Una auténtica autoridad sólo se legitima si surge del acuerdo de libres voluntades, es decir que, respetada voluntariamente, se asociará siempre a la consideración y satisfacción de los subordinados; un proceder que, escoltado por otros rasgos particulares de personalidad permitirá, en cualquier situación que se ejerza, la afectación de otros, un efecto psicológico.
No tenemos técnicas de medida que determinen “la autoridad”, pero sí podemos analizar los incidentes y consecuencias provocados por la autoridad que se ejerce sin la auto-crítica indispensable para que no se desfigure en autoritarismo, aquel que en ocasiones cambia la imagen para asemejarse a un paternalismo hipócrita.
Sabemos que ninguna organización alcanza sus objetivos sin distribuir y planificar el control; cuando la autoridad es “sectaria”, lo ejercerá en imposición, condición de eficacia para mantener la estructura a largo plazo de un sistema de autoridad que descansa en el sometimiento condicionado, en el aprendizaje en manipulación de las reglas de la organización y en la “posesión del individuo”, una pertenencia de la organización que admitirá esta distorsión porque los sujetos “sometidos en autoridad” ignorarán que “consideración” e “iniciativas” son dimensiones independientes. Y así, mientras unos “ordenan”, otros, ocupados en cumplir con lo asignado, perderán la condición de refutar permitiendo la continuidad del mando.
La distribución de órdenes dadas por una “selecta minoría” de “cuadros dirigentes”, únicos recompensados en la adquisición de bienes y jerarquía, deberá aceptarse incondicionalmente.
Y para concretar la obsolescencia y ejecutar sin acordar serán indispensables más y más subordinados, cada vez más incompetentes.
Esta conducta autoritaria, característica de las organizaciones que conocemos como “sectas”, lugares de “encuentros” y “creencias” es, directa o indirectamente, parte de la misma fusión sin límite entre autoridad y autoritarismo, enquistada en nuestro tejido social. Y cuando el fin último es ilegítimo por naturaleza, la autoridad también lo será.
Mara Martinoli
Adaptación ·"La autoridad sectaria y la posesión del individuo"
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 3 meses
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