todo inmune al miedo.
Ahora cuando veo una patrulla, tengo especial cuidado hasta de cómo parqueo.
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 4 meses
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